Mónica Lafuente es cofundadora de la marca Let’s Pause, una marca de mobiliario que se inspira en la belleza de la naturaleza convirtiendo materiales nobles en piezas de diseño únicas, armónicas y hechas a mano. Nos cuenta que … “no hay ni un solo producto que yo hago que se pueda producir en masa.” Creen firmemente en que un producto natural en casa te ayuda a hacerla más cálida, a relacionarte con la naturaleza, a mejorar tu ambiente.
Dice que ha heredado esta relación con la naturaleza de su abuelo paterno, que era de un pueblecito cerca de Calatayud y que hacía cestitos con lavanda (espliego allí) que hoy todavía huelen bien. Mónica, en Let’s Pause, toma la flor seca del magnolio colombiano y con esto hace pomos para las puertas. Puso en marcha Let’s Pause pensando en que no puede ser que, en España, que ha sido un país de oficios y artesanos, con cerámica, cristal, cestería, esparto y mil cosas… ni se haya valorado ni se esté intentando salvar ese trabajo.
Creo que este es un proyecto que buscaba que los oficios en España no se perdieran… aun así, creo que hemos llegado tarde
¿Qué te llevó a crear la empresa?
La empresa la creé con una socia hace más de 10 años. Let’s Pause es una reflexión sobre el consumo. Sobre cómo queremos vivir. Queremos recuperar ese trabajo artesanal que ya se está perdiendo, y hacerlo respetando los ritmos de trabajo de los artesanos. Queremos que se sientan orgullosos de lo que hacen, que es una gran labor para todos los que vivimos en grandes ciudades y que nos gusta sentirnos rodeados de naturaleza.” El objetivo es que un objeto de decoración cálida sea un objeto de deseo, no obligatoriamente inaccesible de precio, pero con un precio justo.
La primera pieza que diseñé fue una butaca de líneas muy rectas y la hice de esparto porque yo lo que quería evocar es que al sentarte en una butaca de esparto te sientas en el campo. La siguiente pieza que diseñamos fue la tumbona de esparto porque cuando tomas el sol oler a campo es maravilloso… Después empezamos a introducir nuevos materiales con la pauta de que tenían que ser silvestres, que nadie los cultive. Empezamos con la caña que, además, es muy invasiva. Hicimos lámparas que dan una luz super cálida. Luego seguimos con las ramas del árbol del álamo, porque son una madera muy blanca que tiene unos nudos que hacen que tenga un poco de curvatura y es utilizan para hacer cajas de fruta, cerillas o papel…
¿Por qué crees que Let’s Pause tenía que existir?
Porque no había nada parecido cuando creamos la marca. Hace once años este tipo de proyectos no existía, la gente no prestaba atención a la decoración natural. Yo siempre he pensado que el lujo es tener una pieza hecha a mano con materiales naturales, bien hecha. Porque el cariño que le pone un artesano a un objeto hecho a mano lo hace diferente de todo lo que podamos encontrar. Cada pieza es como un hijo y se tienen que desprender de él.
Creo que este es un proyecto que buscaba que los oficios en España no se perdieran… aun así, creo que hemos llegado tarde. En nuestro país nunca se ha protegido la artesanía. Así como en Francia sí, y por eso hay muchísimos más artesanos que en España y tienen una feria bianual dedicada a la artesanía como es Maison & Objet.
Nosotros competimos con marcas como Zara Home que hacen unas inversiones tremendas para mostrar sus productos con películas magníficas punto nosotros lo que hacemos es enseñar quién lo hace y cómo lo hace
¿Cuál es el éxito más importante que habéis conseguido?
Cosas inimaginables… Hace tres años Loewe nos escogió para decorar todos sus escaparates junto con Javier Sánchez Medina. Hicimos cubos de álamo y de esparto para poner los productos de Loewe. Actualmente somos proveedores de alfombras para Loewe en todas sus tiendas.
También nuestra butaca más icónica, la Turqueta, ha estado en la tienda de Harrods de Londres… o en 2022 cuando nos seleccionaron como Best of Spain en AD (Architectural Digest).
¿Qué proyectos tenéis pendientes de desarrollar y qué necesitáis para desarrollarlos?
Nos encantaría hacer proyectos en pequeños hoteles. Este año hemos hecho uno en Menorca para el Hotel Sant Ignasi. Lo han remodelado y han puesto muchas cosas de Let’s Pause. También en febrero hicimos una colaboración para la remodelación del Hotel Valldemossa en el que toda la iluminación es nuestra.
¿Cómo motivamos al consumidor para que elija vuestros productos?
Yo creo que al final la motivación es el storytelling. Nuestro storytelling es brutal y ahora lo hemos empezado a contar, sobre todo en redes sociales y específicamente en Instagram. Cuando el consumidor conoce la historia compra seguro.
En 2084, ¿cómo te imaginas tu empresa?
Buf… En este negocio te tiene que gustar muchísimo la decoración. Mis hijos no sé si lo continuarán, no creo. Yo no soy decoradora, pero me gusta la decoración. Tengo mucho el síndrome del impostor (risas). Yo espero seguir trabajando siempre. No me veo retirada porque trabajar en este proyecto es una cosa que me encanta hacer.
¿Del 1 al 10 cómo de sostenible te consideras?
Yo me pondría un siete porque tengo mucho a mejorar. Evidentemente, reciclo, gestiono el consumo de agua (recupero el agua que sobra de la ducha) etcétera. Siempre intento pensar con mentalidad de ecológica. Pero no supero el 7 porque aún tengo muchas cosas que cambiar, por ejemplo, debería apostar más por la ropa ecológica.
A nivel personal, ¿en qué aspecto social / ambiental te has involucrado más y qué crees que te ha llevado a ello?
A nivel familiar tengo cerca tres asociaciones. La primera es la Fundación Cris contra el Cáncer en la que mi hermano está muy involucrado. Yo he vivido el cáncer bastante de cerca y también me afecta. Mi socia, Helena, además, tiene una organización que se llama Active África y por eso también estamos muy involucradas. Y también he seguido de cerca la actividad de las monjas mercedarias porque mi exmarido había estado muy involucrado por una familiar suya.
Ahora voy a empezar a colaborar con la Fundación Villavecchia porque van a crear la primera residencia para niños terminales de cáncer. Están creando unos apartamentos para que puedan estar con su familia en los últimos días de su vida. Nosotros vamos a colaborar con ellos para que tengan una entorno amable y más cálido.