Tan sólo unos grados de diferencia son suficientes para determinar el sexo de toda una nueva generación de tortugas marinas. Esto ocurre gracias a un gen decisivo que se activa en el momento de la incubación y todo se decidirá durante un “periodo sensible a la temperatura”, este será el momento en el comenzará el desarrollo de órganos sexuales masculinos o femeninos.
¿Cómo? ¿Y qué temperaturas son las determinantes?
Si la temperatura de la arena de la playa cambia y aumenta llegando a los 31ºC, toda la nidada será de tortugas hembra, por otro lado, se ha estimado que todas las tortugas nacidas en playas con una temperatura de 26,5ºC serán machos. Esta curiosidad tan extraordinaria está acarreando muchos problemas debido al calentamiento global que comentaremos más adelante.
El gen CIRBP o proteína de unión a ARN inducida por el frío se activa en un periodo de 24h, durante ese tiempo, la pequeña tortuga nonata es sensible a la temperatura ambiental de la arena, pasados 2 días, comenzará el desarrollo de sus ovarios o de sus testículos.
¿Sólo ocurre con las tortugas marinas?
Son muchos, los reptiles cuyas nidadas se ven influenciadas por las condiciones climáticas. Todas las especies de cocodrilos, los caimanes, la mayoría de las tortugas o quelonios y algunos lagartos como las tuátaras de Nueva Zelanda, son susceptibles a generar gónadas masculinas o femeninas en función de la temperatura ambiental y no en todas las especies, una temperatura mayor, será la causante de un aumento en el número de crías femeninas, puede ser a la inversa.
“Era mucho peor de lo que pensábamos”. Fueron las palabras de uno de los investigadores de National Geographic al valorar los resultados de su último estudio. El 99% de las tortugas marinas verdes del Pacífico que formaban parte del estudio eran hembras.
El aumento de temperaturas en las costas de Australia podría tener un efecto devastador sobre las poblaciones de estos reptiles, la isla Raine es el mayor y más importante criadero de tortuga verde del Pacífico. Raine parece haber producido casi exclusivamente ejemplares hembras durante las últimas 2 décadas, la relación actual es tan descontrolada, que estas superan a los machos por 116 a 1.
Hace años, las tortugas que eclosionaron en esas mismas playas en los años 70 y 80 también eran mayoritariamente hembras, pero la proporción era de 6 a 1. Este análisis es el más detallado hasta la fecha y revela la gran importancia de este problema, planteando nuevas preguntas:
¿Cómo va a afectar este hecho a las poblaciones de tortugas a nivel mundial?
Aún es una incógnita, hablamos de unos cuantos machos para cientos de hembras, puede que llegue el punto en el que muchas tortugas no lleguen a encontrar a un macho esa temporada y no puedan poner huevos en sus nidos y reproducirse.
Afortunadamente, los análisis realizados en otra zona en la que los corales no estaban tan deteriorados y la conservación del ecosistema había sigo más controlada, desvelaros que las temperaturas no habían aumentado tan significativamente y el número de machos seguía siendo más productivo, en ese lugar, las hembras superaban a los machos por sólo 2 a 1.
Las playas más frías son la esperanza de las futuras poblaciones de tortugas marinas pero los últimos hallazgos nos indican claramente que el cambio climático está modificando muchos aspectos de la biología de la fauna marina en este caso.
Algo muy curioso, ¿sabías cómo pudieron hacer estos recuentos?
Las tortugas marinas vuelven al lugar en el que nacieron para reproducirse y anidar al alcanzar la madurez sexual. Al nacer, su instinto les hace dirigirse automáticamente hacia el mar, como si de un canto de sirena se tratase, se mezclarán y nadarán en las aguas poco profundas y extensiones de coral donde se quedarán hasta un cuarto de siglo o más antes de dirigirse a su región natal para aparearse.
Gracias a esa tradición ancestral, se sabe con exactitud dónde nació cada tortuga, y gracias a las analíticas que se hicieron a cientos de animales salvajes, se pudo obtener estos revolucionarios y a la vez alarmantes resultados.
Las tortugas marinas llevan existiendo en nuestro planeta 100 millones de años, las temperaturas del globo han ascendido y descendido durante todo este tiempo, no obstante, tras décadas de amenazas por la caza furtiva, la contaminación de las aguas, las enfermedades, el desarrollo humano por el medio acuático y en sus lugares de anidación, pérdida de hábitat y captura accidental en pesca comercial las poblaciones se encontraban muy vulnerables e incluso en peligro de extinción para algunas especies.
Los proyectos de conservación y rescate de tortugas se han convertido en una acción fundamental para asegurar su seguridad y su supervivencia.
Es responsabilidad de todos contribuir a la conservación de las tortugas marinas y su hábitat natural. La conciencia pública, la promoción de políticas de conservación y la participación en programas de conservación son acciones clave para garantizar la protección de estas majestuosas criaturas y mantener su presencia en nuestro planeta.