La cultura del descarte, que nos incita a desechar lo que ya hemos utilizado, da sus últimos coletazos ante empresas que apuestan por el aprovechamiento y hogares cada vez más sostenibles.
La comida precocinada, los pedidos a domicilio o los productos ultraprocesados van de la mano de bolsas y recipientes de plástico, cartón y papel. Caprichos muy habituales que le salen caros al medioambiente. ¿El principal problema? No pensamos en la reutilización de envases que utilizamos, simplemente los desechamos.
El plástico es uno de los principales protagonistas de esta cultura del descarte. Sin embargo, según datos de PlasticsEurope, la asociación europea de fabricantes de este material, su producción mundial se redujo un 0,3% en 2020 a causa de la pandemia.
Cifras esperanzadoras, pero con las que no podemos relajarnos. Y es que la diferencia con el año 2019 es poco notable: se ha pasado de 368 millones de toneladas a 367 con la pandemia. Estamos en el camino, pero aún quedan kilómetros.
La contaminación por plásticos o residuos similares tarda en desaparecer varios siglos y, teniendo en cuenta que gran parte de su producción se destina a darle forma a envases y envoltorio de todo tipo de alimentos y artículos, el reto del aprovechamiento es una realidad.
Cada vez son más las empresas que compensan su inquebrantable relación con los envases apostando por un modelo de economía circular que implicar compartir, reparar y reutilizar para extender la vida útil de los productos.
En Morrisons los envases se alquilan
La cuarta cadena de supermercados más grande de Reino Unido no quiere dejar huellas contaminantes y, por ello, ha puesto en marcha un proyecto piloto con envases fabricados con polipropileno reciclable que podrán usarse hasta 400 veces.
El objetivo final sería conseguir llegar a un sistema de alquiler de recipientes para alargar lo máximo posible su circulación, evitando así que sean desechados.
Sumar fuerzas a este objetivo sostenible será fácil, ya que solo hace falta descargar una aplicación, escanear un código QR en la sección de ensaladas y hacer un depósito de 5 libras como fianza para obtener tu caja.
Pero no se conforman solo con esta sección, la cadena se ha propuesto reducir el 50% de los envases de plástico de sus productos de marca propia antes de 2025. Un objetivo a largo plazo que ya ha dado sus primeros pasos.
Bûmerang abre la puerta de los envases retornables al delivery
España también tiene sus iniciativas. Esta stratup catalana se lleva a su terreno las características del famoso objeto aerodinámico, pues quieren crear bowls de comida a domicilio que siempre regresen a su punto de origen.
Oriol Segarra, su creador, quería apostar por soluciones sostenibles a los envases contaminantes que no supusiesen un gran esfuerzo para el consumidor.
El mecanismo es muy sencillo: a través de la aplicación de Bûmerang debes revisar los restaurantes que tienen disponible este servicio reutilizable, elegir el que más te guste, pedirlo, degustar tus platos preferidos en envases sostenibles y, luego, devolver el recipiente en cualquier local que tenga este servicio.
La higiene está garantizada con las máquinas industriales que se encargan de lavar cada envase para que pueda ser reutilizado.
¿Otra ventaja? Este gesto sostenible no te costará ni un solo céntimo, ya que el servicio es gratuito. Eso sí, si no devuelves el envase al cabo de 15 días, te penalizarán con 6€.
Noweat: alimentación saludable y sostenible en la oficina
Esta empresa, que instala en oficinas neveras con menús hechos con productos orgánicos, locales y sin azúcares, utiliza envases reutilizables que se encarga de recoger cada día, una vez han sido usados.
Una dieta variada y saludable, sin esperas y con un servicio totalmente sostenible ¿Qué más se puede pedir?
Está claro que las empresas avanzan a toda velocidad en la elaboración de propuestas de envasado sostenible con las que cualquiera puede colaborar. Pero, desde casa, también es posible aportar tu granito de arena.
Los envases en casa
Todo puede empezar en el supermercado. Antes de decantarte por cualquier producto, fíjate en el pack completo, es decir, selecciona aquello que te guste, pero que, además, utilice materiales respetuosos con el medioambiente.
Es fácil encontrar en una bolsa de tela la solución para llevar hasta nuestra casa el pan, la leche o unas galletas, pero ¿transportamos las frutas y las verduras en las bolsas de plástico que ofrecen los supermercados? Claro que no, nuestra respuesta sostenible puede llegar en forma de bolsa de tela o recipientes acristalados.
Una solución que podemos aplicar a la carne o el embutido que envuelven en bandejas de poliespán o papel de estraza es la del tupper, ya que un recipiente de cristal limpio puede cumplir la misma función.
Carrefour y Alcampo son las dos grandes superficies que, por el momento, aceptan que los clientes lleven envases de casa para guardar la comida que se presenta en bolsas o recipientes de plástico. Eso sí, deben estar limpios y secos, respetando la seguridad alimentaria. Una costumbre que todo apunta a que acabará generalizándose.
Pensar dos veces antes de tirar algo a la basura debería ser nuestro mantra. Recipientes de vidrio, envases de plástico o cajas de PVC, todo puede tener una segunda vida y transformarse en cestas útiles, huchas, elementos decorativos para el hogar o cajitas de regalo. Pon a prueba tus envases y aumenta su vida útil.