The Dog Aging Project es una innovadora iniciativa en la que se reúne a las comunidades de perros, dueños, veterinarios, investigadores y voluntarios para llevar a cabo la más grande y ambiciosa investigación científica sobre la salud canina en el mundo.
El objetivo de este proyecto es entender cómo los genes, estilos de vida y ambiente influyen en el envejecimiento de los canes. Con toda esta información recabada los científicos ayudarán a las mascotas a alargar su vida previniendo enfermedades.
Los directores de este proyecto son los doctores, Dr. Daniel Promislow, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington y el Dr. Matt Kaeberlein, biólogo y bio-gerontólogo (estudioso de la ciencia de la vejez), profesor de Patología de la Universidad de Washington en Seattle.
En el 2018, The Dog Aging Project comenzó con un programa de recopilación de datos, buscando inscribir y estudiar decenas de miles de perros de todos los orígenes para obtener una comprensión más amplia del envejecimiento canino.
Hasta la fecha han recibido canes de todo tipo de razas, tamaños, mezclas y edades. El objetivo es conseguir disponer de información de 100.000 perros domésticos durante los próximos 10 años.
Si bien la medicina veterinaria cuenta con muchas especialidades como la Medicina Humana, entre ellas la Ortopedia y la Oncología, no cuenta con la Geriatría como una especialidad. El proyecto lo que permite es enseñar a la comunidad veterinaria a prevenir y tratar enfermedades conforme envejece cada perro.
Lo importante es el trabajo en conjunto que realizan los miembros de la manada – veterinarios, perros y dueños que participan en el estudio – como dice el Dr. Promislow, porque serán ellos los que llevarán a sus mascotas a realizarse sus pruebas, participar en la encuesta, y ser parte del ensayo clínico con rapamicina, un fármaco aprobado por la Agencia Americana del Medicamento (FDA).
¿Pero qué es la rapamicina? ¿Y qué tiene de milagrosa?
Bautizada así por el nombre nativo de la isla Rapa Nui, o Isla de Pascua (Chile), lugar de donde proviene geográficamente. La rapamicina es una de las moléculas más interesantes que existen. Es una molécula excepcional, inhibe el crecimiento de algunos tumores, combate hongos y evita el rechazo de órganos trasplantados. Además, se ha demostrado que en dosis bajas incrementa la vida y la salud.
Hace una década, científicos de EEUU administraron rapamicina a ratones y vivieron el equivalente a 10 años humanos más. Se comprobó que envejecieron con buena salud, con una menor incidencia de trastornos cardiovasculares y deterioro de la memoria. Una investigación fundamental para lo que vendría después.
Precisamente, el estudio con ratones fue el punto de inflexión de Dog Aging Project para desarrollar un ensayo más importante y que vaya dirigido en principio a perros.
Lo que podemos aprender los humanos de los perros
Las semejanzas que tenemos con los perros son inimaginables, por ejemplo podemos encontrar genes de riesgo asociados a una enfermedad en las mismas etapas de envejecimiento de ambos. Ellos padecen muchas de las enfermedades que nosotros también padecemos, como el cáncer. Tenemos rutinas parecidas y, en la mayoría de los casos, compartimos el mismo ambiente y llevamos un estilo de vida muy similar.
Probablemente lo que llevaría muchos años aprender en los humanos, lo podemos aprender más rápidamente en los perros. Esto es un paso previo a un futuro ensayo con humanos.
El equipo de The Dog Aging Project incluye investigadores expertos de diversas disciplinas que son líderes mundiales en sus campos. Quieren reunir el equipo más fuerte posible de veterinarios y científicos para descubrir los secretos del envejecimiento y acelerar los avances médicos.
Por último, el equipo de The Dog Aging Project, sugiere a los dueños de los perros asegurarse de darles una dieta saludable que le permita mantener un buen estado físico, hacer ejercicio con ellos, salir a andar, correr y que se mantengan activos, de esa forma, nosotros también estamos haciendo ejercicio, y eso es algo positivo.