La principal diferencia de Justin Mensinger con el resto de diseñadores de moda urbana es su pasión por los mosaicos, los mensajes que llevan sus creaciones y el enfoque sostenible que tiene su marca.
Justin Mensinger es un diseñador de moda urbana nacido en Chicago, Illinois.
Cuando era niño le encantaba patinar con su skate y le apasionaba la música, de hecho soñaba con ser el cantante principal de una banda punk y aunque no siguió adelante con ello, su pasión por la creatividad y la moda le llegaron pronto.
A los 16 años, el impulso que movía a Justin por la música y la moda urbana le llevó a explotar toda esa creatividad emprendiendo a través del arte.
“Tenía un pequeño negocio en la escuela en el que personalizaba los mandos de la Xbox y Playstation para otros niños. Ponía sus iniciales, el logotipo de alguna marca, un monstruo o lo que fuera genial en ese momento”.
Su amor por el skate le llevaba a usar siempre los mismos modelos de zapatillas, o unas Nike SB o las Jordans y, aunque las destrozaba en poco tiempo, se dió cuenta de que había un gran mercado en el coleccionismo de zapatillas. Así que, como hacía con los mandos de las consolas de videojuegos, decidió darles su toque y empezar a venderlas con sus diseños propios. Tuvo tanto éxito, que su pequeño mercado de zapatillas personalizadas se saturó en poco tiempo.
En sus años de adolescente, la moda skater y urbana dejó de ser utilizada sólo por ciertas tribus callejeras interesadas en patinar para dejar paso a un estilo de moda muy marcado, en el que todo tipo de personas querían vestirse como los patinadores.
Nike fue una gran inspiración para Mensinger.
Gracias a la nueva tendencia del momento de sacar pequeñas colecciones cápsula de ediciones limitadas impulsada por la marca, Justin se introdujo también en este tipo de venta siguiendo su ejemplo. Fue un concepto que le enamoró y el primer paso para plantearse crear una marca propia.
Mientras seguía estudiando, comenzó a trabajar en la RSVP Gallery, una tienda conceptual de moda urbana, y después en Goodwill, una organización sin fines de lucro dedicada a crear oportunidades de trabajo para estudiantes.
“La experiencia en Goodwill me ayudó a comprender el panorama general actual del mundo, especialmente en Estados Unidos, y a cómo interactuamos con la naturaleza. Muchas personas no saben en dónde terminan las cosas que donan, simplemente se sienten bien por donar cosas. Pero después, consumen sin control de nuevo”.
Estas dos experiencias de trabajo cambiaron su vida. Le abrieron un nuevo mundo, y comprendió que podría crear moda de una forma diferente a la tradicional.
Especialmente, gracias a RSVP Gallery, vió la oportunidad de reutilizar materiales de otras prendas de ropa o incluso de alfombras, sábanas o mantas viejas que ya nadie usaba.
Así nació su marca: Justin Mensingers.
“Cuando coges algunas prendas que ya han tenido una vida, las cortas, re-confeccionas y haces algo totalmente nuevo, sabiendo que no estás generando ningún tipo de desperdicio al mundo, pero que puedes ser todo lo creativo que quieras, haciendo algo atemporal y artístico pero también sostenible, estás creando un legado que hace que todo valga la pena”
El empujón definitivo a su marca vino en agosto de 2021, al participar en el programa de televisión y talent show The Hype en HBO.
The Hype es un formato televisivo de reality show que enfrenta a diferentes diseñadores de moda urbana o streetwear entre sí. Diez diseñadores compiten por un premio de 150.000 dólares, además de que su look se publique y venda en StockX, la tienda online de ropa urbana de segunda mano más grande del mundo.
Y Justin fue el ganador del concurso.
Ganar The Hype le abrió muchas puertas, consiguiendo hacer colaboraciones con otras marcas de la talla de Reebok, Adidas o The Hundreds.
Reciclaje y salud mental
Su marca de moda urbana utiliza 100% materiales reciclados, por lo que ninguna prenda es igual a otra, pero casi todas tienen algo en común: llevan un mensaje grabado con la intención de concienciar y visibilizar a la sociedad sobre la salud mental.
Para Justin esto es sumamente importante. Hablar de salud mental y visibilizar mensajes positivos es parte de su esencia al diseñar.
Cuando era niño no tuvo una vida fácil, perdió a su padre siendo muy pequeño. Este dolor es su impulso para expresase sobre estos temas a través de las prendas que diseña.
“Vi morir a mi padre cuando él tenía 28 años. En ese momento comprendí que la vida puede ser algo realmente fugaz y puede desaparecer, lo queramos o no. Siento que todos los días estoy agradecido de estar vivo y puedo crear algo más, algo que pueda sacar al mundo y que digan: Wow! Mira lo que Justin hizo”.