Findhorn, la Ecoaldea más famosa

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Findhorn es una de las ecoaldeas pioneras en el mundo, y su principal objetivo es demostrar que un desarrollo sostenible en términos ambientales, sociales y económicos, es posible. 

Situada en The Park, Moray, al noreste de Escocia, se encuentra muy cerca del pueblo de Findhorn.

La actividad de la ecoaldea comenzó a principios de 1980 con el trabajo de la Fundación Findhorn, una fundación que lleva a cabo programas educativos para la comunidad. 

Actualmente alberga unas 40 empresas y un centro de medicina alternativa, y ofrece una serie de talleres, programas y eventos en el entorno de la ecoaldea.

Un estudio del UHI Millennium Institute, un centro de Investigación sobre Desarrollo Sostenible, concluyó que sus residentes tienen una huella ecológica más baja que cualquier comunidad medida hasta ahora en el mundo industrializado. 

La ecoaldea Findhorn

¿Qué es una ecoaldea?

Es un proyecto colectivo que lleva a la práctica formas alternativas de vida y desarrollo basados en la sostenibilidad del entorno. Las ecoaldeas muestran y demuestran que otro modo de vida, más local y simple, es posible. 

Son iniciativas que parten de una idea central de sostenibilidad. 

Es decir, una pequeña comunidad diseñada de manera participativa, con la acción de todos sus miembros en las actividades sociales, culturales, ecológicas y económicas. 

Realizan todas sus actividades de manera consciente, organizándose para conservar o regenerar su entorno, especialmente a nivel medio ambiental.

Por eso podemos afirmar que no existen dos ecoaldeas iguales en el mundo, cada una está diseñada de manera singular por las personas que la componen según su propia visión, el contexto en el que ha sido creada, la cultura o sus intereses. 

Son comunidades cuyos trabajos y procesos siempre están en adaptación.

Findhorn es la Ecoaldea por excelencia

A lo largo de estos años, esta ecoaldea ha utilizado numerosas técnicas diferentes para su desarrollo, conservación y expansión, pero todas ellas ecológicas, logrando que el proyecto haya ganado algunos premios, como el de Mejores Prácticas de la ONU-Hábitat en 1998.

Sus propulsores fueron un matrimonio que llegó a Escocia con la intención de administrar el Hotel Cluny Hill en Forres, un pequeño pueblo cercano a Findhorn. El hotel funcionó bien por un tiempo, pero al cabo de 4 años dejó de hacerlo y Peter y Eileen, se vieron con los bolsillos vacíos y sin un hogar. 

Acompañados por sus tres hijos y su amiga Dorothy, Peter y Eileen decidieron ir a un parque de caravanas en un pueblo costero cerca de allí, Findhorn.

La necesidad de alimento para seis personas hizo que comenzaran a cultivar su propia huerta. A pesar de las condiciones desfavorables del suelo de Findhorn Bay, lograron cultivar enormes cantidades de plantas, hierbas, árboles frutales y verduras.

La ecoaldea Findhorn
Con el tiempo, se popularizó tanto que la huerta de Findhorn se hizo famosa. Y así un grupo de seis personas pasó a convertirse en una pequeña comunidad cuyo compromiso fue siempre la vida en armonía con la naturaleza.

En 1972 la comunidad se registró bajo el nombre de Findhorn Fundation como una institución benéfica, y comenzó a crecer hasta superar los 300 miembros en menos de 10 años.

Concretamente en 1975 la Fundación compró el Hotel Cluny Hill que pasó a ser el centro de talleres y alojamiento de sus miembros. Y en 1983 compró el parque de caravanas de Findhorn, donde se habían asentado originalmente.

Su huella ambiental

El estudio realizado en 2006 usó de referencia la Huella Ecológica como indicador de sostenibilidad. Esta herramienta requiere cuantificar tanto la cantidad de energía y materias primas que se utilizan (entradas), como el nivel de residuos sólidos, líquidos y gaseosos que se generan (salidas). 

Estos datos se miden con respecto a la superficie de tierra que ocupa la aldea, es decir, en hectáreas globales (gha), que representa la superficie que necesita la ecoaldea para producir los recursos utilizados y absorber todos los residuos producidos.

El estudio evaluó la ecoaldea por categorías: alimentos, hogar y energía, desplazamientos, bienes, servicios, gobierno y la inversión de capital.

Pues bien, dicho estudio concluyó que la huella ecológica de los residentes de Findhorn fue de 2.71 gha por persona, es decir, aproximadamente la mitad que la huella ecológica de los residentes del Reino Unido, que es de 5,4 gha por persona. Su huella también es menor que todas las otras ecoaldeas existentes en el mundo.

La ecoaldea Findhorn

En la actualidad

Findhorn ha crecido tanto en tamaño como en importancia. 

Hoy cuentan con unos 300 residentes fijos que viven en el lugar donde se encontraba originariamente el parque de caravanas, y son la comunidad más grande de empresas y organizaciones locales que se han creado alrededor de una ecoaldea.

Entre los proyectos y empresas de la comunidad encontramos 90 casas con altos estándares ecológicos, tres generadores eólicos para producir su propia electricidad o una planta de tratamiento biológico de aguas residuales llamada The Living Machine. Tienen una caldera de biomasa, y un sistema de reciclado integral de residuos sólidos.

También cuentan con un sistema interno de carpooling y un centro de formación en sostenibilidad.

Un dato curioso es que tienen su propia moneda local, el Eko que es gestionada por Ekopia Resource Exchange. Un banco cooperativo de la ecoaldea para generar y mantener la riqueza dentro de la comunidad. 

Las personas depositan libras esterlinas a cambio de Ekosy los gastan localmente. Mientras tanto, Ekopia, hace préstamos de las libras apoyar el crecimiento de proyectos comunitarios y de la aldea.

El interés que ha despertado este proyecto se nota año tras año. Unas 2000 personas al año van a Findhorn a vivir temporalmente, y reciben a 5000 visitantes procedentes de todo el mundo. 

Vivir en Findhorn es posible

Siempre y cuando cumplas algunos requisitos. El primero es poder comprar una de sus viviendas con altos estándares ecológicos para minimizar los consumos de energía.

Aunque, además de personas con sus propias casas, también hay varias iniciativas de co-housing, es decir, compartir voluntariamente la casa con otras personas o familias.

El segundo es seguir una dieta vegetariana, ya que producen vegetales de manera local y son prácticamente autosuficientes.

La ecoaldea Findhorn

La espiritualidad también es un asunto muy presente en Findhorn. Aunque todas las opciones religiosas son bienvenidas, hay muchas actividades de la comunidad que se desarrollan en torno a la espiritualidad. De hecho, el centro cultural de ecoaldea se dedica, entre otras cosas, a actividades relacionadas a la meditación.