Una ruta única por Yucatán y Quintana Roo
Hoy quiero que me acompañes en una ruta por la famosa Riviera Maya, sus cenotes y playas paradisíacas, pero también por la historia de Valladolid, Cobà o Chichen Itzá.
Empezaremos nuestra ruta desde Londres, un vuelo directo de once horas hasta Cancún. Lamentablemente, si queremos cruzar el charco no existe una alternativa más sostenible al avión, pero sí que existe la opción de optar por compañías aéreas más sostenibles. Lufthansa o Bristish Airways son buenas opciones.
Tras haber disfrutado nuestro último menú vegano en el vuelo (porque sí, nuestra alimentación impacta a nuestra salud y a la sostenibilidad), empezamos a divisar un azul turquesa por la ventanilla del avión y tierra, ¡nos preparamos para aterrizar! Una vez allí, nos dirigimos a la empresa de alquiler de coche…Consejo: realizad el alquiler directamente con la empresa o una vez en Cancún. No quieres perder dinero ni tiempo. Y otro consejo: mejor optad por un coche alto, tipo 4×4 😉 Eso sí, sea cual sea el vehículo elegido, por favor, ¡seguro a todo riesgo! Más adelante entenderás el porqué de estos tips.
Con el coche nos dirigimos por una carretera recta, en obras, sin cruces, ni luces por la noche…y llegamos a Pisté, una pequeña ciudad situada a 5 minutos del Chichen Itzá y del cenote Ik-Il, dos auténticas maravillas. ¡Tip! Para visitar el Chichen Itzá te recomiendo que vayas antes de las 10:00, evitarás colas y aglomeraciones. En cuanto a los cenotes, ve antes del mediodía, a veces podrás incluso disfrutar de estas maravillas naturales prácticamente solo.
A mediodía, hacemos una pequeña parada para comer y, en nuestra ruta hacia Tulum, pasamos por Valladolid cuyo centro es muy bonito y animado, con mucho color y una plaza ideal para tomarte una paleta (un helado ;)). Cierto…recuerda que, aun siendo diciembre, las temperaturas oscilan entre 25 y 30 grados.
Seguimos nuestro camino hasta Cobà, una ciudad arqueológica en ruinas en medio de la selva. Dato: la última entrada es a las 16:00h y hay una diferencia horaria de 1h entre Cobà y Valladolid. Tenlo en cuenta si no quieres quedarte a las puertas como nos pasó.
Y, por fin, llegamos a Tulum, un destino paradisiaco…o quizás no tanto. La playa es preciosa, arena fina y blanca y aguas turquesas. No obstante, esta zona es en su mayoría de pago, para poder acceder tiene que ser a través de un club de playa, hotel, etc. Ese paraíso que nos venden es exclusivo para unos pocos, principalmente turistas, o bajo ciertos criterios y condiciones. Por su parte, el centro de la ciudad, si bien está algo más descuidado, rebosa autenticidad y buen ambiente. Encontrarás multitud de tiendas y restaurantes locales y más baratos. Además, Tulum es la ciudad ideal para visitar cenotes, cuevas de agua subterránea dulce y creadas de forma totalmente natural. Por la zona puedes disfrutar del famoso Gran Cenote, quizás es aquel en el que puedes pasar más tiempo disfrutando de cada rincón. También está el Cenote Calavera tiene un acceso muy bonito y colorido, nosotras tan solo vimos esta parte, pero mereció la pena pasar a verlo.
Atendiendo a experiencias, si te tratan de vender un tour para ver las Ruinas Mayas en barco y hacer snorkel para ver tortugas, mi consejo es que digas que no. Evitarás una gran decepción respecto a la vista de las ruinas y no contribuirás a la contaminación abusiva de ecosistema marino de la zona. Mi consejo es ver las Ruinas por separado, a lo largo de una mañana. Dato: si vas por la tarde, recuerda que a las 16:00 es la última entrada SI ya tienes tickets, cómpralos online o in situ, pero antes de las 16:00 o no te dejarán acceder. En cuanto a ver tortugas, mejor en nuestra siguiente parada.
Lo que está claro es que Tulum es una ciudad de contrastes entre ese turismo de lujo y la realidad de la vida local. Calles sin asfaltar, suciedad, perros callejeros, … y aún así, esta ciudad tiene magia si te detienes a apreciarla. Y una recomendación extra: ir al restaurante Tulum Cervería Artesanal cuya atención al cliente es excelente, ofrece espectáculos en directo y tiene buena comida local, cocinada con agua de mar y fuego de leña y procedente de la pesca sustentable y de granjas orgánicas.
De camino a Playa del Carmen, hacemos una primera parada en el Parque Dos Ojos donde se puede disfrutar de hasta cuatro cenotes en uno, cada cual único a su manera. Nuestro favorito fue el Nic Te Ha. Proseguimos nuestro camino hasta detenernos en Akumal, este sí es el sitio ideal para ver tortugas. Existen varias asociaciones de protección del ecosistema marino que te llevan a vivir la experiencia, pero protegiendo el entorno. Hay reglas y hay que cumplirlas para asegurar que el destino no se ve afectado por el turismo de masa y la imprudencia de muchas personas. Podrás ver tortugas, mantas raya, estrellas de mar y otras tantas especies. Y la playa es un auténtico disfrute.
Ahora sí, llegamos a Playa del Carmen. Una ciudad que rebosa energía y luz. Tiene un centro con mucho ambiente, muchos kilómetros de playa, música en la calle, … En definitiva, sientes que estás realmente de vacaciones. Además, Playa del Carmen es el punto clave para visitar Cozumel, una isla de grandes dimensiones a la que puedes acceder en ferry (¡cuidado con el mareo!). Lo mejor de la isla es disfrutar de una excursión que incluye snorkel o buceo por los arrecifes Columbia y Palancar, y visita al Cielo y al Cielito. En el primero podrás hacer snórkel y ver estrellas de mar de cerca, en el segundo disfrutarás de estar mar adentro con el agua por la cintura y donde mantas raya y otros peces exóticos pasarán a tu lado. Una experiencia única y muy aconsejable. Con ella, tomamos rumbo a nuestra última parada antes de llegar a Cancún para regresar a casa.
Holbox. Una isla situada en Yucatán, famosa por sus calles de arena, sus taxis versión carrito de golf, sus largos bancos de arena, sus aguas cristalinas y el arte urbano. El atardecer desde Punta Cocos y después ver el espectáculo nocturno de bioluminiscencia, es un must si visitas la isla (tip: la mejor época para disfrutarlo es de junio a octubre).
Y con ello, regresamos a Cancún y cerramos el viaje con un atardecer maravilloso y una visita al club Coco Bongo, una discoteca muy aclamada que ofrece espectáculos temáticos en directo, así como barra libre de comida y bebida. Y rumbo a Europa.
Para terminar, aquí van unos consejos generales que se pueden aplicar a toda la ruta:
- Cumple con las normas locales que buscan proteger la naturaleza.
- Lleva siempre protector solar (Ocean friendly) y repelente de mosquitos.
- Lleva contigo tu botella de agua reutilizable.
- Alquila coche para recorrer la zona con total libertad, pero para evitar sustos, mejor un coche alto y cubierto a todo riesgo.
- Todas las ciudades tienen una zona segura más económica que las zonas hoteleras de playa, alójate ahí.
- Apuesta por restaurantes más pequeños y locales, ayudarás a la población y comerás mejor y más económico.
- Cuando vayas a ir a una isla, recuerda llevar de todo ya que los precios incrementan.
- Siempre podrás pagar con tarjeta, pero si lo haces selecciona la moneda local o lleva efectivo (si llevas euros también podrás efectuar el cambio allí).
- Es fácil encontrar restaurantes 100% vegetarianos o veganos, o que incluyen este tipo de alimentación. Recuerda que estas opciones pueden reducir hasta en un 80% nuestra huella de carbono relacionada con la alimentación.