La salud de los seres humanos y la salud del planeta están interconectadas, y el simple acto de plantar árboles nos beneficia a ambas partes.
La conexión que tenemos con la naturaleza es de tal magnitud que, cuando salimos de la ciudad y nos adentramos en un bosque o nos damos un baño en el mar, se refuerza nuestra propia naturaleza humana al tener esa sensación absoluta de libertad. Estar en contacto directo con los árboles en zonas de bosque ayuda de algún modo a frenar el cambio climático, fomenta la biodiversidad proporcionando un futuro mejor y más sólido para todos. Por eso es fundamental que se sigan plantando.
Plantar árboles purifica el aire y limpia el agua de ríos y lagos, proporcionando un hábitat estable para la vida silvestre y apoyando nuestra salud y bienestar.
Siguiendo este propósito, Arbor Day conecta a personas y organizaciones para plantar árboles creando bosques cada vez más grandes y frondosos que nos ayuden a resolver algunos de los problemas más críticos a los que se enfrenta nuestro planeta, como el cambio climático. De hecho, desde Arbor Day garantizan que se plantarán los árboles adecuados en los lugares correctos teniendo en cuenta la estación y especie tanto de flora como de fauna del lugar.
La reforestación de zonas que han sufrido cambios profundos en su flora así como la creación de nuevas hectáreas arboladas ayudan al entorno en muchos sentidos: producen oxígeno, purifican el aire, refuerzan los suelos y los hace más fértiles al reducir su temperatura, evitando así su erosión extrema lo que permite que se regeneren los nutrientes de la tierra.
Además, también mantienen los ríos limpios consiguiendo captar agua para los acuíferos que sirven como refugios de la fauna, propiciando el confort de las especies de la zona y facilitando el establecimiento de otras especies. Lo cual, indudablemente, hace que mejore el paisaje.
Persiguiendo estos resultados, La Fundación Arbor Day ha crecido en los últimos 50 años hasta convertirse en la mayor organización del mundo sin ánimo de lucro dedicada a plantar árboles.
Durante este tiempo han trabajado con los miembros de la fundación, y con simpatizantes y colaboradores. También cuentan con una sólida red de socios para plantar y distribuir casi 500 millones de árboles en todo el mundo.
“Nuestras raíces son profundas y hemos logrado bastante hitos en los últimos 50 años, desde 1972”
El Arbor Day
La fundación tiene sus propias iniciativas, como el Arbor Day, un día para que la gente se reúna e intercambie nuevos conocimientos sobre las maravillas que los árboles otorgan al planeta.
Comunidades, escuelas, empresas y particulares se unen para plantar árboles conmemorativos, repartir pequeños árboles de manera gratuita entre los habitantes de las ciudades, proporcionar educación sobre la plantación y el cuidado de los árboles, y celebrar juntos el encuentro.
El Arbor Day se celebra el último viernes de abril, coincidiendo con el día internacional de los árboles.
Pero lo más interesante de este día es el premio que otorgan: The Arbor Day Award. En 2021, algunos de galardonados fueron:
Premio a la mejor administración: Shannon Ramsay
Su pasión por el medio ambiente siempre ha impulsado su compromiso con los árboles. En 1989, lideró el proyecto Trees Forever, una ONG centrada en garantizar que el estado de Iowa, sea más verde y saludable.
Premio revelación: Sarah Anderson
En muy poco tiempo, Sarah se estableció en el mundo de la silvicultura urbana. Su último trabajo incluye el desarrollo de la iniciativa Tree Equity: Career Pathways, cuyo objetivo es conectar a personas de comunidades socioeconómicas desfavorecidas con programas de formación, aprendizaje y certificación previos al empleo.
Premio Campeón de los árboles al movimiento: Natural Areas Conservancy
Su trabajo se centra en la protección y restauración de bosques en los parques de Nueva York. Recientemente, la organización se asoció con el Departamento de Parques y Recreación de Nueva York para desarrollar su Marco de Gestión Forestal.
“Desde los jardines hasta en las selvas tropicales, los árboles de todo el mundo están trabajando duro para proporcionarnos oxígeno, cobijo y alimento. Al fin y al cabo, las necesidades básicas de la vida”
Los árboles, el clima, la biodiversidad y las comunidades
El cambio climático es de los mayores desafíos al que se enfrenta la salud de nuestro planeta y de las especies que habitamos en ella. Se necesitan muchas soluciones simultáneas para resolverlo. Pero los árboles son la opción más asequible, comprobada y natural para obtener de oxígeno y disminuir el dióxido de carbono de la atmósfera.
“Cada árbol plantado es un paso en la dirección correcta”
Es clave contar con bosques sanos en espacios naturales y urbanos para mantener la salud de los ecosistemas más biodiversos del mundo.
En los espacios en los que hay árboles se produce un equilibrio natural entre la flora y fauna silvestre y la vida acuática del lugar, como sucede en el paso de un río, lo que garantiza que se pueda mantener ese equilibrio de los ecosistemas y que la biodiversidad pueda prosperar.
Un entorno natural rico en biodiversidad también beneficia a la población humana al garantizar un menor impacto del climas extremos de calor como de frío. Este hecho permite crear comunidades más saludables, seguras y conectadas con la naturaleza.
Por tanto, en las comunidades desempeñan un papel fundamental.
