Los modelos de movilidad más sostenible en las ciudades
La normativa europea, así como las expectativas y demandas de los propios ciudadanos, cada día más concienciados, están moldeando las urbes y acercándolas a un modelo más sostenible de ciudad. Las diferentes administraciones están interviniendo y regulando aspectos tan diversos como el tratamiento de residuos sólidos urbanos, construcción y remodelación de vivienda, la reestructuración del urbanismo y la movilidad, todo ello con el objetivo de conseguir ciudades más respetuosas con sus habitantes y con el medio ambiente. Es, precisamente, este último aspecto el que más cambios ha sufrido hasta el momento y el que más está afectando a los desplazamientos y la forma de entender las grandes y medianas ciudades, llegando a modificar el estilo de vida de sus habitantes, en ocasiones, de forma profunda.
Medidas aplicadas
Una de las últimas medidas que más ha impactado en nuestro país ha sido la implantación en 149 ciudades de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), con la intención de mejorar la calidad del aire y fomentar el uso de vehículos de movilidad sostenible. Esta medida, que principalmente incluye restricciones de acceso y circulación a determinados vehículos privados dentro de las zonas delimitadas, ha llevado al 70% de la población a plantearse soluciones de movilidad sostenibles, según un estudio realizado por FREE NOW en enero de 2023. Tenemos así ejemplos de ciudades en España que integran estos nuevos tipos de movilidad y que han comenzado a alterar su propia estructura para adaptarse a ellas. Valencia, con casi 800.000 habitantes, podría ser un referente ya que cuenta con 180 km de carril bici, con diversos proyectos en marcha para ampliarlos en los próximos años y casi 8 mil personas usaron la bicicleta a diario, según su ayuntamiento. Este uso de la multimovilidad ha crecido de forma exponencial especialmente en el último año y, por ejemplo, en 2022 en FREE NOW se registró un aumento de uso de patinetes, coches compartidos, motos y bicicletas del 585% respecto al año anterior.
[Foto de Erik Mclean en Pexels]
Revolución de las ciudades en movilidad sostenible
Sin embargo, además de los esfuerzos de los ayuntamientos y comunidades por implantar la ZBE y adaptar las infraestructuras a esta nueva realidad, todavía estamos al comienzo de esta revolución y las ciudades tienen por delante nuevos retos para implementar esta nueva movilidad. El ejemplo más claro lo tenemos en las llamadas “Ciudades de los 15 minutos”, un modelo urbano planificado de tal manera que ninguno de sus habitantes necesite más de un cuarto de hora para acceder a cualquier servicio o llegar a su trabajo andando, en bicicleta o en transporte público. Un modelo que solo será posible con medidas más atrevidas, como una reducción radical del tráfico que deje espacio para vehículos más sostenibles, áreas peatonales y zonas verdes que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos. El camino que hay por delante es largo ya que, por ejemplo, este modelo de ciudad contempla que todos los servicios básicos- como médicos, colegios, supermercados, y por supuesto el trabajo- se encuentran a 15 minutos. Este último aspecto laboral es el más crítico ya que actualmente los madrileños tardan de media 62 minutos para ir y volver del trabajo y los barceloneses 50.
[Foto de Markus Spiske en Pexels]
Opciones seguras, conectadas e integradas
Otros agentes que ya están colaborando en la creación de la nueva movilidad son las empresas, tanto si pertenecen al sector de la movilidad como si no. Las primeras tenemos la obligación de facilitar opciones de movilidad seguras, conectadas, integradas y cómodas para los usuarios que, por otro lado, demandan cada vez más nuevas soluciones de movilidad, lo que se traduce no sólo en más opciones de transporte sostenible, sino en servicios que las hagan más accesibles. Uno de nuestros principales objetivos es hacer crecer a FREE NOW desde el concepto de superapp, buscando integrar todas las opciones de transporte disponibles, desde el transporte público hasta las bicicletas y motos eléctricas, pasando por coches compartidos y taxis, creando de esta manera un ecosistema de movilidad urbana totalmente integrado y con una usabilidad excelente para todos los ciudadanos.
De la misma manera, las empresas deben flexibilizar el gasto en transporte y estar abiertas a la idea de un presupuesto de movilidad que sustituya al coche de empresa o los abonos de transporte público, ahora que muchas han instaurado el teletrabajo de manera permanente. Estas iniciativas, además, ayudan a mejorar la conciliación de los trabajadores, algo que repercute de forma directa en su satisfacción profesional y personal.
¿La movilidad sostenible es posible?
La conclusión es que la solución para lograr una movilidad sostenible depende muchos factores y de diferentes agentes y que sólo se podrá conseguir mediante la colaboración de todos ellos. No sólo vale con tener una infraestructura adecuada, tanto de vehículos como de planes de urbanismo adaptados, sino también agentes que sepan hacer llegar toda la oferta de movilidad a los ciudadanos, empresas que faciliten su uso y lo integren dentro de sus políticas.
Isabel García Frontera, directora general de FREE NOW España