Adrián Hervella es un ingeniero marino de Coruña. Estuvo navegando varios años y entró en Decathlon en 2012 como amante del deporte que es, cuando terminó la carrera. Me cuenta que tiene un vínculo muy especial con el mar y el mundo de la vela. En su larga trayectoria en la compañía ha sido director Regional y hace un par de años dio el salto al liderazgo de la sostenibilidad de la compañía en España.
Yo lo pude escuchar en las Conversaciones de Harvard-Deusto en Barcelona hace unos meses y pensé, “tengo que entrevistarlo”. Adrián es una persona amable y entusiasta de su trabajo. La verdad es que es un lujo poder tener conversaciones con gente que ve las cosas así.
Yo creo que no es justo poner al cliente frente a la disyuntiva de: o eres sostenible o compras barato
¿Del 1 al 10 cómo de sostenible te consideras?
Yo me voy a poner un cinco, porque creo que hay cosas que hago bien y tengo la conciencia desarrollada en ese sentido: consumo de manera muy consciente, solo compro cuando lo necesito, pero de verdad… Intento alargar la vida de las cosas, reparo mi propia ropa o las cosas que ya tenemos en casa. Me esfuerzo por cuidar los productos y hace mucho tiempo que, cuando necesito algo, o es muy especial o mi opción de entrada siempre es buscar de segunda mano si lo hay. Tampoco acumulo en casa, o dono o reverendo. Hace años que me esfuerzo en mirar lo que compro pensando en que después era un residuo. Mis desplazamientos son de la forma más sostenible posible.
Lo que pasa es que me pongo un 5 porque cuando piensas de verdad en la magnitud del problema que afrontamos y en todo lo que podríamos hacer a nivel individual -o como familia- pienso que podría hacer muchísimo más de lo que hago. Creo que estamos lejos de donde debiéramos estar.
También tengo que decir que cojo muchos aviones al año y me puntúo bajo como una exigencia. Lo que estamos haciendo a día de hoy está bien, pero tenemos que hacer mucho más.
¿En qué aspecto social / ambiental te has involucrado más y qué crees que te ha llevado a ello?
Yo en lo que más me he involucrado se llama Xoel Hervella y tiene cuatro años. Sabe más de descarbonizar el planeta y cambio climático que la mayoría de los adultos. En lo que más me estoy involucrando es en él, en que entienda la sostenibilidad de una manera muy amplia, tanto medioambiental como social. Cuando pienso en lo que quiero que sea mi legado por encima de todo es lo que él puede hacer. Luego tengo una posición que me permite hacer más cosas que el resto en Decathlon.
¿Qué actividad te ha hecho sentir orgulloso en ese aspecto?
Nosotros a nivel familiar participamos siempre que podemos en acciones relacionadas con el cuidado de la naturaleza. También hacemos voluntariados donde trabajamos con familias que están en situación de vulnerabilidad para ayudarlas en el cuidado de los hijos y lo hacemos en familia.
Si tuvieras que elegir una organización benéfica, ¿cuál sería? ¿Cuál es tu referente en el campo de la sostenibilidad?
La ONG en la que somos voluntarios (mi hijo Xoel, mi mujer Alba y yo) se llama Nadie Solo, y desarrolla programas de acompañamiento a personas en situación de soledad, enfermedad, exclusión, discapacidad u otras causas.
¿Cuál es el hito más importante de tu empresa en temas de sostenibilidad?
Hay un momento fundamental en 2016 cuando lanzamos el primer producto ecodiseñado. Siguiendo nuestra metodología pero avalada por la norma ISO. De hecho ecodiseñamos el producto que más cantidad vendía porque sabíamos que era donde más impacto podíamos tener. Este año la agencia francesa nos dio la mayor certificación posible del estándar de Ecodiseño que estábamos implementando.
A nivel España en 2019 retiramos las bolsas de plástico de nuestras tiendas pero no las sustituimos por una opción de cartón. Simplemente la retiramos. Pusimos una bolsa de tela y llevamos 5 años sin comercializar ni una bolsa plástica de un solo uso. Fue una decisión bastante arriesgada, pero estamos muy orgullosos del recorrido que ha tenido.
Otro hito grande para España es que, en 2022 nos asociamos con 6 empresas más para fundar Re-viste, la Asociación para la gestión del residuo textil y de calzado. Decathlon tiene una conciencia importante porque entendemos que si somos parte del problema tenemos que ser parte de la solución.
¿En qué ha cambiado hoy en día vuestra política de RSC de antaño?
Yo entré en Decathlon en 2012 y, desde que estoy en la compañía, la sostenibilidad siempre ha estado en los proyectos estratégicos. Yo no he vivido un Decathlon donde la sostenibilidad no estuviera presente. Ha ido evolucionando, pero siempre para ser más relevante de lo que era el año anterior. Hace unos años hablábamos de Ecodiseño y hoy el 40% de los productos están ecodiseñados.
En los ochenta lanzamos el Trocathlon, una feria de material deportivo de ocasión que lanzamos en Francia y llegó a España en los 90. Ya en esa época hablábamos de alargar la vida de las cosas y de no dejar los productos en el armario y darles una segunda vida. Al final nuestro material deportivo siempre ha estado diseñado para que dure muchos años. Son esos gérmenes los que hacen que, en 2022, los modelos de Economía circular hayan empezado a desarrollarse de manera estratégica, alejándose de ser acciones testimoniales.
¿Cuál es vuestro próximo reto?
Decathlon lo que ha hecho durante muchos años es hacer accesible el deporte. Además, con los años, vimos que había que hacerlo de manera sostenible y en el último proyecto estratégico de la empresa lo que hemos construido entre todos es que el mejor camino para avanzar hacia esa sostenibilidad es transformar nuestro business lineal en un Business circular. El ecodiseño es circularidad porque para empezar producimos de la mejor manera y diseñado para que los productos sean reparables, se puedan mantener fácilmente, sean duraderos y también que al final de su vida sean reciclables.
Tenemos objetivos fuertes de descarbonización para el 2026 y para 2042, pero van muy de la mano de la transformación en un modelo más circular. Uno de los modelos circulares en los que estamos focalizados es en la segunda mano. Aquí tenemos nuestro modelo de recompra donde nosotros te lo compramos y luego lo volvemos a vender. También vendemos aquellos productos que no están en perfectas condiciones, los reparamos y los ponemos a la venta. También estamos focalizados en los modelos de alquiler, especialmente en el de la suscripción de bicicletas o pago por uso. Y también en la reparación de mantenimiento. Tenemos más de 100 talleres en España donde reparamos todo tipo de productos deportivos.
Con todo el tiempo y dinero del mundo ¿qué haríais?
Creo que estaríamos en lo que estamos, pero a fondo. La transformación circular de la empresa impacta en todo. Se dispusiéramos de tiempo y dinero supongo que podríamos ir más rápido de lo que vamos en la consecución de este objetivo.
¿Cómo motivamos al consumidor para que elija los productos más sostenibles que proponéis?
Yo soy optimista por naturaleza y tiendo a pensar bien. Yo creo que la mayor parte de la gente quiere hacer las cosas bien. Lo que pasa es que la vida es muy complicada y creo que acceder a información de calidad es muy difícil.
Creo que hay un mantra en la sostenibilidad que yo no comparto que es que lo sostenible es más caro. Yo creo que no es justo poner al cliente frente a la disyuntiva de o eres sostenible o compras barato. No digo que sea un problema fácil de resolver, pero el reto que tenemos es que usar modelos sostenibles no sea más caro que los modelos de comercio lineal.
El ejemplo para mí es la bici de niños. Hemos lanzado la suscripción, no lo hemos contado y los resultados son impresionantes. La gente tiene conciencia medioambiental el problema es escoger entre tu conciencia medioambiental y tu poder adquisitivo. Yo creo que la batalla está en no poner al cliente frente a esa elección.
En plan Orwelliano, en 2084, ¿cómo te imaginas tu empresa?
Uf… Risas… A ver, lo que sí es seguro es que las personas van a seguir necesitando hacer deporte. No sé qué deportes se practicarán, pero la actividad física va a seguir siendo una parte fundamental de la vida. Espero que Decathlon siga estando ahí para ayudar a la gente a practicar deporte sin que este sea un lujo.
Creo que, además, ni inteligencia artificial ni la computación cuántica o la biotecnología van a sustituir las relaciones humanas. Yo sigo pensando que en Decathlon habrá personas tejiendo vínculos con otras que van a Decathlon a buscar cosas que necesitan. Y estoy seguro de que tendremos un modelo sostenible 100% circular que habremos conseguido hacer varias décadas atrás. Y ya no será ni un tema de conversación, porque estará tan absolutamente integrado en nuestra vida que ya no nos interesará hablar de eso.
Vamos, que Adrián vaticina que The Reason Behind ya no será necesaria…