A veces la concienciación sobre la protección de nuestros mares y el fondo del océano se nos presenta como algo lejano. Por suerte empiezan a desarrollarse campañas más dirigidas a crear experiencias en las que todos nos vemos involucrados.
Es el caso de Wild for Life, del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente o PNUMA que pretende concienciar de la importancia de los mares y combatir el tráfico ilegal de su fauna.
Esta campaña consiste en una experiencia inmersiva pero virtual en tres ecosistemas marinos del fondo del océano, únicos muy relacionados: los manglares, los pastos marinos y los arrecifes de coral.
Una realidad virtual que te permite visitar cada destino como si de un navegante o un submarinista se tratase.
[Foto de Lucrezia Carnelos en Unplash]
Los destinos
Este viaje virtual por el fondo del océano está basado en Belice, concretamente en un tramo de 300 km de arrecife mesoamericano que se encuentra al este de México y Guatemala. De él dependen unas 200.000 personas de la zona que viven del turismo y la pesca.
Las administraciones encargadas protegen este océano a través de estrategias marinas como la necesidad de una licencia específica para pescar en esas aguas o un control muy estricto para visitarlo.
A pesar de todo, el peligro sigue más que patente y los manglares, terrenos cubiertos por agua debido a las grandes mareas que acaban formando pequeñas islas bajas donde crecen árboles que viven en agua salada, son prueba de ello.
El turista virtual también puede explorar los pastos marinos en los que habitan criaturas marinas de menor edad y más vulnerables hasta que son lo suficientemente resistentes como para viajar a arrecifes o a otros ecosistemas marinos.
El último destino se realiza en los arrecifes de coral, esas ciudades subacuáticas que todos hemos visto en las películas. Los corales son uno de los ecosistemas marinos con mayor biodiversidad del planeta, pero no se libran de la amenaza de la actividad humana.
Los arrecifes de coral son los ecosistemas con mayor biodiversidad del océano. En ellos habitan cerca de 25% de las especies marinas y proporcionan sustento a por lo menos 500 millones de personas en todo el mundo. Por desgracia, también son el ecosistema más vulnerable al cambio climático en todo el mundo. Ha llegado el momento de que los Estados Miembros aúnen esfuerzos para hacer frente a la crisis global de los arrecifes de coral y proteger este valioso ecosistema
Leticia Carvalho, coordinadora de la subdivisión de Agua Dulce y Océanos de PNUMA
[Foto de Cristian Palmer en Unsplash]
Buceas y aprendes
Esta experiencia virtual tiene algo muy innovador: te va haciendo preguntas sobre qué harías en diversos casos y te va contando por qué tu respuesta es correcta o no. De esta manera te explican conceptos hasta entonces desconocidos de una manera práctica y cercana que te permite irte sabiendo algo nuevo.
El cambio de pasar de visitas físicas a virtuales no solo beneficia a los océanos, sino también a los propios seres humanos ya que en los arrecifes de coral viven cerca del 25% de las especies marinas que proporcionan sustento por lo menos a 500 millones de personas en todo el mundo.
Pero como decíamos, esta campaña no se hace solo por diversión, sino por combatir una amenaza real contra los ecosistemas marinos. La biodiversidad mundial está disminuyendo más rápido ahora que en ningún otro momento histórico, según un informe del IPBES, la Plataforma Intergubernamental científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas.
Esta plataforma es un órgano intergubernamental independiente establecido por algunos Estados para fortalecer la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas. Pretenden legislar sobre su conservación y uso sostenible. Concretamente, fue establecido en la ciudad de Panamá el 21 de abril de 2012 por 94 gobiernos.
[Foto de Francesco Ungaro en Unsplash]
Los viajes virtuales marinos de esta campaña pretenden sensibilizarnos de la importancia de proteger y conservar los ecosistemas marinos tan valiosos.
Este viaje acuático es el primero de una entrega de visitas a muchos otros hábitats que en la actualidad se pueden visitar también, pero que virtualmente ocasionamos cero impacto, por lo que son más sostenibles. Eso sí, con un mismo propósito: conocer y aprender.