Entrevista a Belén Viloria, directora ejecutiva de B Lab Spain

Belén Viloria acaba de incorporarse al movimiento B Corp como directora ejecutiva de B Lab Spain como directora General. Como todo lo que hace B Corp nos interesa, hemos querido hablar con ella y ver cómo afronta este proyecto. Destacamos en su biografía, porque ella lo destaca también como parte de su actividad más importante, su paso por Cruz Roja Española y Ashoka, pero tiene un larguísimo currículum que pasa también por Beiersdorf Nivea, Campofrío o Warner Bros en los inicios.

Belén estudió Economía y Derecho y se inclinó por la parte empresarial en su carrera profesional. Nos cuenta que hoy ve más valor que nunca a esa doble formación en el reto que tiene enfrente. Es mentora y colabora con una montaña de organizaciones como Ship2B, ICADE, FUNDOS. Pero tiene también una larguísima lista de instituciones e iniciativas en las que colabora como voluntaria como Climate Reality Project o TED.

Belén va a dirigir B Lab Spain y el movimiento B Corp después de que lo hiciera Pablo Sánchez, a quien entrevistamos hace unos meses. Tiene un reto importante por delante, pero desde The Reason Behind, tenemos clarísimo que va a superar todas las expectativas y que, como ella dice “aquí puedo aportar muchas cosas y creo que voy a ser muy feliz.”  Pues eso le deseamos. Felicidad, que la recoja y la siembre, ¡que en el sector empresarial estamos muy necesitados de gente feliz!!

Desde las empresas y el tejido empresarial se puede transformar la sociedad

¿Del 1 al 10 cómo de sostenible te consideras? 

Me considero un 12. Risas. Hace unos años estaría en el camino a los 12, y en realidad sigo, siempre hay más por hacer. Creo que en el momento en el que llega este proyecto a mi vida lo asumo con toda la alegría y energía porque fue serendipia total, ni fue buscado, ni fue planteado. Se alinearon unos astros que llevaban mucho tiempo a mi alrededor. 

Para mí no es un proyecto laboral, sino que es un proyecto de vida. A nivel personal siento que he ido sumando piezas a lo largo de mi carrera profesional y de mi vida personal y, de repente, llega esta oportunidad y pienso: pues aquí puedo aportar muchas cosas y creo que voy a ser muy feliz.

Explícame lo que haces para ser sostenible.

Pues, entre otras cosas, hace años que no tengo coche y voy en transporte público siempre o andando. Si necesito un coche lo alquilo. Reciclo y reutilizo, claro. Entre las cosas más graciosas que reutilizo hay un sombrero que me regalaron mis hermanas en mi cumpleaños hace años en el que pone la edad y cada año con un trocito de papel vamos sumando años y cambiando el número. Risas. En redes sociales he ido subiendo la foto y hay un amigo mío que se muere de risa y hace seguimiento del reciclaje del sombrero. El sombrero tiene ahora 14 años. 

En la parte social trato de mirar donde nadie lo hace, algo que creo que no solemos hacer: mirar lo que tenemos alrededor, dónde vives, con quién vives y con quién convives, y ver qué necesidades hay para tratar de dar soluciones. No es caridad ni filantropía, es realmente innovación social. Es mirar qué se necesita y qué se hace. Si un bar como el de al lado de mi casa tiene desperdicios y no sabe qué hacer, mirar cómo podemos ayudarles a dar salida a sus desperdicios para que haya gente que se pueda beneficiar de ello. De hecho, este tipo de cosas ya las hemos puesto en marcha en el vecindario con nuestro querido señor del bar de al lado.

Sí, desde luego, el mundo ha cambiado…

Somos muchos los que hacemos pequeñas acciones que cambian nuestra vida y nuestra forma de consumir. Hoy sí que estamos viendo la consecuencia de eso. A mí me parece brutal que, a día de hoy, el consumidor no dude en elegir a igualdad de precio un producto o servicio que diga que es sostenible. Por lo menos ya hay cierta concienciación. Dicen los estudios que un 75% estaría dispuesto a pagar un sobreprecio de un 15% por productos sostenibles.

Un buenísimo ejemplo lo vemos en CAPSA, Central Lechera Asturiana, que ha recorrido un gran camino para ser B Corp y sigue haciéndolo como proceso de mejora continua. Más allá de lograr una certificación e incluir un “sello”, como miembros del movimiento lo impulsan desde su compañía, se vinculan con orgullo a nuestras acciones y campañas, como la de la filosofía “Ser B” (que es la de B Corp), que se define como un compromiso y una manera, más que de hacer, de ser con la determinación de querer transformar la economía de manera real. También lo transmiten día a día cuidando a empleados y trabajadores, o a sus proveedores y comunidades en las que operan, que son otras de las áreas de nuestra filosofía y de la sostenibilidad.

¿Un referente para ti en temas de sostenibilidad?

Además de por supuesto cada una de las empresas B Corp, que son todas en sí grandes referentes y las mejores, no del mundo, sino para el mundo, me gustaría destacar precisamente una empresa no B Corp, pero que sin embargo es un gran ejemplo de preocupación por mejorar en todas las áreas de sostenibilidad, como es Acciona. No es B Corp pero en B Lab Spain trabajamos con ellos porque nuestro objetivo no es lograr certificaciones sin más, sino lograr que el tejido empresarial cada vez sea más sostenible. Acciona tiene una preocupación por mejorar no sólo su sostenibilidad y la relación con sus trabajadores y empleados, sino también de las empresas con las que trabaja, con su cadena de valor. Todavía no tienen la certificación B Corp, sin embargo, tenemos un programa con ellos llamado “Mide lo que importa” que se centra en el trabajo con nuestra herramienta B de medición y gestión de la sostenibilidad y su impacto para con ella mejorar día a día. Me parece también un buen y valioso ejemplo de compromiso.

¿Por qué te incorporas a B Corp?

Pues siento que todas esas piezas personales y profesionales encajan. Cuando yo abandoné el mundo corporativo lo hice porque quería formar parte de una transformación real. Por eso empecé a trabajar con emprendedores sociales y luego fui añadiendo las capas medioambientales y de impacto, y también de creación de comunidades. Para mí en B Corp puedo poner en marcha todos mis intereses y aprendizajes. Estoy tranquila porque pienso que tengo experiencia y conocimiento suficiente para afrontar el reto. Además, es un reto que me ilusiona y me divierte y me hace tener cosquillitas y eso no sucede todos los días.

Además, al equipo de B Corp lo conozco desde hace muchos años. Siempre me ha gustado lo que hacían a nivel de sostenibilidad y, de hecho, siempre me gustó mucho todo lo que hizo Pablo (su antecesor). Hoy tras estos primeros meses puedo decir sin duda alguna que es un regalo trabajar con un equipo tan profesional, tan creativo y sobre todo tan comprometido y tan buena gente, en definitiva, un equipo “B “ que demuestra día a día que todo es posible y es capaz de lograr lo impensable.

¿Cuál es el reto al que te enfrentas en una organización tan establecida como Bcorp?

Algunos de los grandes retos de esta nueva etapa en B Corp son impulsar la medición y gestión de la sostenibilidad en el tejido empresarial, aumentar la representatividad del movimiento B Corp y lograr como tal una mayor incidencia pública.

Todos ellos son clave, porque hay que lograr que todo tipo de empresa inicie este camino, logre o no la certificación y pertenencia a nuestro movimiento B Corp. Somos un movimiento, nuestro objetivo es que trabajando con las empresas las cosas se muevan más allá de ellas. Por un lado, tenemos que poner en valor a las propias empresas que forman parte del movimiento para que su proceso de mejora continua sirva de inspiración para las demás. Adicionalmente debemos  facilitar y poner a disposición de todas las demás empresas nuestra herramienta gratuita B de gestión y medición del triple impacto. Y por otro, lograr que definitivamente que todas las empresas con propósito tengan, por fin, un marco jurídico seguro en España en el que operar (algo que ya existe en otros países, pero no en el nuestro).

A día de hoy ya tenemos una ley que se impulsó desde el movimiento B Corp y que conseguimos que se aprobara. Esta ley contempla la creación de una nueva figura jurídica, las Sociedades de Beneficio e Interés Común (SBIC), que reconocen las Empresas con Propósito en España. Sin embargo, todavía no hay un reglamento que permita que operen con seguridad jurídica.

Para la aprobación de la ley hubo un trabajo espectacular del equipo B Lab Spain que coordinó e impulsó la iniciativa, contando con el soporte de las juventudes políticas y líderes de opinión de la sociedad civil, así como con más de 30.000 firmas recogidas a través de Change.org, y el respaldo de 400 organizaciones y 50 personalidades, que sirvió para lograr el consenso político, lo cual es extraordinario. Todos los partidos políticos y todos los grupos parlamentarios estaban de acuerdo, pero ahora el Gobierno tiene que “poner las ruedas”. Espero que, con el carácter sostenible que tanto promueven, esto se haga realidad y pronto se materialice.

¿Qué actividades específicas vas a poner en marcha?

Además de aumentar la incidencia pública, otra de las grandes líneas que tenemos es impulsar acciones colectivas de las empresas B Corp y de todo el movimiento en el que también contamos con las Comunidades B locales, los multiplicadores B, la comunidad B Academics y el Círculo de Impacto B, para lograr entre todos cambios relevantes y significativos en la economía y en la sociedad.

A nivel global B Lab tiene un acuerdo de colaboración con Nasdaq para ayudar a las empresas a optimizar sus procesos y mostrar mejor sus esfuerzos ESG. A mí me encantaría poder hacer ese tipo de acuerdo con nuestro entorno bursátil. Así que trabajaremos a nivel de inversores también y buscando alianzas estratégicas que nos permitan multiplicar el impacto.

Otro objetivo es aumentar la capilaridad por todo el estado y poner en valor el movimiento de las empresas que ya son B Corp para transformar la economía también a nivel local, así como la creación de un modelo de Ciudades +B, tras el éxito del proyecto piloto de BCN +B, en el que colaboran y trabajan juntos empresas, ayuntamientos y organismos públicos, academia, líderes locales, ciudadanía y otras organizaciones, en beneficio de las personas y el territorio.

Con estas líneas de trabajo, abrimos en definitiva una etapa de expansión, relevancia y crecimiento con sentido. 

¿Qué actuaciones destacarías?

Más que actuaciones destacaría, sin duda, el equipo que conforma B Lab Spain. Sin cada uno de sus miembros, la nueva etapa y estrategia, las nuevas líneas de actuación, no serían posibles. Un equipo potentísimo, profesional y personalmente, que ya ha demostrado ser extraordinario y que hay que cuidar y ayudar a crecer con el propio movimiento. Por ello, antes de nada, destacaría el trabajo realizado en cuanto a la gobernanza de B Lab Spain y en el que, adicionalmente, hemos creado la figura de responsable de bienestar de equipo, algo que me parece clave. Cuando trabajaba con emprendedores sociales una de las cosas que ellos vivían cuando la innovación social como concepto no existía (e incluso la palabra emprendedor se entendía solo desde un punto de vista económico) era el burn out, el quemarse rápidamente en su proceso de transformación de realidades que afectaban a millones de personas. Entendí cómo puede quemarse totalmente una persona por poner todos sus esfuerzos y toda su energía en transformar algo. Nosotros estamos dedicados a transformar, nada más y nada menos que, el modelo económico hacia uno sostenible en beneficio de las personas y el planeta, y transformarlo no es nada sencillo. Tienes que tratar de romper muchos muros, de aunar muchos esfuerzos y tu día a día es ese. Entre los emprendedores sociales se organizaban para cuidarse y generaban esos lazos de cuidado. Lo encontré importantísimo. Por eso, estando dedicados a la transformación y más hablando del camino a la sostenibilidad, a una sociedad más justa y equitativa, inclusiva y regenerativa, en beneficio de las personas y el planeta, no podíamos dejar de crear una figura que ayude al cuidado de los demás en nuestro propio equipo, y me parece esencial.

¿Cómo involucramos a las empresas en el movimiento B Corp?

Hay un estudio de la Unión Europea que dice que el 53% de las organizaciones que han declarado ser sostenibles no lo son. Tienen informes y memorias de sostenibilidad, pero en realidad sostenibles no son. Todavía hay mucha gente que relaciona la palabra sostenibilidad únicamente con “lo verde”, con el medioambiente. Este es uno de los grandísimos errores, igual que lo es el concepto de que ser sostenible es caro.

Las empresas B Corp cumplen altísimos estándares en impacto social, medioambiental, gobernanza y financiera. Porque sí la sostenibilidad no está reñida con la rentabilidad, al contrario.

En B Lab Europe se hizo un análisis entre las empresas B Corp y se demostró que, siendo B Corp, su rentabilidad financiera mejoraba de media un 30%.

Entre todos tenemos que seguir impulsando que haya más empresas sostenibles en todos los sectores y de todos los tamaños, ya que las empresas generan el 82% del PIB mundial, pero también necesitamos generar un movimiento conjunto para impulsar e inspirar más allá de las mismas la sostenibilidad real. Las acciones colectivas harán al movimiento más relevante y harán que los cambios sucedan más rápido y mejor para todos, no sólo en el entorno de cada empresa sino en el de todas las personas y sociedad.

Afortunadamente se han logrado muchos avances durante estas décadas anteriores, pero no son suficientes, todavía no vamos acompasados. El consumidor va a un ritmo, las empresas e inversores a otro, el marco educativo, el político y el legislativo a otro, y lo que necesitamos es que, entre todos, consigamos que el ritmo se vaya acompasando, sea el mismo, para que realmente tenga efecto. Como consumidores podemos hacer un montón de cosas, pero si las empresas no tienen el marco jurídico para poder actuar mejor, o cualquiera de esas capas, todas imprescindibles, no funcionan de manera acompasada, estamos perdiendo energía, no estamos aunando esfuerzos. Yo creo que ese es el gran reto que tenemos como sociedad.

Por Gloria Almirall

Top Category Manager de Reasons en The Reason Behind

Experta en Comunicación Corporativa y profesora en ESRP