La Federación Española del Vino (FEV) da servicio a más de 850 bodegas en todo nuestro país desde 1978. Sus retos son tremendos actualmente. La sostenibilidad y el futuro de este sector tienen que ir de la mano.
A la cabeza de ese reto está José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino, ingeniero agrónomo siempre vinculado al negocio del vino. Benítez forma parte, además, del Comité LEX sobre legislación europea y mercado interior en la patronal europea y es presidente del Observatorio Español del Mercado del Vino. No sé si encontraremos a alguien que sepa tanto de los retos a los que se enfrenta este sector.
José Luis y equipo se han arremangado la camisa y se han puesto a remar para ayudar a sus bodegueros y, por eso, han elaborado, en colaboración con Ecovidrio, la primera Guía del Ecodiseño específica para bodegas donde nos cuentan cómo etiquetar y envasar un vino de manera sostenible. Consumidores: esto también nos interesa a nosotros. Leed lo que nos cuenta José Luis con una copa de vino…
¿Cuál es el hito más importante de la federación en temas de sostenibilidad?
Nuestra federación es pionera en el sector del vino en temas de sostenibilidad porque en 2015 creó la única certificación (Wineries for Climate Protection) que existe a nivel nacional para bodegas con criterios de sostenibilidad medioambiental como la mejora del manejo del agua, la gestión de residuos, la eficiencia energética y, la más importante, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (CO2).
A lo largo de 2021 hemos trabajado en una ampliación llamada “Sustainable Wineries for Climate Protection” que empezará a funcionar en enero de 2023 y cubre todo el ámbito de la sostenibilidad: económica, social y ambiental, alineándonos con los ODS de Naciones Unidas.
¿En qué ha cambiado hoy en día vuestra política de RSC de antaño?
Se ha acelerado mucho. La RSC está en todo lo que hacemos y, concretamente, queremos impulsar en el sector del vino español nuestro sello y que se dé cuenta de que es esencial para impulsar su estrategia de sostenibilidad.
La Unión Europea ha creado una estrategia enfocada a la sostenibilidad integral (de la granja a la mesa) bajo el nombre de Pacto Verde (Green Deal) en el que se están revisando directivas y se adaptan a las exigencias medioambientales actuales. En la certificación hemos incluido un aspecto super importante que es el consumo de vino con moderación. Hace años que estamos con ello y no lo habíamos integrado a las acciones de RSC, cuando sí que lo es.
¿Cuál es vuestro próximo reto? ¿Cómo lo vais a encarar?
El reto está en concienciar al sector (que en España es muy diverso y está muy disperso en el territorio) para que todos y cada uno de los propietarios sean conscientes de que la inversión en sostenibilidad les va a ayudar a vender mejor. También les dará la satisfacción de haber escuchado las demandas del consumidor y de entrar en un S.XXI que lo exige (protección del planeta, consumo moderado, etc.).
Cumplir con las nuevas obligaciones como la del reciclado nos hace más exigentes. Habrá que estudiar qué opciones tenemos, si realmente la reutilización es más sostenible, etc. Las grandes empresas lo tienen más desarrollado, cuentan con departamentos propios, etc., pero la bodega pequeña lo tiene más difícil.
¿Qué tareas tenéis pendientes?
Acabamos de lanzar la Guía de Ecodiseño en colaboración con Ecovidrio. También tenemos que desarrollar una guía de RSC para que las empresas tengan de manera fácil y cercana una referencia que les ayude a mejorar.
Nos preocupa un poco el green washing (como ocurre a veces con los llamados vinos naturales). Queremos que quienes hacen cosas lo den a conocer, pero que se hagan cosas reales y útiles.
¿Cómo motivamos a la bodega para que elija los productos más sostenibles que proponéis?
Poniendo en valor estos materiales más sostenibles a través de herramientas prácticas como la Guía de Ecodiseño, por ejemplo. También a través de los acuerdos con la distribución tanto española como internacional. Por ejemplo, en Escandinavia nuestro vino se vende a través de monopolios estatales y estos países están muy preocupados con el tema medioambiental. El 89% de los clientes compra productos con el sello verde antes que otros productos. Nosotros hemos conseguido que nuestro sello WfCP sea reconocido en estos países.
En plan Orwelliano , en 2084, ¿cómo te imaginas a la FEV?
¡Qué difícil! Será un mundo vigilado y deprimente… Creo que la Federación Española del Vino seguirá siendo útil y habrá conseguido mantenerse en el tiempo. Es un sector ligado al terreno. La bodega no se puede deslocalizar, por lo que la sostenibilidad es necesaria para la preservación del sector. La Federación Española del Vino seguirá defendiendo y apoyando a los socios para poner en valor un producto con una historia y una cultura detrás que va mucho más allá de lo que es un simple negocio o una industria agroalimentaria.
¿Del 1 al 10 cómo de sostenible te consideras?
Me pondría entre un 7 y un 8. Aparte de mi propia experiencia, he formado a mis hijos en ese sentido, en las decisiones de compra. Antes no me fijaba y ahora cada vez lo hago más. Pero no solo en aspectos medioambientales, también los aspectos sociales son importantes.
¿En qué aspecto social / ambiental te has involucrado más y qué crees que te ha llevado a ello?
En el aspecto medioambiental estoy muy involucrado por mi trabajo, pero quizá en el plano personal lo estoy en el ámbito social por una circunstancia familiar. Tengo un hermano con síndrome de Down y estoy bastante sensibilizado en este tema. Muchas veces he visto hipocresía en personas que se involucran mucho en una causa, pero se olvidan de las necesidades de sus familiares cercanos…
¿Qué actividad te ha hecho sentir orgulloso en ese aspecto?
Pues la verdad es que ha sido educar a mis hijos en la importancia de respetar e involucrase con cosas tan simples como sacar a merendar a su tío.
Si tuvieras que elegir una organización benéfica, ¿cuál sería? ¿Cuál es tu referente en el campo de la sostenibilidad?
Yo barrería para casa y optaría por la Fundación Gil Gayarre en la que está mi hermano. Hacen una labor tremenda ayudando a las personas con discapacidad intelectual a desarrollar su proyecto de vida, sus deseos y sus aspiraciones.