Cultivar la plenitud, ¿ya has incorporado la meditación en tu rutina de higiene personal diaria?

Cultivar plenitud

Si a diario limpias tu casa tu coche, tu despacho, tus espacios personales y realizas también la higiene de tu cuerpo, ¿por qué no habrías de hacer lo mismo con tu mente?

La creatividad y la innovación surgen de una mente limpia

Rashree Patel

meditar en casa[Foto de Conscious Design en Unsplash]

El proceso de higiene personal pasa por ambos, cuerpo y mente, y se ha vuelto fundamental en los días tan ruidosos y llenos de hoy, donde es importante filtrar y discernir. La digitalización y muchas veces la falta de tiempo para nosotros mismos, hacen que estemos alejados de nuestras emociones reales y de nuestras virtudes esenciales; así, nuestro poder personal se fragmenta. Cuando esto sucede nos convertimos en individuos fragmentados viviendo en una sociedad fragmentada. Es importante reconectar(nos) y trabajar nuestra integridad.

Vivir en el ahora

Estamos distraídos el 47% del tiempo, dice Harvard. La oscilación entre pensamientos de lo ya sucedido y las proyecciones futuras, son una realidad creciente fruto de la era digital en la que vivimos, donde parece que no llegamos a tiempo a nada.

El constante bombardeo de información y la presencia de múltiples estímulos hacen que nos acostumbremos a la distracción, a la desconcentración y a la atención y presencia parciales. Vamos de tarea en tarea en este “tengo que” que nos arrastra, hasta que surge la inquietud o necesidad de elegir: permanecer en un proceso compuesto por quehaceres que apuntan sólo a expectativas, metas y logros, o hacer de ello un proceso de experiencia vital más enriquecedor.

La diferencia está en la consciencia que colocamos en cada cosa que hacemos y cómo la hacemos. Esa elección sólo la podemos hacer desde el momento presente.

vivir el momento[Foto de Conscious Design en Unsplash]

El famoso mindfulness es traer la plenitud de ese momento presente para la mente; adquirir la capacidad de salir del piloto automático y hacer visitas constantes al “ahora”, porque como dice Eckhart Tolle: “el ahora es el único momento que algún día tendrás”.

Integrar en nuestra vida la plenitud que sólo el momento presente nos proporciona, es entrenar la mente para crear un espacio entre la afluencia constante de estímulos y las respuestas que genera.

A este espacio le llamamos lugar de observación, donde la reacción que genera cada emoción no es inmediata, permitiendo que la respuesta que damos sea desde la calma, con más claridad.

No es que el mindfulness sea la respuesta a todos los problemas de la vida, pero todos los problemas de la vida se pueden ver mejor a través de una mente clara

Kabat-Zinn

Una práctica que fomenta este estado de plenitud es la meditación, que contribuye con el autoconocimiento y consecuentemente, con nuestra felicidad y calidad de vida.

meditar[Foto de Sander Sammy en Unsplash]

Qué es realmente la meditación

De una forma simple, meditar es un ejercicio de (re)conexión con nosotros mismos, a través del cual aprendemos a mirar más hacia dentro y menos hacia fuera, a observarnos. La meditación se vuelve en este sentido nuestra gran aliada.

La frase “voy a meditar sobre el asunto” induce que vamos a reflexionar, ponderar o hacer un proceso de decisión. Nada más lejos de lo que es la meditación. Meditar no es pensar deliberadamente sobre algún tema. Tampoco es dejar la mente en blanco. Ambas connotaciones son erróneas.

Meditar es apaciguar la mente discursiva, esa que de forma automática va a intentar imponerse cuando no existe en nosotros un conocimiento y dominio sobre ella.

Porque la tendencia natural de la mente es aplazar la paz de si misma. A través de la meditación conseguimos aplacar esa tendencia y calmar lo que se conoce como “the monkey mind”, la mente mono que se agita y grita, que está siempre atropellándonos con pensamientos y muchas veces
preocupaciones.

En la meditación no elimino mis pensamientos, apenas dejo que pasen, como nubes en el cielo, sin identificarme con ellos, sin agarrarlos ni perseguirlos, sin cuestionarlos y muchísimas veces sin comprenderlos. Así me permito aceptar el momento presente tal y como es.

Ese falso mito de dejar la mente en blanco hay que dejarlo caer. Estados meditativos falsos pueden contener mentes en blanco forzadas. Estados meditativos verdaderos pueden contener pensamientos, más o menos agitados, que con la práctica se vuelven desapegados.

meditar con luz[Foto de Conscious Design en Unsplash]

Una mente en calma en la meditación, puede ser aparente. A medio-largo plazo accedemos a una consciencia más profunda, donde también existe movimiento y agitación, que nada tienen que ver con la superficialidad de una fachada de calma, tienen que ver con el verdadero autoconocimiento.

Qué pasa cuando meditamos

Al entrar en estados meditativos, el flujo de pensamientos disminuye e incorporamos la mente de observador. Con la práctica, nuestra parte racional da lugar a una quietud, a una serenidad donde es posible la ecuanimidad, estado de realidad neutra donde las cosas no son ni excesivamente buenas ni excesivamente malas. Integrar este estado nos aporta a la larga una mayor resiliencia, así como claridad para tomar mejores decisiones.

Cuando meditamos es como si llevásemos a nuestra mente al gimnasio, pues el cerebro es como un músculo y como tal podemos fortalecerlo. Esta es una buena forma de encarar la meditación, sobre todo para los más escépticos o aquellos que todavía tienen la idea de que meditar es algo místico o puramente espiritual.

meditación[Foto de Conscious Design en Unsplash]

Los puentes entre ciencia y espiritualidad son cada vez más sólidos y la neurociencia, más concretamente la psico-neuro-endocrinología, han demostrado los efectos que la meditación produce en el sistema nervioso y endocrino, transformando la estructura cerebral y molecular, llegando incluso a transformar también nuestra expresión genética y ADN, pudiendo provocar cambios significativos en áreas cerebrales asociadas a la memoria o al sentido del Ser.

El propósito general de la meditación es el mismo para todos: aprender a relacionarse con la conciencia, el nivel más puro de la experiencia

Deepak Chopra

La meditación se nos ha presentado como el santo grial o un “curatodo” para nuestro bienestar.

Quizá por ello y también por una cuestión de tendencia o moda, observamos cada vez más adeptos a esta práctica. No obstante, meditar también tiene sus riesgos. Para evitar posibles efectos adversos, es recomendable para quien quiere aprender a meditar, hacerlo siempre a través de un profesor cualificado.

Efectos de integrar la meditación en nuestra vida

  • Abandono del piloto automático Incremento de la creatividad
  • Recuperación del entusiasmo y de la motivación intrínseca
  • Atención y concentración – refuerzo del córtex pre frontal
  • Mejoría del almacenamiento de memoria – refuerzo del hipocampo
  • Regulación emocional – efecto sobre la amígdala cerebral
  • Aumento de la capacidad de relajación – impacto en el hipotálamo
  • Familiarización con el estado de serenidad y calma
  • Aumento de la empatía, base de la inteligencia emocional
  • Conexión con la intuición
  • Abertura mental, nuevas percepciones, perspectivas e ideas
  • Mayor fluidez en las decisiones
  • Crecimiento personal y mejora del rendimiento y desempeño profesional
  • Sustentabilidad de la efectividad en los procesos fisiológicos de cura
  • Fortalecimiento de los sistemas nervioso, endocrino, digestivo, reproductor, respiratorio y cardiovascular
  • Refuerzo bio-energético y capacidad para estar bien

Rocío Vázquez Cerviño

Experta en Liderazgo Consciente
+10 años Profesora de Yoga y Meditación