El pasado 23 de febrero tuvo lugar el día internacional de la esterilización en perros, un tema que a día de hoy sigue generando controversia y muchas dudas entre los dueños. Sí, antes de intervenir a nuestras mascotas debemos informarnos sobre qué implica realmente esta cirugía y qué beneficios podría aportar a nuestros peludos. Por eso, en The Reason Behind aportamos un poco de luz en este asunto que concierne la salud de nuestros queridos perros.
Lo primero de todo, debemos saber qué sucede en esa operación. Pues bien, la esterilización es una cirugía en la que se extraen los órganos reproductores del perro. En el caso de los machos se realiza la extirpación de los testículos, mientras que en el de las hembras, además de los ovarios, se puede extraer también el útero. Es una intervención que ahorrará posibles problemas futuros de salud y aliviará la agudeza de muchos comportamientos de nuestros compañeros caninos. Y, a pesar de lo que muchos temen, esta intervención no causa ningún daño, no nos tenemos que preocupar por su bienestar ya que se realiza a diario y las técnicas están muy especializadas.
En cuanto a lo que a salud respecta, la esterilización evitará la aparición de muchas enfermedades como el cáncer de testículos y de ovarios, la infección de útero, la aparición de tumores mamarios…
Por ejemplo, la aparición de tumores mamarios, afecta al 25% perras no esterilizadas. La pseudogestación o embarazo psicológico en hembras también se elimina si llevamos a cabo una castración precoz.
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Además de ahorrarnos muchas enfermedades, gracias a la esterilización evitamos problemas relacionados con el comportamiento hormonal. Además, los perros esterilizados suelen ser menos agresivos y territoriales, lo que puede hacer que sean más fáciles de entrenar y socializar. También pueden tener una mayor esperanza de vida y menos problemas de salud en general.
Y es que la esterilización se centra en mitigar los comportamientos relacionados con las hormonas, y se recomienda de forma general llevar a cabo la operación entre los 6 y 9 meses de vida, una edad en la que el cachorro está formando sus conductas. También se puede realizar en la edad adulta, sin embargo, hay más riesgo de que ciertas actitudes sean ya inamovibles. Además, debes saber que en las hembras, cuanto más tardemos en intervenir, más posibilidades hay de que tumores mamarios aparezcan.
Otra de las ventajas de esterilizar a un perro es que se reduce la cantidad de tiempo y dinero que se gasta en la atención de camadas que no son deseadas. Esto puede permitirte como dueño dedicar más tiempo y recursos a otros aspectos de su estilo de vida, como viajar o participar en actividades al aire libre.
[Alexis Antoine from Unsplash]
Por otro lado, la esterilización de perros combate el gran problema de sobrepoblación canina al que nos enfrentamos. Lo muestran los dato, 1 de cada 4 perros recogidos en refugios de animales provienen de camadas no deseadas.
La posibilidad de que estos perros sean adoptados es aproximadamente del 50% lo que implica que el resto permanecen en el centro de acogida y si no son adoptados en un periodo de tiempo, son sacrificados. La esterilización puede evitar en gran medida esta tragedia. A día de hoy contamos con técnicas muy avanzadas y expertos veterinarios que llevan a cabo esta intervención a diario, y la balanza se inclina hacia beneficios más que riesgos.
Ahora está en tu mano tomar la decisión, ¡todo por la tranquilidad de nuestros fieles compañeros!