¡Que no te engañe el título querido lector o lectora! Spoiler: no escondo nada en el armario porque tengo lo mínimo dentro. O lo que es lo mismo, tengo un armario cápsula. Te podría contar todas las ventajas de este tipo de armario desde el punto de vista de la sostenibilidad. Pero para mí, la ventaja más grande es puramente egoísta: es el tiempo que me ahorro en pensar qué ponerme.
Antes de tener un armario cápsula, no era raro que me pasara unos quince minutos decidiendo que me iba a poner. Puede parecer una decisión banal, pero si un día me ponía el jersey rojo, al siguiente no tendría con qué combinar mis pantalones escoceses y el jersey negro que mejor me iba con ellos estaba en la lavadora. Si pensabas que el armario cápsula implicaba tener prendas básicas y aburridas, te diré que los días que más me costaba decidir qué ponerme acababa por llevar un look muy básico pero funcional; y además, cuando llegaba a la oficina parecía que todas las decisiones me costaban un mundo. Podía achacárselo a que esos días no me despertaba con el pie derecho, pero quizás lo más probable es que estuviese sufriendo de lo que se llama fatiga del ego.
Dicho así probablemente no sepas de qué hablo, pero si te cuento que Steve Jobs siempre se vestía con la misma ropa ya te sonará un poco más (me refiero, evidentemente, a que todas sus camisetas eran iguales, no a que llevase todos los días la misma camiseta). Efectivamente, Steve Jobs tenía esto de la fatiga del ego bien estudiado: era una persona muy analítica que se tomaba muy en serio todas sus decisiones y quizás gracias a eso llegó tan lejos. Para que las decisiones banales, como su outfit, no interfiriesen en otras más importantes, decidió vestir siempre con vaqueros y camisetas neutras.
[Foto de Rachel Claire en Pexels]
Es un ejemplo un poco extremo, pero aplicable a nuestro día a día también (aunque seamos simples mortales) y realmente nos simplificaría muchísimo la vida aunque nos cueste creerlo. Y por eso me gustaría explicarte en qué consiste exactamente de una forma muy rápida:
La fatiga del ego es el cansancio que se produce en nuestro cerebro después de tomar un montón de pequeñas decisiones, como por ejemplo, lo que nos vamos a poner por la mañana. Es decir, que si tardamos mucho en decidirlo o nos cuesta mucho planificarlo acabamos mentalmente cansados. No agotados, pero lo suficientemente cansados como para que nos afecte en otras decisiones, como elegir nuestra comida o planificar nuestras tareas en el trabajo. Decisiones que, desde mi punto de vista, son más importantes.
[Foto de Andrea Piacquadio en Pexels]
De ahí que sea muy interesante tener nuestros outfits bien planificados, para no tener que pensar en ellos cada vez que nos vamos a vestir por la mañana. Y una buena forma de conseguirlo es contar con lo que llamamos un armario cápsula. Evidentemente cuantas menos prendas tengamos en el armario menos nos costará decidir. Pero en mi opinión no es correcto limitar el número de prendas que debería tener un armario cápsula. Eso depende de cada persona y de las actividades que desarrolla en su día a día.
Por eso yo, te animo a hacer un armario cápsula pero con muy pocas reglas para hacerlo: Primero, imagínate que te tienes que ir de viaje una semana a hacer exactamente lo mismo que haces en tu día a día y en el mismo clima en el que vives: esto te ayudará a reducir el número de prendas que realmente necesitas en tu armario. Otra buena forma de reducirlo es asegurarnos de que cada una de nuestras prendas combina al menos con otros tres looks. Si además eliges prendas de calidad atemporales y que te sienten realmente bien y que vayan con tu estilo te asegurarás de que siempre vas a querer vestirlas y de que tendrás un armario duradero.
[Foto de Andrea Piacquadio Pexels]
Recuerda que lo que menos espacio ocupa en tu armario son los complementos, que es lo que realmente hace que un look se pueda diferenciar totalmente de otro. Tener menos ropa y comprarla de esta forma mucho más eficiente también es una forma de ser un poco más sostenible. Y lo más importante de todo: te librarás de la fatiga del ego y tomarás tan buenas decisiones como lo hacía Steve Jobs.