Esta asociación sin ánimo de lucro nació durante la pandemia para ofrecer soporte a los sanitarios, y sigue prestando su mano a familias sin recursos hoy en día.
La pandemia encendió la llama de Health Warriors. Todo empezó el 16 de marzo de 2020 con una cuenta de Instagram. ¿El objetivo? Darle un respiro a los sanitarios del Área Metropolitana de Barcelona que comenzaban a estar colapsados.
La idea era conectar con los restaurantes de Barcelona, Sitges y el Vallès para proveer de alimentos a los médicos y enfermeros que luchaban contra el virus. Llegaron a repartir más de 250 toneladas a lo largo de 2020.
Sin embargo, no se quedaron ahí, ya que, cuando se redujo la cifra de contagios de la primera ola, comenzaron a repartir comida entre familias sin recursos a las que la pandemia había dejado aún más vulnerables.
Una labor única a la que no le pusieron punto final con la llegada de la nueva normalidad, fue un continuará, pero esta vez, con otras causas sociales que también necesitaban un buen empujón.
Los nuevos proyectos comenzaron a llegar. Con la iniciativa ‘Una Gran Familia’, de Danone, el equipo de Health Warriors llenó los platos de 5000 familias barcelonesas sin recursos con fruta, verdura, leche, huevos y yogures, donados por la emblemática empresa. Sus paquetes cubrían la alimentación básica de hasta 5 miembros.
Además, diversificaron su cometido. La higiene entró a formar parte de la causa, ya que para sentirse parte de la sociedad no es solo fundamental la alimentación. El ‘Proyecto neceser’ cubrió la falta de productos básicos de aseo y limpieza.
Pero no solo quisieron satisfacer las necesidades inmediatas. El futuro a largo plazo de las personas en riesgo de exclusión social también entra en los planes de Health Warriors. Los talleres de cocina para ofrecer opciones laborales son otra de sus ideas.
Todo esto viene de la mano de centenares de voluntarios que, de forma altruista, ayudan a personas que atraviesan dificultades. ¿Su recompensa? Repartir esperanza.
Asociación 2.0
Su forma innovadora de plasmar en Instagram todo lo que hacen, gracias a una agencia de publicidad digital, les convierte en una asociación 2.0, que expande su mensaje a través de la red y hace que sus acciones lleguen a un público más amplio ¡Una ONG moderna!
Además, no están solos, ya que han colaborado con entidades locales como Food 4 Heroes, una iniciativa similar, centrada en la Comunidad de Madrid, que surgió de la mano del Grosso Napoletano. ¿Cómo lo hacían? Intercambiaban productos, según las necesidades de cada organización.
Las grandes marcas tampoco se han quedado atrás, pues, de forma anónima, han querido donar centenares de productos, aportando su colaboración, pero sin eclipsar la causa con sus grandes nombres.
Lo curioso es que si echamos un ojo a la parte logística, al reparto, también se realiza de manera solidaria. Decenas de taxistas colaboran en las rutas para que todo el mundo pueda recibir la ayuda que necesita.
No piensan parar, quieren que el ámbito educativo sea su siguiente paso. Su idea es dar charlas en las escuelas para que los niños sepan todo lo que pueden hacer con pequeños gestos.
Ahora mismo están inmersos en ofrecer ayuda humanitaria a Ucrania. Su primera reacción fue preguntar en el consulado por todo lo que hiciese falta y, como los principales esfuerzos se centraban en evacuar a la población civil, crearon un crowdfunding para enviar un autobus que acabó convirtiénose en ¡dos aviones!
No se han olvidado tampoco, en esta ocasión, de la comida, ya que han enviado 30 toneladas de productos de primera necesidad.
Un proyecto que tomó forma con la pandemia y que, ahora, ha echado a volar llevando la ayuda humanitaria por bandera.
MARÍA J. HERRERO SALAS
LinkedIn Top Voices 2021 sostenibilidad
Fundadora de Food Advisor