Entrevista a Manel Batet, Training and Communication Manager de Cafés Novell

Empresa sostenible

Manel Batet hace 27 años que trabaja en Cafés Novell. Su cargo, el único que podemos encontrar en Linkedin por la tremenda antigüedad, es Training and Communication RSC Manager.  Él es también una de las voces a la hora de hablar de la sostenibilidad en la compañía. 

La empresa fue fundada en 1958 por Ramón Novell Vivó, y desde sus inicios se distinguió por el compromiso de comprar los mejores granos que permitieran degustar una taza de café exquisita, distinguida por su bouquet y un perfil aromático característico. Años más tarde, en los 90, tomarían las riendas de la empresa los hijos y entrarían en lo que nos cuenta aquí Manel, un proceso de permanente innovación hacia la sostenibilidad en todas las fases del producto.

Personalmente me fascinó una conferencia de una persona del equipo de Manel en una sesión sobre economía circular. Me fascinó por lo que hace una pequeña empresa familiar, frente a los colosos del café. Novell sí que es sostenible. En todo. Hasta en ayudar a su consumidor a serlo. 

Aquí nos lo cuenta.

Creo que, entre nosotros y el consumidor están la industria y los intermediarios. Ellos tendrían que poner las primeras barreras

¿Del 1 al 10 cómo de sostenible te consideras? 

Yo me pondría un seis, porque hay muchas prácticas que día a día tendría que mejorar. Eso sí, gracias a mis niños, que son mucho más conscientes que yo, estoy mejorando para llegar a sumar un siete o un ocho próximamente. Tengo una niña de quince y un niño que va a cumplir catorce. Ellos están más concienciados, porque están estimulados también desde la educación en el colegio.

Dame algún ejemplo de tu actividad sostenible…

Hace tiempo que en casa reciclamos de una manera ordenada y consciente. Hay que decir que, en gran parte, fue iniciativa de mis hijos de poner distintos contenedores para cada uno de los tipos de reciclaje, facilitando así la labor.

También estoy muy concienciado con el consumo excesivo, tanto de ropa como de cosas que no siempre utilizamos. En este aspecto insisto mucho a mis hijos. Yo soy quien hace la compra en casa y siempre intento comprar producto local y de temporada. Siempre que se puede evitamos comprar cosas que hayan recorrido miles de kilómetros, aunque nos apetezca comerlas. Últimamente, además, estamos con el control de los tiempos en la ducha… para evitar gastar agua por la sequía.

¿En qué aspecto social te has involucrado más y qué crees que te ha llevado a ello?

Desde muy joven ya tenía algunas inquietudes a nivel de voluntariado. A los dieciocho años ya iba como voluntario al psiquiátrico de San Juan de Dios y en algún otro centro.  Actualmente formo parte de la comisión del “Sopar Solidari Gran Teatre del Liceu” para recabar fondos destinados a entidades del 3 sector y también colaboro en diferentes programas formativos de integración y reinserción laboral en materia de cafetería y buenas prácticas. 

 

Si tuvieras que elegir una organización benéfica, ¿cuál sería? ¿Cuál es tu referente en el campo de la sostenibilidad?

A nivel de empresa estamos muy vinculados a entidades como Cáritas, Cruz Roja y Banco de Alimentos y otras asociaciones y fundaciones del tercer sector.

En cualquier caso, a nivel personal, destacaría la organización del chef José Andrés, World Central Kitchen, y Open Arms qué están haciendo una grandísima labor social y humanitaria. 

¿Cuál es el hito más importante de tu empresa en temas de sostenibilidad? 

Si partimos de que el café se cultiva en zonas tropicales de Asia, África y Centro y Sudamérica y analizamos país por país, veremos que, en muchos de ellos, realmente aún se está trabajando en unas condiciones sociales, económicas y laborales muy desfavorables. Esto ya hizo que, en su momento, planteáramos comprar cafés certificados cuando aún ni se conocían. Hace más 25 años empezamos a buscar certificaciones con sentido y propósito, cuando ni siquiera en España se disponía de entidades avaladoras para certificar. En aquel entonces empezamos con una certificadora alemana. Hoy en día más del 80% de nuestros cafés están certificados o bien en Rainforest Alliance o Cafés Ecológicos.  

Café sostenible

¿En qué se traduce esto a nivel de empresa?

En el propósito de Cafés Novell y desde su ADN, siempre se ha tenido en cuenta tres grandes patas; “Responsabilidad Social, Innovación (desde un punto de vista no tecnológico también) y Valor añadido” y todo esto enmarcado en nuestra actividad como empresa, que es la compra de café verde en origen, la torrefacción y la distribución. 

Hay que entender que nosotros somos intermediarios. Compramos una materia prima, la cocinamos, pero no la transformamos en bebida. La desarrollará un tercero: o bien el barista en un establecimiento de hostelería o nosotros mismos en casa. Y aquí nuestra responsabilidad en Valor añadido de formación y asesoramiento.  Es una bebida con mucho esfuerzo, tanto en la compra de la materia como en su transformación, y el hecho de hacer una incorrecta manipulación desmerece todo el trabajo. Por eso es muy importante la cultura y filosofía a la hora de preparar una taza de café.  

A nivel ecológico tenemos varias cosas: por un lado, el aprovechamiento de la energía del tueste y de la cáscara sobrante del producto con la que se hacen palets. Ahora trabajamos en el embalaje. Aquí hemos pasado por ser los primeros en crear envases compostables, y ahora, estamos con los envases reciclables. Buscamos materiales que sean ecológicos y mantenga las propiedades del café. 

Además, este año hemos hecho el Home compost, esto es, nuestra cápsula también se puede compostar en casa. Todo es orgánico. 

Tenemos muchas políticas internas, también alrededor de nuestro trabajo que hacemos. Por ejemplo, cada año intentamos que los conductores de nuestros de nuestra empresa pasan un curso de buenas prácticas en conducción en donde les enseñan, entre otras cosas, a gastar menos energía.

¿Cuál es vuestro próximo reto? ¿Cómo lo vais a encarar?

Nuestro reto está en el reciclaje. Hemos buscado la fórmula para poderle dar más vidas al embalaje del producto de hostelería. Hace un año y medio que trabajamos con la Agencia de Residuos para ver qué materiales de una sola capa son realmente buenos para nuestro producto y lo hemos encontrado. Estamos trabajando en nuestra paquetería de envases reciclables también para hostelería y también hacer políticas de reciclaje. 

¿Qué tareas tenéis pendientes?

Hay muchas cosas que hacer. Por ejemplo: el café en un bar genera mucho “marro” que no se separa de la basura. Nos encantaría hacer una recogida inversa. Entregamos el producto y recogemos el marro, pero habría que cambiar muchísimas cosas. Entre otras los vehículos de transporte. Una cosa son los vehículos adaptados para un envase comestible y otro sería este subproducto que necesita otro tipo de contenedores y de transporte.

La cápsula de café ha hecho mucho daño. Ahora se está trabajando y se está concienciando para consumir café molido e incluso directamente del grano y molerlo en casa.

Producción sostenible

¿Cómo motivamos al consumidor para que elija los productos más sostenibles que proponéis? 

Es una coyuntura muy difícil porque es un tema social, económico, de concienciación y de formación. Un café de dos euros no es lo mismo que un café de cinco euros. Pero aquí hay una coyuntura económica y social que no podemos obviar. No todo el mundo tiene la posibilidad de comprar productos más caros por muy concienciado que esté.

Creo que, entre nosotros y el consumidor están la industria y los intermediarios. Ellos tendrían que poner las primeras barreras. Si lo hicieran, nadie tendría que concienciarse. 

Se trata de comunicación, pero esto es un círculo. Hay sensibilidad dirigida al marketing, empresas que se suman al carro de la sostenibilidad, pero hay mucho de marketing… y no siempre hay una acción real detrás.

En plan Orwelliano, en 2084, ¿cómo te imaginas tu empresa?

Risas… Yo no lo veré… 

A lo mejor ya no se bebe café. Son 50 años…. No se puede pensar a largo plazo, hay que pensar en el momento, en el ahora.

Yo creo que Cafés Novell dentro de cincuenta años no venderá café porque ya no habrá café. El cambio climático está afectando terriblemente a los países productores y cada vez hay menos cosechas. A lo mejor la agricultura ya ha virado hacia otros tipos de productos que aguanten temperaturas más extremas. 

La empresa puede ser que sobreviva, claro. Hace 60 años era una pastelería y aprovechaba el horno para tostar primero frutos secos (almendras y avellanas) y después, tostar café. Entonces se reinventaron. Dentro de cincuenta años igual Cafés Novell se reinventa en otra cosa. Risas.

Por Gloria Almirall

Coordinadora de Reasons en The Reason Behind

Experta en Comunicación Corporativa y profesora en ESRP