Cittadini per l’ Aria y Genitori Antismog: los dos grandes acorazados del aire en Italia

organizaciones por el aire

El aire limpio es esencial para proteger la salud humana y dos grupos medioambientales italianos se comprometen a proteger el derecho a respirar sin contaminantes

El aire que respiramos no se libra de las partículas contaminantes. Ni en nuestro país ni, prácticamente, en ningún otro. A pesar de que la legislación europea trata de poner límites a esos grandes enemigos de nuestros pulmones, muchos países se hacen los despistados.

Ante la despreocupación, el aire en Italia está protegido por dos organizaciones medioambientales que con sus proyectos e iniciativas quieren mantener a raya a los contaminantes.

¿Qué puede hacer el ciudadano ante la desidia medioambiental de los Estados? Usar la protección judicial como una herramienta, apelando al derecho a tener un aire más limpio en el menor tiempo posible.

Un derecho, el aire y una condena. Podría ser el título de una película en la que los países que le declaran la guerra a las políticas que buscan conseguir un aire limpio pueden ser castigados por la Comisión Europea.

En esta línea surge Cittadini per l’ Aria, un grupo de ciudadanos italianos que se niegan a considerar el aire como un bien negociable. Ha sufrido daños incalculables y, por ello, defienden el derecho a respirarlo sin contaminantes que rompan su armonía.

Trabajan para promover comportamientos ejemplarizantes, proponer soluciones y darle un empujón a las administraciones públicas. Eso sí, la participación ciudadana es una condición indispensable en sus proyectos de protección del aire en Italia.

Por tanto, se podría decir que las investigaciones científicas para todos los públicos son su punto fuerte, ya que apuestan por la ciencia participativa, es decir, accesible a investigadores, aficionados y profesionales nacionales, locales o europeos. ¡Un amplio abanico de perfiles a escala mundial!

Aunque, si tenemos que hablar de una de sus estrellas, la campaña NO2, No gracias se lleva el primer premio. Una monitorización del dióxido de nitrógeno en muchas ciudades de Italia que deja constancia de las concentraciones mensuales y anuales y de su repercusión en nuestra salud. Una visión amplia que permite hacer planes a corto, medio y largo plazo.

El aire en Italia se posiciona como una causa que cada vez adquiere más valor y solo hace falta engancharse a un buen proyecto para sumar adeptos al club de los defensores del aire limpio.

El aire en Italia

Genitori Antismog es también otra asociación que lleva el aire en sus raíces, pues su historia marca una cruz en el mapa con unas protestas en Milán que denunciaban que la ciudad parecía más apta para los coches y su polución que para las personas. La pesadilla de cualquier padre o madre cuando piensa en el futuro de sus hijos.

Sin perder de vista la vertiente legal, pero primando la labor educativa e informativa, han fomentado iniciativas que eliminan de raíz el famoso “es lo que hay, no existe otra alternativa”. Una lacra que opaca las soluciones e inversiones en movilidad que ya han puesto en marcha otros países y que le darían un empujón al aire en Italia.

Este plan busca ser el fiel reflejo del sentir de un pueblo y, por ello, dirige sus proyectos a varias dianas.

Encontramos Nacimos para caminar, un programa, dirigido a niños, que busca potenciar la movilidad sostenible hasta los 10 años en el camino de ida o vuelta del colegio. También los profesores tienen cabida en estas ideas gracias a unos cursos que potencian la elaboración de un Plan de Movilidad Escolar adecuado. Además, los comerciantes son tomados en cuenta con un proyecto que busca crear una red de tiendas sensibilizadas con el estado del aire.

Grandes iniciativas que se suman a muchas otras y, en Milán, van ganando terreno. Esta ciudad italiana no está dispuesta a que la contaminación del aire le robe algunos de sus atributos y, por ello, apuesta por Área C.

El aire en Italia

¿Qué es? Es un cargo por congestión para reducir el uso del coche privado. Así apuestan por la sostenibilidad del aire, aunque sea a través de un castigo.

En esta organización italiana definen a los guardianes de la calidad del aire como “anti-smog”. Este grupo busca la reducción de los niveles de contaminación, ya que Milán es una de las ciudades de Italia con el aire más insalubre. 

Se niegan a resignarse ante la tos y las náuseas que provoca una bocanada de aire y ven en la movilidad sostenible una gran baza para liberar de congestión nuestras ciudades.

Quieren ganarle el pulso a los contaminantes de la ciudad, haciéndola más atractiva ante los ojos del mundo, y pudiendo convertirse en ejemplo para otras.