Si nos paramos a pensar qué nos evoca mentalmente un helado, lo primero que se nos viene a la cabeza es el mar, las playas, diversión, niños y niñas jugando, momentos de compartir, y un largo etc.
Pero ni todas las marcas de helado son iguales, ni todo el año es verano. Y si no, que se lo pregunten a los italianos, que los devoran todo el año, o a mi propia abuela. Imposible calcular la cuantía de helados que se habrá comido a sus 92 años. Os adelanto que son muchos. Muchísimos.
El caso que nos compete hoy es la actuación que tiene (durante todo el año) el programa de inclusión laboral para personas con mayor vulnerabilidad, Soy Frigo.
Ya os hemos hablado anteriormente de este proyecto, y es que, año tras año rompen records de personas que van ayudando a incorporarse en el sistema laboral a través de la venta de helados, habiendo alcanzado este año las 7.000 personas.
Este tipo de creación de empleo tiene un impacto social de 360o, ya que no solo forma a estos nuevos empleados, si no que contribuye a educar tanto a los consumidores como a los operadores de restauración en valores medioambientales y promueve el cambio de los hábitos de consumo.
El programa tiene actuación directa en todas las Comunidades Autónomas de España y el año que viene cumplirá su 10o aniversario con unas cifras apabullantes.
Además de los 7.000 puestos de trabajo creados, Soy Frigo ofrece un mínimo de 20 horas de formación online a cada una de las personas beneficiadas por el programa para mejorar su empleabilidad, generando alianzas tanto a nivel público como privado en clave de proximidad, para fomentar la contratación local.
Anualmente, Soy Frigo realiza +1.500 talleres medioambientales donde presenta una serie de buenas prácticas a través de materiales diseñados en colaboración con la asociación de educación medioambiental adeac.
Y es que las buenas acciones conllevan buenos resultados económicos, porque han superado el millón de helados vendidos a través del programa, promoviendo un crecimiento medio en venta de un 34% en operadores de restauración y ocio.
Estos resultados es el conjunto de unas buenas ideas que se han trabajado y ejecutado correctamente. Es un programa ideal para generar alianzas con otras compañías que estén alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.
Soy Frigo, gracias a la venta con propósito contribuimos a la generación de un turismo más sostenible, promoviendo el cambio de hábitos de consumo y favoreciendo el impacto social.