¿Sabías que tener flores y plantas en casan, especialmente en invierno, no solo decora, sino que favorece nuestra salud y nuestro estado de ánimo?
La principal razón es que durante el día absorben los posibles gases contaminantes y partículas que hay en el aire que respiramos.
Pero, ¿es peligroso tener plantas en algunas estancias como en el dormitorio? Aunque sea una idea muy extendida, la respuesta es no.
Durante las horas que dura el día, las plantas realizan la fotosíntesis, emitiendo oxígeno y capturando el CO2.Sin embargo, por la noche ese proceso se revierte, es decir, consumen oxígeno y emiten CO2, pero son cantidades tan ínfimas que ni mucho menos son suficientes como para que puedan ser nocivas para nuestra salud.
En cambio, estar rodeados de flores y plantas en invierno en casa puede ser una buena terapia para combatir el estrés, ya que armonizan las estancias, hacen que estemos un poco más en contacto con la naturaleza y te hacen sentir muy bien.
Transmiten bienestar, tranquilidad y alegría. Y en ocasiones, su cuidado supone un reto que puede ser muy estimulante.
Las flores y plantas de temporada son siempre una buena opción para decorar la casa, por ejemplo, con maceteros verticales.
Llenan cada rincón con su color y su fragancia y, según la estancia, se puede jugar combinando varios tipos de plantas como bulbos con flores, enredaderas y plantas aromáticas.
Las plantas de interior y especialmente las plantas aromáticas necesitan luz natural pero no directa, por lo que una buena opción es colocarlas entre dos ventanas.
Las plantas de interior más tradicionales y sus necesidades
Los helechos son plantas que apenas necesitan cuidados pero agradecen la humedad, y son muy decorativos.
Los cactus se deben regar de manera escasa por lo que son una gran opción, pero recuerda que necesitan luz, así que serán ideales para estar en la repisas de las ventanas.
Los ficus son plantas muy llamativas por su estética, casi como un bonsái. Para mantener un ficus perfecto en el interior de casa necesita que la luz sea indirecta y regarlo muy poco en invierno.
La hiedra se caracteriza por su rápido crecimiento, incluso puede llegar a ser difícil de controlar, pero es una gran opción para colocar en lo alto de una estantería para ver el efecto de caída que tiene.
Es muy buena opción porque se adapta bien tanto a entornos de mucho sol como de poco y en cuanto al riego, es importante mantenerla húmeda, pero cuidado con encharcar la maceta.
El Tronco de Brasil o árbol de la felicidad no necesita mucho riego, unas, dos o tres veces a la semana. Crece en un lugar bien iluminado pero no demasiado soleado.
Una opción más colorida es la Violeta Africana, planta de interior que produce flores permanentes parecidas a las violetas comunes, en tonos morados, blancos, o rosas. Necesita mucha luz pero nunca sol directo.
Por último, las plantas aromáticas como el romero, la albahaca o la lavanda son una gran opción para la cocina, porque a la vez que se convierten en un ambientador natural son muy útiles para tenerlas a mano en tus próximas recetas.