La UE aprobó una normativa que asegura la sostenibilidad y los derechos humanos en las cadenas de valor
Esta, conocida como la CSDDD (por sus siglas en inglés), insiste en la obligación que tienen las grandes empresas de rendir cuentas e informar sobre su gestión de la diligencia debida respecto al impacto ambiental de las cadenas de valor. La normativa aprobada el quince marzo por la UE asegura la sostenibilidad y los derechos humanos en las cadenas de valor.
¿Cuándo entra en vigor?
Dicha normativa debe someterse al Parlamento Europeo para concretar su aprobación a finales del próximo mes de abril. La Ley solo aplica a un 0, 5 % de las empresas que operan bajo la Unión Europea.
Sin embargo, sigue siendo un paso hacia un mundo empresarial comprometido con el futuro del planeta, ya que obliga a estas empresas a reducir las emisiones de Alcance 3, estas son las producidas a lo largo de la cadena de suministro por los socios y proveedores de una empresa.
España
La legalidad española respecto a las cadenas de valor es de las más flexibles en Europa. Países como Alemania y Francia ya disponen de una normativa propia de diligencia debida. El legislativo español ha dejado la regulación referente a la sostenibilidad, la protección de los derechos humanos, y la debida diligencia en las actividades empresariales transnacionales, en pendiente desde el año 2022. Así, la aprobación de esta normativa ofrece una oportunidad para enmendar el sistema legal regionalmente.
Hablamos con Giulia Borsa, Senior ESG Executive de EcoVadis, sobre las implicaciones de la ley
¿Ha sido complicada la aprobación de la ley?
La aprobación de esta normativa no estuvo garantizada hasta el mismo día de la votación. Esto porque han pasado varias semanas de incertidumbre donde países clave como Italia, Francia y Alemania habían mostrado ciertas reticencias.
Finalmente, ambos estados han votado a favor y el resultado ha sido un éxito para potenciar la sostenibilidad empresarial.
Tras esta decisión del Consejo Europeo, la CSDDD debe pasar por el Parlamento Europeo para su aprobación final en una votación prevista para finales de abril.
Suponemos que al final habrán tenido que ceder estos países…
Se han realizado varias concesiones a la ley para suavizarla: su alcance se ha reducido un 30%, y solo aplica a aproximadamente el 0,05% de las empresas que operan en la UE.
Aun así, su compromiso por la sostenibilidad permanece intacto y ayudará a mejorar la protección de los derechos humanos y el cuidado del medio ambiente en las cadenas de suministro.
La CSDDD obligará a las empresas de mayor tamaño a informar sobre su gestión de la diligencia debida, obligándolas a tomar medidas para cumplir los derechos humanos y reducir el impacto medioambiental negativo de sus cadenas de valor.
¿Qué pasará ahora con aquellas empresas que ya cumplían con la normativa CSRD?
Si la compañíaa ya está cubierta por la normativa CSRD, no está obligada a cumplir la CSDDD. No obstante, esta aprobación es un gran paso hacia la sostenibilidad social y medioambiental. Obliga a las empresas a publicar un plan de transición para reducir las llamadas emisiones de Alcance 3.
Es decir, las producidas a lo largo de la cadena de suministro por los socios y proveedores de una empresa. Estas emisiones pueden suponer hasta un 90% de la polución generada.
Actualmente solo el 3% de las empresas españolas compromete a sus proveedores en la reducción de emisiones de carbono, según el Carbon Action Report de EcoVadis. Esto sitúa a España por debajo de Francia o Alemania, países que ya disponen de una normativa propia de diligencia debida.
España aún tiene pendiente aprobar su iniciativa legislativa de protección de los derechos humanos, la sostenibilidad y la debida diligencia en las actividades empresariales transnacionales, la cual está pausada desde 2022.
Se ha comprobado que las marcas que se adelanten a las inminentes legislaciones europeas y registren buenos resultados a nivel de sostenibilidad estarán mejor posicionadas en el sector en comparación con aquellas que todavía no cumplan con los requisitos mínimos.