Beatriz Jacoste está vinculada a KM ZERO Food Innovation Hub desde hace más de cuatro años y lo dirige desde hace tres. Llegó a este organismo, nacido para crear comunidad e impulsar la actividad de empresas y startups del mundo de la alimentación, desde el Food Future Institute. Lleva desde sus inicios vinculada al mundo de la alimentación y su capacidad global, hace que lidere y haya liderado un sector internacional.
En su MANIFIESTO (un manifiesto se merece unas buenas mayúsculas) dicen que “desde KM ZERO identificamos, conectamos y fomentamos la colaboración entre las personas e iniciativas que están impulsando el cambio trabajando por una mejor alimentación. Por un mejor planeta.” Nosotros, desde nuestra humilde web, tenemos el mismo objetivo: conectarnos a todos por un mejor planeta. Pero no sólo eso, el discurso de Beatriz es enorme, además de riguroso y bien trabajado. Nos ha contado muchas cosas con una energía interminable. Que no la frene nadie. Que siempre siga trabajando en esto. Que siga arrastrando y que nos ayude a todos en esa misión. Ha sido un auténtico placer conocerla y charlar con ella un rato.
Nuestra misión es crear un futuro con tres características: fomentar la dieta planetaria (ser conscientes de sus límites), que la alimentación sea saludable y, ante todo, que los alimentos estén ricos
¿Por qué existe una organización como KM ZERO?
Por la necesidad que tiene la industria alimentaria de adaptarse a los cambios de la sociedad y del medio ambiente. Hace 5 años, desde la industria, se decide crear KM ZERO como un think tank para pensar el futuro de la alimentación.
Había que estudiar cuáles iban a ser los desafíos de ese futuro, para incorporar soluciones lo antes posible en la industria alimentaria. Hay una necesidad de transformación urgente, pero no se sabe cuáles son los pasos a tomar. Nosotros estudiamos los caminos ideales a trazar. Creemos que el futuro no existe, sino que debemos diseñar el futuro que creamos mejor para todos.
¿Cuál ha sido vuestro éxito más importante?
Aglutinar a toda la industria agroalimentaria. Convertir a KM ZERO en una plataforma colaborativa en la que empresas de todos los campos trabajan en conjunto.
Además, hemos sido pioneros con KM ZERO Venturing. En este programa escuchamos las necesidades de toda la cadena agroalimentaria, desafíos que les competen, y buscamos soluciones. Estas soluciones vienen de la mano de emprendedores. Entonces, conseguimos que grandes empresas y emprendedores colaboren juntos.
¿Qué proyectos tenéis pendientes? ¿Qué hay en el tintero?
Tenemos una vertical enfocada en educación, en trabajar con niños. Sobre todo, en la parte de concienciación, para poder instruir sobre el poder individual de cada uno de nosotros como consumidores. Gastro Genius es una metodología de trabajo, en la que empresas y grandes instituciones, como el Ministerio de Agricultura, comparten sus necesidades de innovación y piden ayuda a los niños para resolver estos retos.
Urge trabajar la concienciación para evitar que en el futuro estemos en la misma situación que ahora. Necesitamos más continuidad, que la alimentación entre cada vez más en el currículum educativo, que se priorice al nivel de las matemáticas.
¿Cómo motivamos a las empresas para se vinculen a KM ZERO?
Por suerte, en estos cinco años hemos conseguido darnos a conocer a través de iniciativas como nuestro congreso anual, ftalks Food Summit, que realizamos tanto en México como en Valencia. Muchas empresas se acercan a nosotros porque tienen la necesidad de hacer “greenwishing” (que no greenwashing). El “greenwishing” hace referencia a las empresas que necesitan crear estrategias más sostenibles, no solo por una cuestión reputacional, sino porque la normativa les obliga. Todos estos requerimientos, que también provienen del consumidor, van hacer que la industria no tenga más remedio que ser sostenible. No saben cómo hacer la transición así que nosotros podemos ser ese agente externo que les conecte con las soluciones.
Poniéndonos Orwelianos, ¿cómo ves a KMZERO en 2084?
Nos gustaría que fuera una iniciativa sin fronteras, una plataforma abierta a cualquier empresa de alimentación que quiera crear ese futuro del que hablábamos. También, nos veo con un brazo inversor más fuerte para financiar startups. Además, nos gustaría. Tener mayor poder de influencia a nivel político y normativo. Creemos que podemos convertirnos en el lobby que abogue por la nueva alimentación. Sobre todo, estaríamos enfocados en crear un futuro con tres características: fomentar la dieta planetaria, que consiste en ser conscientes de los límites del planeta y producir en consecuencia. Segundo, que la alimentación sea saludable. Y, ante todo, que los alimentos estén ricos. … todo esto, a un precio asequible.
Del 1 al 10, ¿cómo de sostenible te consideras?
Un 7. A nivel dieta, soy muy hedonista. En el día a día, mi alimentación se basa en legumbres, verduras y fruta, pero cuando como fuera no pienso en la sostenibilidad.
Por otro lado, las emisiones que genero cuando viajo por trabajo no son nada sostenibles. Sin embargo, cuando valoro participar en una conferencia, valoro mucho si mi impacto va a ser mayor que las emisiones que generaré. Considero que lo que puedo aportar a miles de empresas en charlas, equilibra la balanza positivamente.
A nivel social, ¿en qué te has involucrado más?
Nos remontamos a cuando trabajaba en Berlín donde empecé a colaborar con un banco de alimentos en un proyecto educativo en el que cocinaba en escuelas con alimentos “feos” donados por supermercados. El objetivo era, además de reducir el desperdicio de estos alimentos descartados por la gran distribución, concienciar a los niños de la importancia de la dieta saludable y del impacto de sus decisiones en su salud y en la del planeta.
¿Recomiendas algún organismo por el trabajo que están llevando a cabo?
Future Food Institute, que fue uno de los pioneros en utilizar el término “foodtech”. También, hacen un programa muy interesante, que se llama «food innovation program«, un viaje de 60 días a capitales del mundo, en el que detectan prácticas positivas de las que podemos aprender y trasladar a nuestras organizaciones.
Por otra parte, me gustaría destacar el trabajo de una de las startups que han formado parte de nuestro programa de KM ZERO Venturing: Naria, una plataforma que aboga por la inclusión social y seguridad alimentaria a través de la tecnología. Circularidad y seguridad alimentaria en una única plataforma.