No cabe duda de que no podemos seguir produciendo ni consumiendo moda de la manera en que lo hemos estado haciendo hasta ahora. El daño que la industria de la moda está causando al medioambiente es insostenible.
Para minimizar su impacto, enfrentamos grandes retos que requieren soluciones urgentes:
• Altos costes de producción: Los textiles innovadores y sostenibles suelen tener precios más altos que los materiales convencionales.
• Inversión inicial elevada: Las tecnologías requieren una inversión significativa en investigación y desarrollo, lo que puede dificultar el acceso a pequeñas marcas.
• Falta de trazabilidad: Garantizar la transparencia en la cadena de suministro es complejo, especialmente en países con regulaciones laborales y ambientales laxas.
• Certificaciones confusas: La proliferación de etiquetas de sostenibilidad dificulta a los consumidores distinguir cuáles son fiables.
• Baja sensibilización del consumidor: Muchas personas desconocen el impacto ambiental de la moda rápida y priorizan el precio sobre la sostenibilidad. Pese a que hay una tendencia hacia un consumo responsable, la realidad es que la moda que a día de hoy sigue liderando el mercado es la moda de bajo coste
• Producción limitada: Las marcas sostenibles suelen operar a pequeña escala, lo que dificulta competir en precio con las grandes economías de escala de la moda rápida.
• Problemas de reciclaje: Las prendas fabricadas con una sola composición como algodón y poliéster, son relativamente fáciles a día de hoy de reciclar. Cuando se utilizan mezclas en prendas, el reciclaje es muy costoso y en ocasiones no es viable. Esto resalta la importancia del ecodiseño.
• Falta de estándares globales: No existe una regulación universal que obligue a las empresas a adoptar prácticas sostenibles. Cada país tiene sus propias regulaciones.
• Condiciones laborales: Asegurar la sostenibilidad social, con salarios dignos y condiciones laborales justas, sigue siendo un desafío enorme. Las marcas que producen localmente en Europa, no pueden competir con marcas que están fabricando en países asiáticos bajo condiciones laborales precarias en ocasiones.
• Herramientas de medición limitadas: Determinar el impacto ambiental real de productos y procesos no es uniforme ni transparente. Es complejo medir el impacto. Existen cada vez más herramientas que ayuden a la medición pero es la propia empresa la que introduce los datos y en ocasión la medición del impacto puede ser subjetiva.
• Greenwashing: Algunas marcas exageran sus esfuerzos sostenibles, lo que genera desconfianza en los consumidores.
Innovación tecnológica para una moda sostenible
Las nuevas tecnologías están desempeñando un papel crucial en la transición hacia una moda más sostenible, ofreciendo soluciones innovadoras que abordan estos retos ambientales y sociales. Algunos ejemplos destacados son:
- Innovación para la obtención materiales sostenibles: Avances en biotecnología permiten desarrollar textiles sostenibles como seda sintética y tejidos a partir de desechos agrícolas o marinos.
- Fabricación digital y personalización: La impresión 3D y el corte por láser reducen el desperdicio de materiales y energía mediante una producción más eficiente.
- Uso de Blockchain para la trazabilidad: Esta tecnología garantiza la trazabilidad y autenticidad en la cadena de suministro, promoviendo la transparencia.
- Internet de las cosas (IoT): Sensores en prendas permiten monitorizar su uso y ciclo de vida, facilitando el reciclaje y la reutilización.
- Inteligencia artificial para reducir los excesos de inventarios (IA): Algoritmos de IA optimizan la producción y prevén tendencias de consumo, reduciendo el exceso de inventario.
- Realidad aumentada (AR) y virtual (VR): Estas tecnologías mejoran la experiencia de compra virtual, disminuyendo devoluciones y la huella de carbono asociada.
- Reciclaje y upcycling: Innovaciones en procesos de reciclaje químico y mecánico transforman desechos textiles en materiales de alta calidad, cerrando el ciclo de vida de las prendas.
Startups españolas impulsando la moda sostenible
En España, varias startups están liderando el camino hacia soluciones tecnológicas para la industria de la moda:
- Recovo: Fundada por Mónica Rodríguez y Marta Iglesias, esta plataforma B2B permite a las marcas comprar y vender tejidos sobrantes, fomentando la economía circular.
- BCome: Ofrece herramientas tecnológicas para medir, gestionar y comunicar el impacto ambiental y social de los productos, promoviendo prácticas responsables.
- Logo Circular: Ofrece a su comunidad de miembros una experiencia única de acceso ilimitado a un armario de bolsos de firma, y les brinda la oportunidad de monetizar sus propias piezas subiéndolas a la plataforma, ofreciendo una forma innovadora y sostenible de acceder a las piezas más codiciadas .
- Devera: Desarrolla soluciones tecnológicas para medir el impacto ambiental y social de las marcas, ayudándolas a reducir su huella ecológica.
- Ealyx: emplea inteligencia artificial para evaluar la sostenibilidad de las cadenas de suministro en el sector de la moda, ayudando a las empresas a identificar puntos de mejora y reducir su impacto ambiental de manera estratégica
- Sekond
Colaboran con marcas de moda, compañías de uniformes y hoteles para convertir inventarios sin uso y artículos dañados en nuevos productos funcionales que se alinean con sus objetivos de sostenibilidad.
Un camino hacia el cambio
Aunque los retos son significativos, la combinación de innovación tecnológica, compromiso empresarial y una mayor concienciación social nos está llevando en la dirección correcta. En conclusión, la moda sostenible es un desafío, pero también una oportunidad para reinventar la industria y construir un futuro más respetuoso con el planeta.