Entrevista a Néstor Catalán, Founder de PLASTICPeople

Néstor Catalán y Nano Morante, fundadores de PLASTICPeople

Néstor Catalán es un ingeniero que, en 2019 creó, junto con su socio, Nano Morante, una empresa llamada PLASTICPeople que ofrece una solución circular al reto del plástico. Con él hablamos de plástico reciclado, que es lo que en su empresa utilizan para crear productos. Me dice que “el plástico lo inventamos nosotros y el problema que hemos tenido es que hemos abusado de él y no hemos tenido conciencia del retorno de este. Pero el plástico no es el problema.” Y Néstor, en esta entrevista, y en su trabajo diario, nos explica la solución que ellos proponen.

Así se definen: Más de 350 millones de toneladas de plástico se producen anualmente. Menos del 15% es recolectado y reciclado. En PLASTICPeople transformamos todo tipo de residuos plásticos en materiales polivalentes, seguros y de diseño. Creando impacto positivo ambiental y social.

Creo que la sostenibilidad es un camino, no es un hito, por lo que va cambiando

Productos fabricados con plástico reciclado por PLASTICPeople

Del 1 al 10 ¿Cuánto de sostenible te consideras?

Soy muy exigente y, por eso, no me considero lo suficientemente sostenible. Me gustaría ser más sostenible de lo que soy….

Pero piensa que, si tú te puntúas bajo, tengo que hablar con todos los entrevistados anteriores y bajarles la nota a todos…

Risas. Yo creo que la sostenibilidad es un camino, no es un hito, por lo que va cambiando. A veces nos encontramos haciendo cosas que creemos que van en la línea de sostenibilidad y, de repente, eso ya no es sostenible nunca más y tenemos que cambiarlo. Te preguntas, ¿reciclar el plástico? Eso es muy sostenible, sí, pero también necesito energía para hacerlo. La sostenibilidad radica, en mi caso, en que la materia prima y la energía sean limpias y en cómo eso impacta en nuestra sociedad, en nuestro día a día. 

La sostenibilidad tiene que ser inteligente. Ahora mismo nos podemos encontrar que para ser sostenibles, nos viene a la cabeza prácticas que pueden ser insostenibles.  Un ejemplo: estaba haciendo una charla y me dicen: “entonces, cuando tiro mi basura, ¿la tengo que lavar?” y yo contentos: “Bueno, para eso hay que usar agua. Además, hay que entender el contexto: la recogida de residuos funciona a peso.  Lo laves o no, va a acabar en una montaña de residuos sucios que se irán ensuciando. Lo importante es que separes la basura, que lo laves no es tan importante.” 

Por eso te digo, hay que entender el contexto para realmente entender el impacto y la sostenibilidad de las cosas que hacemos. 

 A nivel social, ¿te has involucrado en alguna actividad? 

Sí, es imprescindible, porque lo social es el entorno. Todos somos entorno. Todos somos parte del mundo en que vivimos. Las personas son muy importantes porque somos los que hacemos que las cosas sucedan. No estamos arreglando un entorno externo. Estamos arreglando una alteración del entorno que estamos creando nosotros. Es importante para mí esta parte de concienciación, de entender nuestro ecosistema y el impacto que realmente tenemos en el ecosistema. 

Te pongo un ejemplo: en Vietnam, una de las acciones que hicimos con una ONG que se llama Mekong Plus se centraba en una recogida de residuos tradicional. En el interior de Vietnam donde, para llegar a una casa pasas por un trozo de tierra entre campo de arroz y campo de arroz, ahí evidentemente, el camión de basura no pasa. Nos encontramos con que, de forma tradicional, la gente ha ido lanzando al río o quemando sus residuos. Antes eran todos orgánicos porque los envoltorios eran de bambú, de cocotero, de palmera. Lejos de pasar algo malo, lo que hacías es fertilizar la tierra y enriquecer las aguas. ¿Qué nos encontramos ahora? Que, de repente, eso se ha ido sustituyendo por plástico, pero nadie ha pensado un poco en la transición y en entender que lo que estás quemando ahora es tóxico y que si lo tiras al río acabará en el mar y generará un problema ambiental. Y luego, económico. Allí hicimos una acción de concienciación para que entendieran el impacto de  loque hacían y les mostramos cosas tangibles.

Qué puedes hacer tú para que ese impacto pase de ser negativo a que sea positivo. Se tradujo en: si los plásticos en vez de quemarlos, los guardáis, nosotros los recogemos cada equis tiempo o cuando llegue a ciertos volúmenes, generaremos la transformación de esos plásticos en materiales, planchas, para reconstruir vuestras casas y granjas. Eso creó cierta sorpresa hasta el momento en que, efectivamente, llegamos con las planchas. Se quedaron impresionados. 

Ese efecto “wow” es el que cambia la mentalidad de la gente. Ahora entienden: ostras, he guardado este plástico, y se ha transformado en algo que es fantástico. Y dejó de ser fantástico para un tercero y ahora es mi casa. Es el tejado de mi granja. Esa transformación que va más allá de la transformación del plástico es la transformación de la manera de pensar, que es lo que buscamos. De ahí generas un efecto dominó. El vecino te dice, oye, yo también guardaré plástico, que necesito unas planchas que tengo que arreglar mi tejado. Oye, con eso podríamos hacer un abrevadero para el ganado. De ahí empiezan a aparecer ideas que convierten el residuo en un recurso. Y esa es la clave. El protagonista lo tiene la gente.

Concienciación sobre residuos plásticos en Vietnam organizada por PLASTICPeople

 Esto en Vietnam. En España yo tengo que hacer un acto de fe cuando separo toda mi basura, que la separo toda, toda. Y nunca me vuelve nada. Veo de vez en cuando, una escoba que pone “plástico reciclado”. El problema está en que en el recorrido nos perdemos. Además de hacerlo en Vietnam, lo tienes que hacer aquí. 

Exacto, y por eso estamos aquí. Ese es el reto. Esto no solo pasa en Vietnam. También hay que decir que hay una gran diferencia entre Vietnam en la infraestructura de la recogida de residuos. Aquí no lo vemos. Por dos motivos. Primero, hay mucho más dinero en infraestructura, en recogida, y en preocuparnos que no se vea la basura por ahí. Segundo, somos menos gente. Pero luego hay otra parte, que une a los dos mundos porque es un tema del mundo global que es la reciclabilidad del residuo. En general, no se recicla la mayoría de lo que se recoge. No se acaba reciclando en general porque el plástico que generamos no interesa económicamente.  

Entonces, ¿de qué cifras hablamos? En España, solamente entre el 34% y el 50% del plástico recogido, se acaba reciclando. El resto, se sigue quemando. Aquí, en vez de reciclarlo a cielo abierto, se intenta hacer energía. Le llaman “reciclaje químico”. Bueno, lo quemamos. Con todo el CO2 que genera o se acaba enviando a un vertedero.  

Aquí, lo que he experimentado el año y medio que he estado de regreso aquí es que hay una crisis de credibilidad de modelo. Porque además hay un mensaje confuso. Me dices que hay “envases” y no me dices que son plásticos. Hay unos plásticos que van al amarillo, pero hay otros plásticos que van al gris. Ostras, eso confunde. Y aquí hay un tema de intereses, de marcas que no quieren que se vean envases en los sitios. Y de normativas globales de responsabilidad y demás. 

Pero ¿el sistema funciona en España? 

Sí que tenemos un sistema eficiente y eso rompe una lanza a favor del sistema actual. La infraestructura existe para clasificar correspondientemente el plástico que tiras en el contenedor amarillo. El problema que tenemos es que ese plástico clasificado se clasifica bajo unos criterios que obviamente marca un mercado económico del polímero (las botellas PET principalmente) y luego ya empezamos con bolsas, con color, sin color, mixtos, etc. Estos acaban donde te puedes imaginar. Aquí es donde puedes darle la vuelta. Aquí existe la oportunidad. Yo siempre lo veo como una oportunidad y un reto más que un problema. Hay que incrementar su valor de reciclabilidad. Sobre todo, porque hay una materia prima muy válida que se podría reutilizar y transformar en algo útil. 

Y aquí está el siguiente paso: tenemos la materia prima, ahora ¿cómo le damos valor para que tenga sentido económicamente? No haciendo lo que hace todo el mundo a nivel de reciclaje que son las bolitas, los pellets. Nosotros creemos que tenemos que ir más allá y, por eso, hacemos un producto elaborado. Hacemos planchas que tienen una aplicación directa (en una mesa, en un mobiliario, en la construcción, en decoración, en arquitectura, en diseño de productos…) Tú realmente has visto esa transformación. Acaba en un producto final cuyo valor se lo damos en su estética, funcionalidad, aplicabilidad, características. 

Me encantaría que, en un futuro, existieran programas que premiaran por el plástico que se recicla. Recoger equis cantidad de plástico y este plástico es tuyo. Hagamos que circule. En un momento dado cuando vayas a comprarte una mesa, que esté hecha con plástico reciclado, dices: yo he reciclado 45 kilos. Ah, pues te descuento el material de la mesa porque es “tuyo”. Circula. Eso es lo que buscamos. Dar esa visibilidad.

Si me tuvieras que recomendar alguna organización que haga temas sociales, ¿qué me recomendarías? 

Aquí en España hemos empezado a trabajar con Robert García que tiene un grupo que se llama Catalunya CleanUp Challenge. Al final, no son tanto las organizaciones como las personas que están detrás. Somos capaces de asignar trillones de dólares a guerras absurdas y no somos capaces de poner un poquito de orden con el residuo que generamos. Depende de las personas. También tú como consumidor/a, cuando eliges un producto u otro producto.  

Néstor Catalán, fundador de PLASTICPeople

¿Por qué tenía que existir PLASTICPeople?

Es necesario. Siempre digo que mi socio Nano Morante y yo decidimos tirarnos a la piscina a crear este proyecto más por una necesidad que por una oportunidad. Había que hacer algo. Cuando tomé la decisión de meterme en el mundo del reciclaje, no sabía de reciclaje, no tenía conocimientos. No tenía conocimientos básicos de química ni de polímeros. Lo que sí veía es que había mucho plástico por muchos sitios. Ahí empezó mi curiosidad: el porqué. ¿Por qué tiene que existir? Porque es necesario. Las soluciones deben tener ese componente de sostenibilidad económica, como negocio. Si no, ni perdurará en el tiempo ni crecerá ni escalará en la medida que sea necesario para que el impacto realmente exista. 

 Tendría que haber un cambio de paradigma. Pensar diferente. Cambiar del reciclaje del pellet como punto final. Thinking outside the box.  

¿Cuál es el éxito más importante que PLASTICPeople ha conseguido?  

Después de casi 5 años, seguir aquí y ser capaces de que el proyecto que tenemos en Vietnam crezca después del Covid. Es un éxito seguir aquí y demostrar que, hasta la fecha, no solo estamos siendo sostenibles, sino que estamos creciendo. Estamos abriendo un centro en Europa, con todo lo que implica. 

 ¿Por qué empezaste en Vietnam? 

El destino me llevó a Vietnam, pero Vietnam me hizo quedarme. La amabilidad de la gente, la facilidad para emprender, el dinamismo, la oportunidad. A mí me llenaba. Esos días terribles que tienes recogiendo residuos mientras te cae la tromba de agua, barro hasta las rodillas, la motocicleta se te ha parado, tú cargando con tres bolsas detrás… Y te dicen, gracias por hacer lo que estás haciendo. Gracias por estar en nuestro país y ayudarnos con el gran problema que tenemos con el plástico. Ese poder de la gente nos hizo seguir adelante. Vietnam es fantástico. Su gente, el país, su dinamismo, la energía que tienen. Esto nos permitió algo que aquí no hubiera sido posible, estoy convencido.  

¿Qué proyectos tenéis pendientes? 

Consolidar el modelo aquí en Europa. Conseguir la tracción de mercado necesaria para garantizar la sostenibilidad y fortaleza del proyecto. Para ello necesitamos garantizar un producto seguro, bonito, estable y competitivo, El cliente aquí en Europa es mucho más exigente y el proceso de compra es más largo. Conseguir ganarnos la confianza y credibilidad en la utilización de materiales plásticos 100% reciclados. Una vez empecemos a consolidar, hay que extender, aplicar y democratizar la solución de PLASTICPeople.  

Diseño arquitectónico utilizando materiales reciclados por PLASTICPeople

¿Quiénes son vuestros clientes? 

Nuestro cliente es más empresa, distribuidor, fabricante, diseñador, arquitecto. Si hablamos un poco de sectores, depende de las aplicabilidades. Las posibilidades son espectaculares por aquí. Nos gustan las dos vías: el diseñador y el arquitecto que se atreva a prescribir materiales nuevos. Y también el cliente final. El dueño de esa cafetería, de ese restaurante, que diga: yo quiero crear aquí impacto positivo. 

Nos pasó en Vietnam cuando el fundador de la cadena de restaurantes “Pizza for Peace”, que es japonés (Masuko Yosuke) y está muy centrado en el tema de la sostenibilidad, dijo a su equipo: “chicos, aquí minimicemos el impacto negativo de los materiales. Los materiales de PLASTICPeople tienen buena pinta. Vamos a ver cómo podemos ir aplicando cosas.”  

Como individuos y como comunidad tenemos que creer que los cambios son posibles. Y, además, que dependen de nosotros. Y que nosotros como comunidad en conjunto somos capaces de hacer más de lo que creemos hacer. El mundo es capaz de frenar, como pasó en la pandemia. 

Pero cuando el mundo nos exige responsabilidad y que pongamos de nuestra parte, hay mucha gente a la que le molesta…

Como sociedad tenemos que ser un poco los early adopters y empezar a hacer que ese cambio pase. El resto acabará sumándose. Estoy convencido. Tenemos el impulso. Nosotros queremos ser la chispa, y encender la capacidad positiva de transmisión y de generación de cambio en cada uno de nosotros. Sacar la parte buena de cada uno. Y luego, cuando haces que pasen cosas que no esperabas que pasaran, tienes el efecto “WOW”… esa sensación de orgullo. Eso es lo que queremos. La sensación de orgullo de que pasen cosas gracias a nosotros. 

 2084, dentro de 50 años: ¿dónde está y qué hace PLASTICPeople 

PLASTICPeople estará en todos lados… En todos lados. Pero siendo parte de la gente. Yo no aspiro a ser parte de una macro corporación global mundial centralizada, no. Tiene que ser una red colaborativa. Un diálogo. ¿Y yo? Estaré en otro proyecto. Sea para PLASTICPeople o para Uranius People (risas). Nuevos retos. El reto debe estar superado ya. Vamos a superarlo más pronto de lo que nos imaginamos. Dependerá de nosotros, pero pasará.  

Dependerá de nosotros, pero también del super… Porque yo me desespero cuando me plastifican un pimiento o unas cebollas. Se lo decía al de la verdulería: ¿por qué hacen esto?  

Hay hasta cocos plastificados. Creo que el abuso del plástico que estamos haciendo se racionalizará. Porque tiene que pasar. Tiene que haber un cambio. No podemos pretender el que el acceso a alimentos frescos cultivados a decenas de miles de km esté siempre disponible en nuestro super y esperar que sean de una forma sostenible… A nivel de producto, a nivel de industria, espero que vuelva de alguna forma a la proximidad. No es necesario tanto packaging o protección ni tanto color impreso en el mismo que contamina y dificulta su reciclabilidad     

De momento, ¿qué nos vamos a encontrar? El plástico va a seguir creciendo en producción. Lo que hay que buscar es que se hagan diseños inteligentes de packaging para que se haga más fácil la reciclabilidad y que encontremos fórmulas de maximizar la recuperación y la reciclabilidad de esto. Se seguirá generando plástico porque, como consumidores, queremos que ese producto tenga las condiciones higiénicas determinadas y una durabilidad determinada. Y eso, nos guste o no, nos lo permite el plástico.