Cuando se piensa en sostenibilidad, lo último que suele venir a la mente es el rugido de un camión en una carretera industrial. Sin embargo, detrás de cada palet entregado, cada grúa en funcionamiento o cada mercancía refrigerada cruzando un país, hay un sistema complejo que puede y debe ser más verde. Hablo de las flotas de vehículos industriales: ese engranaje esencial pero invisible que sostiene nuestras economías modernas y que hoy, más que nunca, está llamado a transformarse.
En este artículo no encontrará promesas comerciales ni discursos de catálogo. Encontrará una reflexión crítica desde el terreno: desde el barro de los centros logísticos, los márgenes de las autopistas y los centros de mantenimiento donde se forja —o se entorpece— la sostenibilidad del transporte industrial.
El esqueleto de la logística moderna
Las flotas industriales no son un lujo ni un complemento: son el esqueleto que mantiene en pie a sectores como la construcción, la alimentación, la energía y la logística. Camiones rígidos, cisternas, plataformas elevadoras o tractocamiones forman parte de un ecosistema tan diverso como vital. Y su impacto ambiental, económico y social es proporcional a su peso logístico.
A menudo olvidamos que detrás de cada elección de vehículo hay una cadena de consecuencias. Elegir mal un vehículo industrial no solo dispara los costes operativos: multiplica el consumo energético, reduce la vida útil de los activos y compromete la seguridad vial y medioambiental. Es aquí donde empieza la sostenibilidad: en la decisión técnica y estratégica de qué ponemos a circular.
Desde Fraikin, acompañamos a las empresas precisamente en este punto crucial: asesoramos en la elección adecuada del tipo de vehículo según la operativa, ayudando a equilibrar eficiencia, coste y sostenibilidad.
El reto: eficiencia sin sacrificios
Mucho se habla de eficiencia, pero en la práctica, aún seguimos viendo flotas sobredimensionadas, vehículos obsoletos o rutas mal planificadas. ¿Cómo cambiar esto? La respuesta no está en un solo lugar, sino en la intersección entre datos, tecnología y mentalidad.
La telemetría vehicular —más allá de un simple GPS— permite comprender el comportamiento real de cada unidad. No se trata solo de saber dónde está un camión, sino cómo se comporta, cuánto consume o cuántas veces frena. Asimismo, hay que saber cuándo conviene detenerlo para evitar una avería mayor. El mantenimiento predictivo, basado en estos datos, no es una moda, es una necesidad: reduce interrupciones, alarga la vida útil de los vehículos y, sobre todo, reduce emisiones.
Esta visión integral de la gestión de flotas es la que aplicamos en Fraikin con nuestros clientes: una gestión que va más allá del renting, que implica acompañamiento estratégico, análisis continuo y adaptación tecnológica constante.
Sostenibilidad como decisión operacional
Hoy sabemos que el tipo de combustible que utilizamos es tan estratégico como la carga que transportamos. Y aunque el futuro apunta a la electrificación y al hidrógeno verde, en el presente debemos hablar de transición.
La electrificación completa de flotas pesadas aún tiene barreras importantes: desde el coste de adquisición hasta la autonomía o la infraestructura de recarga. Pero eso no significa quedarse de brazos cruzados. Los biocombustibles de segunda generación, el Euro 6, el gas natural vehicular o los combustibles sintéticos son pasos intermedios cruciales. No son perfectos, pero son mejores que la inacción. En un mercado donde la edad media de los vehículos industriales supera los 14 años, tecnologías como Euro 6 o los nuevos modelos menos contaminantes ayudan a reducir emisiones. Contaminar menos, aunque no sea cero, también cuenta en el camino hacia una movilidad verdaderamente sostenible.
La clave está en avanzar, aunque sea por tramos. La sostenibilidad no es un destino al que se llega de golpe, sino una ruta que se traza con decisiones responsables. Por eso, desde Fraikin trabajamos mano a mano con operadores y responsables de flotas para definir estrategias energéticas realistas y escalables.
Tecnología y trazabilidad: los nuevos aliados del gestor de flotas
Uno de los grandes cambios silenciosos en la gestión de flotas industriales es la trazabilidad logística en tiempo real. Hoy, no solo importa mover carga. Importa saber qué se mueve, cómo se mueve, con qué impacto y en qué condiciones. La logística inversa, por ejemplo, ya no es un añadido logístico, sino una exigencia de eficiencia circular.
La integración de software ERP, plataformas IoT y sistemas de inteligencia artificial permite optimizar rutas, automatizar procesos y tomar decisiones basadas en datos y no en intuiciones. Y si queremos sostenibilidad real, no hay espacio para la improvisación.
El factor humano: el gran olvidado
La tecnología avanza, pero no sustituye el factor humano. Ningún algoritmo funcionará sin operadores capacitados, sin cultura de seguridad, sin compromiso transversal con la sostenibilidad.
La capacitación continua, la sensibilización ambiental y el compromiso con la seguridad vial son parte integral de esta transformación. La sostenibilidad no solo se mide en gramos de CO₂ evitados, sino en empleos dignos, en formación técnica y en responsabilidad social.
Este enfoque, que combina tecnología con humanidad, lo llevamos grabado en nuestra forma de operar y transmitir conocimiento a los clientes de Frakin desde nuestra experiencia en campo.
Una oportunidad histórica
Nos enfrentamos a una oportunidad histórica. Por primera vez, las flotas industriales pueden ser parte activa de la solución ambiental y no del problema. No será fácil. Requiere inversión, tiempo y voluntad. Pero sobre todo, requiere cambiar la forma en que entendemos la rentabilidad: ya no basta con mover mercancía al menor coste. Hay que moverla con el menor impacto posible.
No hablo desde la teoría. Hablo desde la operación, desde la experiencia de gestionar miles de vehículos al servicio de empresas que entienden que la logística no puede ir en contra del planeta.
Porque en cada kilómetro hay una elección. Y en cada elección, una responsabilidad. Y si se hace acompañado de un socio que entiende el sector y comparte el compromiso con la sostenibilidad, el camino es más claro, más eficaz, y mucho más transformador.
Como operadores especializados, en Fraikin aportamos esta capa tecnológica y de inteligencia operacional en cada fase del ciclo de vida del vehículo, ayudando a nuestros clientes a evolucionar su modelo logístico hacia estándares más sostenibles.
Por Martí Batallé, Director General de Fraikin