Las luces LED se están convirtiendo rápidamente en la tecnología estándar de iluminación en muchas aplicaciones y, en muchos lugares, se han convertido en la única opción a medida que las opciones de iluminación incandescente y CFL se van eliminando gradualmente.
Las luces LED son, por supuesto, eficientes en términos de energía, duran mucho más y, por lo tanto, son preferibles desde el punto de vista ambiental. Sin embargo, no se menciona mucho con respecto al lado humano y del consumidor, especialmente en lo que respecta a la seguridad y los efectos de la salud de la luz emitida.
En general, las preocupaciones eléctricas y de toxicidad de las luces LED están en línea o son superiores en comparación con las lámparas incandescentes y fluorescentes. La mayoría de las autoridades gubernamentales han continuado adaptando los códigos de construcción y seguridad existentes para prevenir los riesgos de incendio y descargas eléctricas. Por supuesto, siempre es una buena idea practicar la seguridad eléctrica básica.
Sin embargo, existe muy poca comprensión o regulación con respecto a la calidad y seguridad de la luz emitida por las bombillas LED. En este artículo, discutiremos los impactos en la salud de la luz emitida por las luces LED, en particular la «luz azul» en relación con el espectro LED, así como el efecto del parpadeo que es común en las luces LED.
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El peligro de la luz azul en las luces LED
Las bombillas LED no emiten luz ultravioleta, pero en los últimos años, la «luz azul» ha sido uno de los peligros y riesgos más comúnmente discutidos que rodean a las luces LED y las pantallas que utilizan retroiluminación LED (teléfonos inteligentes, tabletas, televisores, etc.).
Se sabe que la luz azul estimula la producción de melanopsina, una hormona en nuestros ojos que promueve la alerta. La luz del día natural tiene un contenido abundante de luz azul, y se cree que la melanopsina nos ayuda a regular nuestros ritmos circadianos a medida que amanece y nos exponemos a la luz natural.
Las luces LED y nuestros dispositivos contienen una cantidad significativa de luz azul (pero con advertencias e indicaciones importantes, vea a continuación), y la preocupación es que el uso excesivo durante las horas nocturnas hará que nuestros cuerpos continúen produciendo melanopsina, lo que dificulta conciliar el sueño de forma natural.
Durante las horas de la noche, nuestra expectativa natural es que la exposición a la luz azul disminuya, pero al seguir usando dispositivos LED ricos en luz azul, estamos alterando el reloj biológico natural de nuestros cuerpos.
Entonces, ¿la luz azul en las bombillas LED es una preocupación para la salud? Sí, pero varios factores afectarán la gravedad del riesgo:
Intensidad de la luz LED
Colocar una bombilla cerca de la cara te expondrá a mucha más luz azul que si te alejas de ella.
Duración de la exposición a la luz LED
Cuanto más tiempo estés expuesto a la luz LED, mayor será el impacto en tus ojos y ritmos circadianos.
Sensibilidad individual
Algunas personas pueden ser más sensibles a la luz azul y experimentar efectos negativos más pronunciados que otras.
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Para mitigar los posibles efectos negativos de la luz azul de las luces LED, se pueden tomar las siguientes medidas:
Limitar la exposición: Evita el uso excesivo de dispositivos con pantallas LED antes de acostarte. Intenta establecer una «hora de apagado» para tus dispositivos electrónicos una o dos horas antes de dormir.
Filtros de luz azul: Existen aplicaciones y programas de software que filtran la luz azul emitida por las pantallas de dispositivos electrónicos. También hay gafas especiales con filtros de luz azul que puedes usar cuando estás expuesto a fuentes de luz LED.
Iluminación adecuada: Opta por bombillas LED con una temperatura de color más cálida (menos azul) para las áreas de tu hogar donde pasas más tiempo durante las horas nocturnas, como el dormitorio. También puedes utilizar reguladores de intensidad para reducir la intensidad de la luz LED.
Luz natural: Durante el día, busca pasar tiempo al aire libre y exponerte a la luz natural. Esto puede ayudar a equilibrar tus ritmos circadianos y reducir la exposición excesiva a la luz azul en la noche.
En resumen, si bien las luces LED son eficientes en términos de energía y duración, es importante tener en cuenta los posibles efectos negativos de la luz azul emitida por estas luces, especialmente en relación con el sueño y los ritmos circadianos. Limitar la exposición, utilizar filtros de luz azul y optar por una iluminación adecuada pueden ayudar a mitigar estos efectos y promover un entorno de iluminación más saludable.
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