Ecolabel, Öko-tex, GOTS… son palabras que quizás te suenen a chino pero ya has oído alguna vez. Y así como el lenguaje de la Gen-z te sientes capaz de entenderlo (salvo si te llaman boomer, claro está) con el idioma de la sostenibilidad te cuesta más envalentonarte. Todos nos hacemos a la idea de que significa moda slow, sostenible o responsable, pero cuando se trata de hablar de los certificados que nos permiten identificar este tipo de prendas, la mayoría estamos más perdidos que un pulpo en un garaje. Por momentos confieso que yo también lo estuve.
En los últimos dos años la sostenibilidad ha tenido un tirón muy importante, como es evidente. Quizá la pandemia tuvo algo que ver en todo esto, o quizás no, pero la sociedad está ahora mucho más comprometida con su forma de vivir y como no, de consumir.
Puede que de una forma oportunista aparecieron nuevos certificados de sostenibilidad, que se unieron a los que ya existían. Y para más inri, muchas marcas no han dudado en sacar a relucir todo lo que hacen bien y ahora el mercado está plagado de etiquetas que certifican el algodón orgánico, la procedencia ética de nuestra prenda o incluso que nuestro jersey es vegano. Como consecuencia los consumidores nos sentimos perdidos, ante lo que muchos tiran la toalla y compran sin mirar las etiquetas (y no los puedo culpar).
Por eso quiero aprovechar este artículo para arrojar un poco de luz sobre este tema y contarte, de una manera simple, qué certificados de sostenibilidad son los más habituales y que nos garantiza cada uno de ellos.
En primer lugar, nos encontramos con el certificado GOTS. Para mi uno de los más importantes a la hora de identificar la procedencia responsable del tejido de nuestra prenda. Sus siglas significan “Global Organic Textile Standard”, y garantiza que no se usan insecticidas, pesticidas, herbicidas ni semillas genéticamente modificadas. Utilizan tejidos con certificado GOTS Green Forest Wear o D the brand
[Foto de D the Brand]
En segundo lugar, un sello muy interesante es el OCCguarantee, de Organic Cotton Colours. Si lo ves, estás ante un producto excelente, pues es quizás uno de los sellos más exigentes desde el punto de vista ambiental. Quizás por eso también sea poco conocido. Etikology, una de mis marcas favoritas, utiliza tejidos con este sello.
[Foto de Etikology]
El sello Oeko-Tex garantiza que el tejido está libre de sustancias nocivas.Que bien pensado, es lo mínimo que le podemos pedir a un tejido. Como el sello es alemán, es posible que si vas a ese país te encuentres este sello por todas partes. La misma certificadora tiene otro más exigente, el STEP, que certifica una producción ambiental y socialmente responsable. Y si además el artículo está producido en Europa, le dan el Made-in-green by Oeko-Tex.
Es habitual encontrar en la ropa la etiqueta de Better Cotton Initiative (BCI). Siento decírtelo si te sentías mejor comprando prendas con esta etiqueta, pero no significa nada, sólo que la marca invierte y apoya la producción de algodón que propone BCI.
Otra etiqueta conocida, pero realmente exigente es la EU ecolabel, que se otorga a productos y servicios (y no solo tejidos) que cumplen con altos estándares ambientales a lo largo de su ciclo de vida. Las mochilas de la marca Numon cuentan con esta certificación.
[Foto de Numon]
Si te encuentras ante el sello Cradle to Cradle, sabes que esa marca ha apostado por la economía circular, intentado minimizar los residuos. Otros sellos fiables para evaluar los textiles de nuestra prenda son el Blue Sign y el Angel Azul, fácilmente identificables por… obviamente, su color.
Dejando a un lado la sostenibilidad, si también nos preocupa el origen social de nuestra prenda, hay dos sellos importantes: el Fairtrade, que nos resultará familiar por encontrarlo en mucho más que en los textiles, ya que certifica todos los productos de comercio justo, y el Fair Wear Foundation. Y en este sentido, si quieres tener que dejar de preocuparte por los sellos, te invito a firmar la campaña “Good clothes, fair pay”, para una ley que garantice un salario digno a los trabajadores de la industria textil.
Y siguiendo con la justicia social, otro certificado interesante es la Huella Fiscal, que indica en qué país pagan sus impuestos las empresas. Esturifari o Fieito no son marca propia, si no tiendas, pero ambas cuentan con este sello y venden productos sostenibles.
[Foto de Fleito]
Existen más certificados (como el doble de los que nombré aquí), pero estos son los que encontrarás con mayor frecuencia. Y ahora, cuando los veas, ya sabrás qué te están garantizando.