Los productos Km 0 gallegos llegan a los comedores escolares

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Comenzamos la serie dedicada a los productos de proximidad haciendo una parada en Galicia. Y es que, además de contar con numerosos comercios que apuestan por cooperativas y pequeños productores, los comedores de algunos colegios se suman a esta iniciativa.

Cada vez son más las tiendas y comercios que llenan sus estanterías con alimentos cultivados o producidos en Galicia. Aunque no lo parezca, confiar en los productos km0 supone un gran paso en el camino del desarrollo socioeconómico de la comunidad y, también, colabora con el medioambiente al reducir las emisiones de CO2 que suponen los grandes viajes por carretera.

También hay comercios que han dado un paso más al poner productos autóctonos en promoción. Una buena forma de hacer más accesible su consumo.


Km0 Galicia

¿Cuáles son los productos de los que puede presumir Galicia? Teniendo en cuenta que estamos ante la región del Ribeiro, se podría decir que su industria vinícola destaca y aglutina hasta cinco denominaciones de origen. Una baza que es imposible no aprovechar.

Mención aparte merecen los pimientos de Padrón, una variedad cultivada en el convento de San Francisco de Herbón, en la provincia de La Coruña. Aunque existen réplicas, la versión original siempre estará en Galicia.

Tampoco se pueden olvidar los mariscos, moluscos y pescados de las Rías Gallegas. Ferrán Adriá, el famoso cocinero español, ya dijo que en Galicia están “los mejores productos del mar del mundo”. La variedad, la cantidad y, sobre todo, el sabor de sus moluscos no deja indiferente a nadie.

Y si sus pescados marcan la diferencia, las conservas gallegas te harán la boca agua. Unas materias primas inmejorables, salsas para chuparse los dedos y una presentación extraordinaria. Las de pulpo y mejillones son las más codiciadas.

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Por otra parte, ¿qué sería de esta comunidad del noroeste de España sin sus famosos cachelos? Las patatas gallegas destacan por su carne blanca y su consistencia. ¡Ideal para cocer!

La miel artesana es también uno de sus grandes reclamos, aunque ni de lejos se iguala a uno de los tesoros gastronómicos de Galicia: el queso. Un producto que va de la mano de la leche, un indispensable en la lista de imprescindibles de la comida gallega. Y es que estamos ante una de las principales regiones lácteas a nivel europeo.

Luego, si pensamos en un producto ineludible en muchos menús, podemos hablar de la carne de gran calidad que crían en Ourense. ¿Uno de sus secretos? Introducir las castañas de temporada en la alimentación de los animales.

Para darle un toque relajado al postre, Galicia, que tiene la única plantación industrial de té de Europa continental, ofrece una amplia variedad de infusiones que coronarán cualquier comida.


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En definitiva, hay una amplia variedad de productos que no tienen que salir de Galicia para cumplir con su cometido: satisfacer necesidades. De esta forma, es más fácil conocer el origen de lo que consumimos y, en consecuencia, la tarea de mantener una dieta equilibrada es pan comido.

En la salud alimentaria, el medioambiente y el impulso de los productos autóctonos trabaja la Asociación de Desarrollo Rural Comarca de Ourense, Adercou, una agrupación que, de forma altruista, potencia los alimentos Km0 en los comedores escolares de Galicia.

¿Cuál es su función? Ponen en contacto a directores de centros escolares con productores locales. Con esto, logran que los centros educativos se habitúe al uso de alimentos de cercanía, consiguiendo así promover la economía local.


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Además, Adercou no está solo en este proyecto, ya que cuenta con la colaboración del Instituto Ourensano de Desarrollo Económico, Inorde, un organismo que busca el desarrollo de la provincia de Ourense a través de su participación en proyectos pluriregionales, pero sin perder de vista las cuestiones ambientales y sociales.

Otro movimiento que no ha querido perder la oportunidad de sumarse a impulsar los productos km0 es Slow Food Compostela, la versión gallega de una iniciativa que inculca la necesidad de comer con conocimiento, valorando la calidad y el origen de los que ingerimos.

Todo intento de concienciación es poco y las escuelas han respondido de forma sobresaliente.  En lo que a centros educativos pioneros en uso de productos locales se refiere, el CEIP Xacinto Amigo de Lera, de Portomouro, en el Val do Dubra, recibió, por parte de Slow Food Compostela, el primer sello km 0 de Galicia.


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Estas asociaciones tratan de facilitarle la tarea lo máximo posible a las escuelas. Y es que les han ofrecido, por ejemplo, un escandallo, es decir, una herramienta que se utiliza para calcular el coste de los platos según la materia prima utilizada. Así pueden planificar los productos de proximidad que pueden utilizar sin salirse del presupuesto.

También ofrecen materiales didácticos para que los profesores comiencen a introducir el concepto de producto de proximidad en el vocabulario de los más pequeños.

Queda claro que el consumo de productos km 0 cada vez escala más posiciones en Galicia. Y es que sus ventajas sociales, económicas y medioambientales son irrechazables.