¿Sabías que las vacas son una gran fuente de gas de efecto invernadero? Pues así es, concretamente de metano. Y al tratarse de grandes animales rumiantes, contribuyen hasta en un 4% de las emisiones globales de este gas.
Durante el proceso de rumia se generan gases que son producto de la fermentación de los alimentos ingeridos. Uno de esos gases es el metano, que es expulsado a través de sus flatulencias y eructos.
El gas metano es un potente gas de efecto invernadero que atrapa 28 veces más calor que el dióxido de carbono y lo hace durante 100 años. Además, es el contribuyente principal de la formación de ozono a nivel del suelo, un contaminante atmosférico peligroso.
El etólogo Ermias Kebreab, Decano Asociado y Director del Centro Mundial de Alimentos de la Universidad de California, ha realizado una investigación sobre cómo reducir el impacto del ganado en el medio ambiente.
Reducir el metano ahora nos ayuda a ganar algo de tiempo al frenar el calentamiento global a corto plazo. Hagamos todo lo que podamos para lograr esto, incluido el uso de aditivos alimentarios para reducir significativamente los eructos de los rumiantes.
Ermias Kebreab
Sí, existe un problema real con este gas emitido por las vacas, sin embargo, en esta charla de TEDTalks se describe una solución ingeniosa para reducir los eructos de vaca ricos en metano al alimentar al ganado: ¡Y no te imaginarás de qué se trata!
La inclusión de algas marinas en el alimento del ganado bovino es capaz de reducir las emisiones de metano en hasta en un 82%.