Hoy en día, la inteligencia artificial (IA), se ha convertido en trending topic a nivel global y en una herramienta que influye en todas las áreas de la vida de una persona, desde su uso cotidiano (smartphones, asistentes de voz, mapas y navegadores…) hasta la gestión empresarial y toma de decisiones. A pesar de su gran uso nos surgen ciertas dudas: ¿hacemos uso de una IA ética? ¿Cómo podemos implementar una IA sostenible? ¿es tan necesaria cómo nos hacen creer?
Durante este último año, la importancia de la ética en la IA se ha vuelto más relevante debido a que cada vez son más los sistemas y productos que van implantando su uso generando numerosas ventajas y, a su vez, plantean riesgos y dificultades del uso malintencionado de la tecnología (malware). Para solventar posibles desventajas en su utilización es necesario que, a nivel nacional e internacional, se definan diferentes políticas en relación a la tecnología para garantizar la protección, los derechos y la dignidad de personas y empresas.
La inteligencia artificial sostenible (IAS) tiene un gran desafío ya que puede reducir el consumo de energía, optimizar los recursos y abordar los desafíos ambientales. El desarrollo de una IA sostenible es crucial debido a los urgentes problemas ambientales. Al desarrollar sistemas de IA que prioricen la sostenibilidad a largo plazo, podemos beneficiar a la sociedad y al planeta. Esto requiere un delicado equilibrio entre aprovechar las capacidades transformadoras de la IA y mitigar sus efectos ambientales adversos. Por ello, en Qaleon, generamos el mayor impacto de negocio explotando las ventajas que ofrece la tecnología, alineando los procesos, operativa, cultura interna y tecnología al servicio de las empresas. Nuestras soluciones SaaS de análisis avanzado y predictivo han sido diseñadas y desarrolladas para ayudar a las empresas a la sostenibilidad de sus negocios, garantizando la eficiencia, la transparencia y la ética en los algoritmos que implementamos para un uso responsable de la gestión de los datos.
Para mitigar el impacto ambiental de la IA, es importante desarrollar e implementar prácticas energéticamente eficientes. Esto incluye optimizar algoritmos y diseños de hardware para reducir al mínimo el consumo de energía, explorar fuentes de energía renovable para alimentar la infraestructura de IA y adoptar técnicas responsables de gestión de datos.
Sin embargo, el uso de la inteligencia artificial sostenible (IAS) se enfrenta también a cuestiones éticas. La ética en la inteligencia artificial se refiere al estudio de los valores y principios éticos que deben guiar la creación y uso de sistemas de inteligencia artificial. Esto incluye la toma de decisiones, la transparencia y la responsabilidad en el desarrollo y uso de la tecnología.
Dentro de la transparencia y la explicabilidad de los procesos de toma de decisiones en la IA, es necesario garantizar que los usuarios comprendan cómo se toman las decisiones en la IA y cómo se utilizan los datos para llegar a esas decisiones. Otro de los grandes retos ético es la equidad y la no discriminación. La IA puede perpetuar la discriminación si se entrena con datos sesgados o si no se tienen en cuenta las diferencias culturales y de género.
Para ello, la vigilancia, seguridad y transparencia son elementos sustanciales para garantizar la confianza y credibilidad en la toma de decisiones y no sean perjudiciales para la sociedad y el medio ambiente. La privacidad y la protección de datos también son grandes retos éticos importantes al trabajar con la IA. La IA puede recopilar y analizar grandes cantidades de datos personales, lo que puede plantear riesgos para la privacidad y la seguridad de los usuarios. Es necesario establecer medidas de seguridad sólidas y garantizar que los usuarios tengan control sobre sus datos personales.
Según Vincent Müller, de la Universidad de Standford, en el artículo “Ethics of Artificial Intelligence and Robotics” para garantizar el uso responsable de la IA, señala los principios clave de ética de la IA:
- La vigilancia y la seguridad: definir los límites de la privacidad y hacer una evaluación continua para garantizar su cumplimiento ético y su contribución a la sostenibilidad.
- Manipulación del comportamiento: contenido falso (deepfakes) para influir en la opinión pública.
- Los sesgos en la toma de decisiones: garantizar que la IA no discrimine ni introduzca sesgos en la toma de decisiones.
- La opacidad de los sistemas: los algoritmos y modelos de IA deben ser transparentes, comprensibles y explicables.
- Interacción entre humanos y máquinas. Aquí surgen muchas dudas, ya que la misma tecnología puede influenciar a los humanos a ciertos comportamientos.
- Empleo y automatización: las empresas deben asumir la responsabilidad de sus acciones y decisiones.
- La ética de las máquinas: definir el grado de autonomía de las máquinas.
La ética en la inteligencia artificial sostenible (IAS) es una necesidad para el beneficio de la sociedad y el medio ambiente. La responsabilidad y la transparencia son temas importantes en el desarrollo y uso de la inteligencia artificial (IA). A medida que la IA se vuelve más común en nuestra sociedad, es necesario considerar quién es responsable de las decisiones tomadas por la IA y cómo se puede garantizar la trazabilidad de la responsabilidad.
La transparencia es sin duda la mejor aliada para mejorar la confianza en la utilización de la IA. Cuando los usuarios comprenden cómo se toman las decisiones, cómo se utilizan los datos para esa toma de decisiones y el impacto positivo que tiene a la hora de predecir y optimizar procesos y recursos, es más probable que confíen en la IA y vean a esta tecnología como algo negativo.
No debemos olvidar que la Inteligencia Artificial es una tecnología que tiene un enorme impacto en la sociedad, por ello, es indispensable establecer marcos claros de responsabilidad y transparencia, incluyendo la creación de estándares y regulaciones globales claras y la asignación de responsabilidades a todo el ecosistema relacionado con el desarrollo de la Inteligencia Artificial, dejando unos parámetros claros para todos: empresas y sociedad, siendo necesario educar a los usuarios sobre el uso de la IA y sus posibles consecuencias. Esto puede ayudar a garantizar que la IA sea utilizada de manera justa y ética.