Hay un dato escalofriante, cerca de 7 millones de personas murieron en 2016 en todo el mundo, por la contaminación del aire.
¿Cómo pudo haber sucedido esto?
Es cierto, este fenómeno no provoca la muerte directa, pero exponerse a altos niveles de contaminación puede causar dolencias como cáncer de pulmón, derrames cerebrales e incluso infecciones respiratorias. Por estas razones, cualquier país debería tener un plan de sostenibilidad para reducir la contaminación en sus ciudades y conseguir tener un aire limpio. Te ponemos un poco en situación.
Primero debes saber que la contaminación del aire se produce a partir de una mezcla de partículas sólidas y gases que se debe principalmente a los compuestos químicos de las fábricas y a las emisiones de los automóviles. El sector industrial y del transporte son responsables de la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas.
[Foto de Chris LeBoutillier en Unsplash]
Ahora que conoces en qué consiste la contaminación, también te preguntarás en qué circunstancias comenzó. El mayor impacto inicial se produce debido a la Revolución Industrial. La construcción masiva de fábricas y la actividad industrial origina un problema que hemos arrastrado hasta hoy. Ahora conocemos el problema que esto supone, pero entonces se desconocían los graves efectos de esas fábricas.
A continuación pasamos a las buenas noticias:conocemos el problema, pero también la solución. Existen ciudades limpias que luchan contra los graves efectos de la contaminación y toman acción para llegar a un aire verdaderamente limpio y de calidad.
Todos los seres vivos dependemos del aire, y en The Reason Behind sabemos que debe tener un lugar primordial en nuestra escala de responsabilidades. Por eso vamos a compartir con vosotros cuáles son las características que necesita tener en cuenta cualquier ciudad para mantener un aire limpio, y también qué países en Europa lo están cumpliendo de la mejor forma.
[Foto de Alexey Ruban en Unsplash]
Suiza
Con un índice de Desempeño Medioambiental de 87,4, es el país que tiene el mejor aire del mundo. Los suizos han promovido numerosas políticas de protección climática y geográfica, algo que les ha convertido en los reyes del ecologismo. Este país apuesta por la conservación de bosques y zonas verdes para mantener un aire limpio.
Francia
Su índice de Desempeño Medioambiental es de 83,9. Los franceses también se toman en serio la contaminación, y por eso es el país con las mejores áreas marinas protegidas. Se preocupan por el cuidado de la biodiversidad de las especies y sus hábitats, y por eso encabezan la lista de países con la mejor calidad del aire del mundo.
Luxemburgo
Con un Índice de Desempeño Medioambiental de 82,3, este pequeño país europeo ha implantado el uso de energías renovables y también la protección de la biodiversidad con el objetivo de terminar con la contaminación por aire. Luxemburgo también fomenta proyectos de innovación y tecnología, como la inversión de 120 millones de euros para la lucha contra el cambio climático.
[Ciudad de Luxemburgo. Foto de Cedric Letsch en Unsplash]
Dinamarca
Con un índice de Desempeño Medioambiental de 81,6, los espacios verdes son la clave para el país escandinavo. Allí han apostado por recuperar zonas verdes de su geografía para mejorar su aire. Además, los daneses cuentan con un sistema de transporte público completamente eléctrico.
Suecia
Su índice de Desempeño Medioambiental es de 80,5. Más del 60% de la electricidad de este país nórdico se genera a través de energía eólica, biomasa y plantas hidroeléctricas. Los suecos cuidan mucho su clima y se preocupan por las fuentes de energía a la hora de producir recursos.
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Tras analizar los países con el mejor aire del mundo, hay un factor común, y es que estas cinco naciones son europeas y mantienen un buen nivel económico. La realidad es que tener los recursos para poder tomar acción e implementar medidas ecológicas influye mucho a la hora de mejorar la calidad del aire. Cualquiera puede tener la intención y las ganas de cambiar las cosas, pero si la situación económica no lo permite, será complicado.
La educación también es un factor determinante, ya que la población debe ser consciente de la necesidad de proteger la calidad del aire. Afortunadamente, cada vez hay más personas que entienden que la contaminación atmosférica es una cuestión de salud pública. Poco a poco, estas personas deben ayudar a los países que se quedan atrás para lograr un objetivo común: la sostenibilidad.