Rescatar y recuperar la arquitectura de las zonas rurales de España no es tarea sencilla. Supone recuperar oficios casi olvidados en la actualidad para poder restaurar las casas adecuadamente, y también un gran trabajo de estudio de las singularidades y morfología de la arquitectura vernácula, es decir, la propia de cada lugar.
[Fotografía de Alberto Sánchez]
Eso hizo Alberto Sánchez como trabajo final de carrera para graduarse en Arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid.
Alberto volvió a su encantador pueblo de origen, Used, perteneciente a la provincia de Zaragoza, para desarrollar su trabajo académico sobre un palacio jamás terminado y recuperar la arquitectura del pueblo. Este proyecto le ayudó a conseguir la deseada beca Fulbright, un programa de ayudas concedido por Estados Unidos, que promueve el respeto, conocimiento y convivencia entre los pueblos, y que le sirvió para realizar el máster en Conservación del Patrimonio de la Universidad de Columbia, en Nueva York.
En 2017, justo antes de comenzar su doctorado en la Universidad de California en Berkeley, Alberto adquirió la casa solariega de los Ibáñez de Bernabé en Used, e inició su estudio y restauración, mientras compartía y divulgaba su experiencia a través de su cuenta de Instagram, que supera ya los 15.000 seguidores @casadepueblo.
Contando y divulgando esta experiencia pretende estimular el respeto y la defensa de un patrimonio que es esencial en todos los rincones de España. Lo hace sin prisas, poniendo en valor el significado del slow life, y reivindicando los oficios y los materiales tradicionales para recuperar la arquitectura de antaño.
[Fotografía de Alberto Sánchez]
La casa de Alberto Sánchez en Used ocupa 1.100 metros cuadrados y estima que rehabilitarla será una tarea de trabajo de 25 años. Poco a poco, pretende restaurar el edificio, que parece detenido en el tiempo, concretamente en 1965, el año en que la antigua familia propietaria se marchó a Zaragoza, como así corroboran el calendario que se quedó colgado en la pared de la cocina y los botes de alimentos de la despensa.
Cuando Alberto empezó con la restauración, encontró más de 460 documentos históricos (correspondientes a los siglos XVI al XIX) dentro de baúles en la casa, y los ha digitalizado dando cuenta de la actividad de los antiguos dueños.
La rehabilitación es también un ejercicio para conocer esta arquitectura, muy poco estudiada, y los usos que acogía, hoy desaparecidos
Alberto Sánchez
[Fotografía de Alberto Sánchez]
A pesar de la titánica tarea que supone restaurar esta vivienda, Alberto Sánchez también ha estado tentado de invertir para recuperar otras casas, como la llamada ‘Casa del Rincón’, de Used, deshabitada desde antes de la Guerra Civil.
Finalmente, y gracias a la difusión que Alberto hizo a través de su cuenta de Instagram, el comprador fue Ismael Pizarro. Pizarro es un joven arquitecto murciano asentado en Madrid, que también ama y respeta profundamente las estructuras y la arquitectura antigua de estas zonas de España.
[Fotografía de Alberto Sánchez]
También gracias a Instagram llegaron a Used Guillermo Bosque y Juan Fernando Marchán, un arquitecto y un ingeniero que han adquirido la casa de los Thomey, del siglo XVII. Alberto, Guillermo y Juan Fernando han creado recientemente la Asociación Fuset por el Patrimonio Rural para divulgar, promover y reforzar el conocimiento y protección del patrimonio en los pequeños pueblos de España.
La Asociación toma su nombre del antiguo topónimo medieval de Used, Fuset, y organiza talleres prácticos de técnicas constructivas tradicionales, así como charlas, coloquios y eventos para la difusión y puesta en valor del patrimonio rural. Además, Fuset colabora, media y asesora a propietarios particulares, entidades administrativas locales y profesionales para asegurar una intervención adecuada en el patrimonio cultural y natural.
The Reason Behind ha tenido el placer de charlar con Alberto Sánchez para poder conocer mejor como funciona la asociación, la arquitectura rural y la gestión de este tipo de aptrimonios.
PREGUNTA- ¿Por qué decidisteis fundar la Asociación Fuset?
RESPUESTA- Nos dimos cuenta de que en la zona no había ninguna entidad que se dedicara específicamente a la protección y promoción del patrimonio y de que además había un claro déficit de formación respecto a las técnicas constructivas tradicionales. A pesar de que la importante ciudad medieval de Daroca está a tan solo veinte kilómetros de Used, apenas hay albañiles que sepan cómo intervenir adecuadamente en un edificio antiguo.
P- ¿Qué es lo que caracteriza a esas técnicas constructivas tradicionales que tratáis de recuperar?
R- Se trata de métodos de construcción perfectamente sostenibles desde un punto de vista medioambiental y con una huella de carbono muy reducida: la piedra, los adobes, o la tierra con la que se hace el tapial se extraen del mismo término municipal, a veces incluso del mismo lugar donde se encuentra la propia vivienda. A partir de la segunda
mitad del s. XX se empezó a intervenir en edificios construidos con estas técnicas con materiales modernos, como el cemento, y los resultados fueron desastrosos: Los cementos multiplican los problemas derivados de las humedades en muros de piedra, aceleran la degradación de la tapia o el adobe, y crean muchísimos problemas por su clara incompatibilidad (tanto química como de comportamiento estructural) con las técnicas tradicionales.
[Fotografía de Alberto Sánchez]
P- ¿Qué actividades estáis llevando a cabo para recuperar los oficios tradicionales y contribuir a una restauración del patrimonio rural más sostenible?
R- Dentro de nuestro trabajo, la actividad más importante es la creación de la Escuela Fuset de Técnicas Constructivas Tradicionales.
Se trata de una serie de talleres que buscan recuperar técnicas específicas, como los empedrados, los esgrafiados, los trabajos con cal o los trabajos con yeso. Precisamente ahora acabamos de lanzar la segunda edición, con tres talleres impartidos por tres miembros de la Red de Maestros de la Construcción Tradicional: Amara Carvajal, Cristina Thió y Raúl Gimeno.
P- ¿Se trata de talleres abiertos a todo el mundo o hay que tener experiencia previa?
R- Son talleres para los que no se requiere ninguna experiencia previa. La mayoría de los participantes son estudiantes, arquitectos, propietarios de casas de pueblo, albañiles o gente a la que le interesa trabajar por un mundo más sostenible.
Este verano haremos un taller de empedrados y un taller de esgrafiados a finales de julio, y un taller de morteros de cal en agosto.
Toda la información sobre los talleres se encuentra en este link, así como en nuestro perfil de Instagram @asociacionfuset.
P- Muchas gracias por toda la información. ¡Esperamos que la II Escuela Fuset de Técnicas Constructivas Tradicionales sea un éxito!
R- Muchas gracias a vosotros por ofrecernos una ventana para compartir nuestro trabajo con vuestros lectores. Esperamos ver a muchos de ellos por Used este verano.