Ha llegado otra época en la que debemos cambiar la rutina de nuestras vidas, en ocasiones porque las circunstancias nos obligan (confinamiento, enfermedad, cambios de horario estacional…), en otras porque lo decidimos nosotros (vacaciones, mudanzas, nuevos horarios de trabajo…). En este caso, al llegar las Fiestas de Fin de Año, nuestras rutinas se resienten y cualquier cambio produce incertidumbre, miedo, desconfianza, desconcierto, desorganización, inseguridad… porque implica una modificación en las contingencias o circunstancias de nuestro entorno a las que estamos acostumbrados.
Los humanos hemos perdido la posibilidad de vivir según nuestros ciclos naturales por diversidad de motivos, y por acoplarse a nuestra forma de vida, lo mismo ha ocurrido con nuestros compañeros animales. Hemos creado una estructura de rutinas forzadas (trabajo, colegio, horarios asociados, etc.) que nos dan estabilidad y equilibrio, y otra vez, nuestros animales se han adaptado a ella, como bien han podido (por ejemplo, saliendo a hacer pis y caca a la calle dos o tres veces al día, cuando nosotros lo permitimos).
Las rutinas que establecemos para nosotros, nuestros niños o nuestros animales, tienen un sentido, una finalidad: establecen una coherencia en nuestras acciones, automatizan nuestras tareas, nos ayudan a ahorrar tiempo, optimizan la energía mental que necesitamos, nos anticipan las actividades programadas y nos permiten organizar nuestra vida familiar, laboral y social.
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Efectos de los cambios de las rutinas en nuestros animales
Durante las Fiestas los horarios se relajan o se transforman en un estrés extremo, invertimos mucho tiempo en realizar actividades que no solíamos hacer, comemos a deshoras y mal, la convivencia con la familia al completo nos genera ansiedad…
Nuestros compañeros animales también sufren estos cambios. Recuerda que tus compis están acostumbrados a gestionar su tiempo por sí mismos durante todas las horas en las cuales tú vas a trabajar. El solo hecho de que ahora estés todo el día en casa, para ellos ya es una distracción brutal: te observan comer, te acompañan al baño, duermen cerca de ti, ven la tele contigo, te roban los calcetines, te traen sus juguetes, recogen las migas de tu comida, huelen olores que no suele haber en casa todos los días (velas, comida… ☺ ). Cuando además tenemos a toda la familia en casa, se dispara la atención hacia los abuelos, los niños, otros animales que vienen de visita…
Toda esta actividad afectará sus ciclos diarios, las horas de descanso, los momentos de comida y la relación con los miembros de la familia. Estas nuevas rutinas, en los perros como en los humanos, pueden provocar cambios emocionales y de conducta: apatía, irritabilidad, aburrimiento, excitación, estrés…
En los gatos es aún más complejo. Su naturaleza les lleva a necesitar dormir muchas horas al día, entre 12 y 15 si son adultos, 20 en cachorros. Si toda la familia está en casa, y particularmente si hay niños, no podrán dormir las horas necesarias. Si te lo llevas a otra casa, el cambio de entorno no es algo que lleven muy bien, lo que provocará también más intranquilidad, falta de sueño, nerviosismo, falta de apetito…
¿QUÉ COSAS PRODUCEN ESTRÉS EN NUESTROS COMPIS?
La atención excesiva (acariciarlos o jugar todo el día, hablarles constantemente, llamarlos a cada rato) o la falta de atención normalizada (dejarlo solo muchas horas)
Los cambios de lugares, horarios y rutinas (las horas de comida, de sueño, de paseo, de pipis y cacas, paseos exigentes sin tiempo para ellos…)
La presencia de mucha gente en casa y especialmente de niños que insisten en interactuar con el animal o de otros animales no habituales (perros de la familia que vienen a casa!)
Juegos en horas inadecuadas (cuando quieren descansar…) o exceso de juego (por la noche antes de dormir…)
La sobrealimentación (tendemos a darles de picar todo lo que pillamos) o la falta de alimentación adecuada (los cambios de rutina hacen que en ocasiones nos saltemos comidas, el animal esté cansado y no coma lo que necesita…)
Los ruidos, tanto del exterior como los de la propia casa cuando hay visitas.
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Consejos para procurar el bienestar de tu animal durante las Fiestas
- Mantén sus rutinas de horarios (comida, descanso, juego…). No olvides incluir en ella los momentos que vas a compartir con tus animales, (mimos y paseos).
- Establece una zona segura, reservada para el animal, en la que pueda refugiarse cada vez que lo necesite; esta zona es de acceso prohibido para niños y otros animales. Si en tu zona tiran petardos o tu familia habla a voces, prepara la zona de la casa más distante de la fuente de sonido.
- Favorece tiempos de calma y descanso, respetados por todos los miembros de la familia
- Dedica un tiempo a meditar o a estar en calma en compañía de tus compañeros animales: es una experiencia de paz y relajación que te encantará. Si no sabes meditar, sólo siéntate en el suelo, en una esterilla, manta o cojín, y deja que tus animales se acerquen, si quieren.
- Busca espacios y momentos en los que el animal pueda ejercer su autonomía, (quedarse solo, con algún juguete interactivo o un snack natural para roer).
- Vigila la alimentación, en esta época nos van los excesos y solemos dar más cantidad, tanto en el comedero como entre horas; también damos sobras. Por otro lado, la excesiva actividad a la que sometemos a los animales o la ansiedad por los cambios, hacen que su alimentación no sea adecuada.
- Realiza paseos relajados, tranquilos, priorizando las necesidades de tu perro (olfatear, conocer otros perros…).
- Inventa juegos para tus animales en familia, con materiales variados que tengas en casa, y que él pueda resolver. Los juegos deben ser tranquilos, sin excesiva excitación. Hay algunos videos sobre juegos en mi canal de Youtube y puedes descargarte una Guía de Juegos en mi Web.
- Existen terapias naturales alternativas que pueden ayudar a humanos y animales en épocas de cambios; shiatsu, zoofarmacognosis, aromaterapia, suplementos naturales, flores de Bach… Es un buen momento para investigar sobre ellas y animarte a probar la vida más natural.
Disfrutar de la vida y de tus seres queridos está en ti, en tu propia naturaleza… Incluye a cada uno de los miembros de tu familia y encontrarás armonía y tranquilidad en tu día a día. Mira hacia tu interior y propóntelo como un reto personal que beneficiará a todo tu entorno… Si tú cambias, todo a tu alrededor cambia
¡Felices Fiestas!