El 28 de julio de 2022 Global Footprint Network, un grupo independiente de expertos que desarrolla y promueve herramientas que miden la cantidad de recursos que usamos frente a la cantidad que tenemos para lograr una mayor sostenibilidad, declaró que los humanos habíamos agotado todos los recursos disponibles que nos corresponden en el año. A partir de ese día, nos encontrábamos en deuda con el planeta, y comenzamos a abastecernos de recursos que no nos pertenecían.
Ese día, de sobrecapacidad de la tierra es una alarma para advertirnos de que el modo de consumo y de adquisición de nuestros alimentos tiene un costo ambiental demasiado alto e insostenible. Sí, la sobreexplotación agrícola se ha convertido en una de las prácticas humanas que más contribuye al cambio climático en la actualidad. Y precisamente 3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por la ONU se centran en combatir este deficiente uso de los ecosistemas terrestres y encontrar modelos sostenibles que puedan reemplazar a los actuales.
Un cambio en la producción alimentaria es necesario y urgente si queremos cumplir el objetivo de parar el cambio climático en los próximos 50 años y con esta motivación surgen proyectos como l’Alter de Vorasenda, para traer la esperanza de tratar nuestras tierras con respeto y producir con conciencia.
[Foto de L’Alter de Vorasenda]
En las inmediaciones de Carpesa, en l’Horta Nord de Valencia surgió hace 11 años una necesidad de cambiar el sistema de producción agrícola al que estamos acostumbrados y construir una comunidad que creciese a la par que un modelo de producción agrícola sostenible. Con esta ambición como bandera, Fabiola, Manu, Bert, Pablo y Xavi comenzaron a construir un espacio creativo y respetuoso con las tierras valencianas donde sembrar no solo sus hortalizas sino también sus ganas de construir comunidad. L’Alter de Vorasenda es producto de la sostenibilidad y el colectivismo.
El espacio se encuentra dividido en dos zonas. Primero, una zona de producción donde cultivan las frutas y verduras de temporada utilizando técnicas de agricultura sostenible. En Vorasenda han apostado por un modelo de agroecología basada en la venta directa, la agricultura regenerativa, los productos de temporada, sostenibles y libres de pesticidas. Todo esto llevado a cabo asegurando una digna compensación a los trabajadores por la labor desempeñada y un precio justo por el producto recogido.
La segunda zona corresponde a la zona de aspiración lúdica e interactiva de la huerta, aquí tienen lugar los eventos culturales, educativos y artísticos también promovidos en Vorasenda. Los adeptos al proyecto no solo pueden alimentarse de los productos recolectados en proximidad sino también del aprendizaje entorno al espacio.
[Foto de Elaine Casap]
Desde hace cinco años, Alter de Vorasenda se mantiene con vida a través de un intercambio circular, y las contribuciones crecen cada mes más y más. Ahora mismo esta horta valenciana abastece a 150 familias además de tiendas, cooperativas de consumo, comedores sociales, caterings y restaurantes. A principio de cada mes el proyecto recibe de cada cliente una cuota que garantiza al proyecto un ingreso mínimo vital, para cubrir los gastos básicos de mantenimiento y producción. La aportación representa un adelanto de compra que los usuarios recuperan a lo largo del mismo mes. El alimento sostenible nace, por tanto, de un modelo social sostenible. La implicación de muchas otras personas que creen en el proyecto ha hecho posible su desarrollo, convirtiéndolo en lo que es a día de hoy: un territorio natural que conecta a las personas con el medio ambiente.
Iniciativas como l’Alter de Vorasenda demuestran la posibilidad y efectividad de programas que actúen acorde con los ritmos naturales que marca el planeta. No es utópico querer abastecernos con modelos productivos, económicamente rentables y sostenibles de alimentación y agricultura, y que cumplan los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Tan solo hay que dejar a un lado el individualismo y apoyar propuestas como l’Alter de Vorasenda que recitan una oda al intercambio de experiencias y al apoyo entre miembros de un mismo colectivo movidos por un bien común: vivir en conciencia con el planeta.