Las plantas refrigeradoras instaladas en las paredes de los edificios que combaten el calor
Con el aumento de temperaturas se vienen veranos extremadamente calurosos. Ni la sombra, ni las piscinas, ni siquiera el norte podrán aliviar el sofoco de la estación. Pero, una vez más, gracias al avance de la tecnología y la ayuda de la naturaleza, hemos encontrado una manera de combatir el calor: los jardines verticales. Sí, has oído bien, jardines que se expanden verticalmente y se acoplan a las paredes de los edificios.
¿Cómo funciona?
Los jardines verticales se instalan en las fachadas de los edificios y pueden conseguir reducir la temperatura entre 1 ºC y 3 ºC. Si bien es cierto que esto ocurriría si utilizáramos plantas de rápido crecimiento y hojas grandes. Aún así, cualquier jardín vertical actúa como un sistema de enfriamiento pasivo muy eficaz.
[Imagen extraída del medio Hoy.es]
Esta refrigeración se produce gracias a la evapotranspiración. Según explica Adolfo Marroquín, doctor en física, este proceso se basa en el enfriamiento del aire de la calle cuando entra en contacto con las raíces de las plantas. Es decir, las entrañas de la vegetación actúan como filtro de aire y refrigerador.
Además, las raíces absorben muchos de los contaminantes específicos que pueden encontrarse en la edificación.
Otro beneficio de la climatización vegetal es que se regula por sí misma, sin necesidad de la intervención de nadie. La vegetación controla la cantidad de agua que evapora en función de las condiciones ambientales de humedad y temperatura. Cuanto más calor, más agua evaporan y viceversa.
[Robson Denian en Unsplash]
Beneficios medioambientales y económicos de los jardines verticales
Al no depender de ninguna fuente de energía ayudan a reducir el consumo energético de otros sistemas de refrigeración como pueden ser los aires acondicionados. Gracias a esto, podemos ahorrar mucho dinero en la factura eléctrica.
No solo beneficios económicos, las paredes vegetales también ofrecen muchos beneficios para el medio ambiente. Limpian el aire de contaminantes, retienen algunos aerosoles y partículas volátiles, ayudan a mejorar nuestro confort, reduciendo el estrés y mejorando la imagen de los propios edificios, tanto interior como exteriormente, a lo que habría que añadir que actúan también como barrera de aislamiento acústico.
En países como Alemania, Estados Unidos o Canadá, este método de refrigeración tiene más éxito. Aquí en España, encontramos bastantes ejemplos, en Vitoria-Gasteiz, el Palacio de Congresos está cubierto por jardines verticales. Sin embargo, estas instalaciones se acercan más al público y nosotros también podemos colocarnos en nuestras fachadas. Cumpliendo ciertos requisitos, muchas empresas ofrecen la oportunidad de añadir a tu espacio un panel vegetal.
[Imagen de la página web del Ayuntamiento de Vitoria]
En resumen, los jardines climatizadores verticales son, sin duda, una buena opción para ayudar a conseguir buenas condiciones de confort, físico y mental, al tiempo que reducimos el consumo de energía. Y además conseguiremos una atractiva decoración para nuestras paredes, con un tapiz natural lleno de belleza viva y cambiante.