Desde la Revolución Industrial, las actividades humanas se han desarrollado muy deprisa, gracias al consumo creciente de energía y al desbroce de extensiones de tierra que antes estaban cubiertas de vegetación. Estas actividades generan emisiones de gases, como el dióxido de carbono o CO2, que tienen un efecto de invernadero porque atrapan una parte de la energía de origen solar. El efecto invernadero calienta la atmósfera: las temperaturas anómalas observadas durante los últimos años son cada vez más frecuentes e intensas.
Para conseguir limitar el calentamiento global, habría que alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. Dado que la industria y los transportes representan respectivamente el 32 y el 14 % de las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales generados por la actividad humana, estos dos sectores tienen ante sí retos de envergadura para conseguir dicha neutralidad de carbono en 2050 y Michelin está comprometido para alcanzar este objetivo.
En los centros de producción trabaja para reducir a la mitad las emisiones de CO2 en 2030 respecto a 2010, y conseguir la neutralidad de carbono en 2050, mediante:
- el diseño de máquinas que utilicen menos energía
- la mejora de la eficiencia energética, por ejemplo, optimizando el aislamiento de los equipos industriales
- la reutilización de la energía, con la instalación de bombas de calor para recuperar las calorías de un circuito de enfriamiento y volverlas a inyectar en un circuito de calefacción
- la compra de electricidad de origen renovable. También dispone de paneles solares en varios de sus centros de producción y almacenamiento
Alrededor del 90% de impacto medioambiental que produce un neumático durante todo su ciclo de vida se produce durante la fase de uso. El neumático es responsable del consumo de un 20% del combustible en un turismo de motor térmico (gasolina o gasoil) y por lo tanto de un 20% de las emisiones de CO2 de un turismo en la fase de utilización. En el caso de los camiones se eleva a un 33%. Michelin contribuye asimismo a la neutralidad de carbono de la movilidad de mercancías y personas, mediante el diseño de neumáticos de máxima eficiencia energética, es decir de baja resistencia a la rodadura, así como con el desarrollo de servicios y soluciones que optimicen el uso y la gestión de flotas de vehículos. El Grupo se ha fijado un objetivo para 2030 de la mejora de un 10 % en la eficiencia energética de los neumáticos durante la fase de utilización respecto a 2020.
Los vehículos eléctricos, que son una buena solución para colaborar en la descarbonización, tienen unas características especiales y necesitan unos neumáticos que cumplan con esas características. Los neumáticos para vehículos eléctricos tienen que hacer frente a un peso adicional del vehículo, a una rápida aceleración (par motor), la ausencia de ruido del motor y la autonomía de la batería. Si el neumático es un factor imprescindible en la movilidad, lo es más aún en la movilidad de vehículos eléctricos.
Además, Michelin diseña nuevas soluciones de movilidad gracias a la innovación, por ejemplo, en el sector del hidrógeno o en el transporte marítimo.
Michelin y Forvia (antes Faurencia) han creado la empresa Symbio para el desarrollo, producción y comercialización de sistemas de pila de combustible de hidrógeno (H2) para turismos, furgonetas y camiones, a la que recientemente se ha unido Stellantis. Y como la competición es la mejor pista de pruebas, Michelin apoya el Proyecto Mission H24 que utiliza la tecnología de la pila de H2 en la competición automovilística de las 24 horas de Le Mans.
En el transporte marítimo, donde la descarbonización es especialmente complicada, Michelin ha desarrollado el proyecto Wing Sail Mobility (WISAMO), que es un sistema de velas automatizado, telescópico e inflable que se puede instalar tanto en buques mercantes como en embarcaciones de recreo. La vela hinchable aprovecha el viento, una fuente de propulsión gratuita, universal e inagotable. Su revolucionario diseño permite reducir el consumo de combustible de un barco hasta un 20% y, por tanto, contribuir de forma positiva al medio ambiente, al reducir las emisiones de CO2. El sistema se instalará por primera vez en el segundo semestre de 2023 en el buque mercante MN Pelican que hace la ruta entre el puerto de Bilbao y el británico de Poole.
A través de estos proyectos, Michelin se mantiene fiel a su compromiso de incidir positivamente en las comunidades donde opera, adelantándose al futuro al crear las distintas formas de movilidad con una fuerte impronta en el cuidado del planeta.