¿Has intentado hacer una actividad, pero no consigues poner el foco? ¿Has probado a utilizar música para concentrarte?
Seguro que escuchas música a diario porque a todos nos encanta y vivimos rodeados de ella. Pero ¿sabías que numerosos estudios afirman que escucharla en momentos específicos provoca beneficios en nuestra salud?
Sí, sí. Según la música que escuches obtendrás unos efectos u otros como la disminución del estrés, el aumento del rendimiento físico… Incluso conseguir trasladarte a un estado de ánimo más positivo.
No todos los tipos de música producen las mismas sensaciones, por lo que es fundamental saber elegir cuál es el adecuado para ti.
Por eso desde The Reason Behind te contamos cómo la música puede ayudarte si la escoges correctamente.
Mejora el estado de ánimo, reduce el estrés y la ansiedad
Vivimos en la época del tiempo sin espera: la velocidad y el frenesí nos impiden ir a la velocidad adecuada, observar la belleza, ir despacio. Necesitamos volver a lo esencial, detenernos a pensar, meditar y prestar atención a lo pequeño.
Por ello, proponte escuchar música para concentrarte entre 30 y 45 minutos un par de veces por semana para relajarte. Notarás cómo se reducen significativamente los niveles de estrés de tu día a día y tu ritmo es más pausado y consciente.
Mejora la memoria y el razonamiento
Cuando la música tiene un ritmo repetitivo nos ayuda a mejorar la memoria al crear patrones en nuestro cerebro.
Escuchar este tipo de música con ritmos marcados hará que tu concentración permanezca más aguda y los pensamientos más alerta. Sin embargo, hacer uso de música suave mejorará tu capacidad de concentración durante más tiempo: su efecto durará aún después de que la música haya dejado de sonar.
Es más, ¿sabías que escuchar música puede ayudarte a recordar cosas que creías olvidadas e incluso ayudarte a mantener algunas habilidades mentales? ¡Todo ventajas!
La clave es elegir el género adecuado en función de la tarea que hagas.
Con las posibilidades que hoy en día nos dan las diferentes plataformas musicales de crear nuestras propias listas y clasificarlas como queramos, las opciones son infinitas.
Te dejamos algunas recomendaciones:
Música clásica
La mejor música para concentrarte siempre será la música clásica: su ritmo lento te ayudará a disminuir la tensión, descansar la mente y centrarte en lo realmente importante. Te dejamos una playlist perfecta para ello.
Música para relajarte
¿A quién no le relaja el sonido del mar, el suave piar de los pájaros o el sonido del viento al atravesar los árboles?
Hay estudios que sugieren que los sonidos de la naturaleza como despertador cada mañana pueden mejorar el estado de ánimo, y trabajar con este sonido, mejora la concentración en el propio trabajo. Escucha esta lista de producción, y trasládate a tu paisaje favorito.
Música para activarte
Si lo que necesitas es un extra de energía para realizar actividades más dinámicas como hacer deporte, te recomendamos un tipo de música más animada como el pop, rock o rap, con la que potenciarás tu rendimiento físico y mental al hacerte sentir fuerte y motivado.
Tu música favorita
La felicidad y la música van de la mano. Gracias a ella reducirás el cortisol, la hormona responsable del estrés y la ansiedad.
Normalmente los problemas se solucionan mejor cuando uno está feliz. Por ello, no hay mejor música que esa que más te gusta.
Ritmos binaurales
¿Has oído hablar de estos sonidos que actúan como una ilusión auditiva? Te ayudarán a aprovechar mejor el tiempo.
Los ritmos binaurales son sonidos a ciertas frecuencias que estimulan diferentes zonas del cerebro para así conseguir enfocar recursos de tu cabeza para hacer una actividad en concreto.
Te recomendamos probarlos porque tienen efectos comprobados: una mejoría elevada en el aprovechamiento del tiempo.
Dependiendo de tu objetivo es importante seleccionar los ritmos binaurales correctos porque a nivel cerebral el efecto cambia. Si hablamos de la gama de ondas, entre los más recomendables para estudiar encontramos Theta y Alpha que sirven para estimular el cerebro y que sea capaz de procesar una gran cantidad de información. Resultan ideales para jornadas largas de estudio.
Por otro lado, encontramos las Gamma que estimulan ondas cerebrales que propician un mejor análisis y absorción del conocimiento: pone a la mente en estado de alerta, haciendo que los sentidos sean más receptivos, y así mismo la capacidad de asimilar la información adquirida.
Lo más recomendable es intercalarlos, uno para relajarse antes de la sesión de estudio, y el otro para hacer que dicha sesión sea más productiva.
Te dejamos aquí una playlist para que los pruebes.