Año nuevo, tendencias nuevas. Este 2023 arranca cargado de novedades en todos los niveles de la decoración y el interiorismo. Desde las formas curvas o los colores cálidos, hasta la reivindicación de lo natural, pasando por la puesta en valor de lo hecho a mano. Te contamos cómo poner al día tu hogar con los diseños, ideas y estilos que marcarán este año. Empezamos.
[Foto de Lisa Fotios en Pexels]
Diseño BOLD
Todo inicio marca un final. En este 2023 las aristas y las líneas afiladas llegan a su fin, dejando paso a las formas curvas y sinuosas. Es el llamado diseño BOLD, un estilo que rompe decididamente con las formas duras, a favor de líneas más naturales y orgánicas, que nos aporten mayor comodidad y funcionalidad.
Estas formas ya las encontramos en los muebles de las últimas colecciones, presentadas por las principales firmas del sector en la reciente edición de la feria Maison & Object de París. Mesitas auxiliares, sofás y butacas son los soportes donde más se ha desarrollado este concepto, donde las curvas juegan un papel catalizador, capaz de generar seguridad al carecer de esquinas, facilitar el paso y favorecer un entorno armónico, más calmado y menos tenso.
Orígen natural
Sin duda, el factor más disruptivo en la decoración de este 2023 viene marcado por una reivindicación de lo natural y lo orgánico. En un contexto donde la sostenibilidad se convierte en necesidad, el consumo es más selectivo y la producción local un factor estratégico. En este escenario, toman protagonismo los materiales que remiten a la naturaleza como un elemento sanador, tal y como recoge el “Cuaderno de tendencias del Hábitat Ⓡ 2022-2023”. En los suelos, por ejemplo, encontramos cerámicas hiperrealistas que toman la madera, la piedra natural o el mármol como elemento inspirador.
De hecho, la reivindicación de lo natural en el hogar la encontramos en su expresión más elemental: las plantas. Son el punto verde cada vez más necesario en todas las generaciones, tanto en ambientes de interior como exterior, así como en espacios urbanos y rústicos. Las viviendas con jardín o terraza son las más demandadas en los últimos años, un elemento cada vez más necesario si buscamos un entorno confortable.
Desde otra perspectiva, la puesta en valor de lo natural ha desarrollado diversas vías bajo el concepto “pet friendly”. Las mascotas, como un miembro más de la familia, pueden disfrutar de espacios diseñados con mimo y estilo para ellas. Por ejemplo, estanterías con un diseño especial para que los gatos puedan descansar o jugar, colchas elaboradas por firmas de moda o una casita integrada en una estantería.
Siguiendo esta línea, encontramos una tendencia generalizada de abandono de materias primas procedentes de origen animal. El máximo exponente es el cuero, que ha encontrado en fibras vegetales u hongos una base alternativa con la que elaborar un producto de idéntica apariencia y prestaciones.
[Foto de Max Vakhtbovych en Pexels]
Una pincelada nostálgica
En un estudio reciente, la agencia británica the7stars señalaba la nostalgia como un factor social clave durante los años de pandemia y postpandemia. Esa nostalgia juega todavía un papel destacado en el diseño, capaz de generar bienestar a través de objetos con una estética vintage que nos conecten con nuestro pasado. Es aquí donde se recuperan elementos que marcaron algún momento de nuestra vida. Dentro de la tendencia de un consumo más selectivo, buscamos tener menos objetos pero más íntimos, personales y con un importante valor emocional en nuestro día a día.
Artesanía
Estrechamente ligado a la nostalgia, se reivindica una vez más la artesanía y el producto hecho a mano. El uso de técnicas ancestrales, materiales naturales y la producción local conectan directamente este sector con las tendencias actuales del diseño, pero también con las necesidades de mercado que se aleja de la producción masiva e impersonal. Es en la artesanía donde encontramos el nexo más fuerte entre lujo, exclusividad y consumo responsable. En la decoración, los productos artesanales pasan a ser un elemento protagonista, empezando por los tejidos que dan esa calidez natural tan demandada -como colchas o mantas-, cortinas de lino, alfombras de yute o cojines de lana, hasta muebles o vajillas hechas a mano.
[Foto de Medhat Ayad en Pexels]
Recuperar el tacto a través de materiales honestos
El tacto reivindica su importancia tras la pandemia. Poder volver a sentir a través de la yema de los dedos es un privilegio de nuevo adquirido, que nos abre las puertas a la experiencia multisensorial. Entender los materiales a través del tacto es una vía hacia la exploración de texturas y relieves, de formas ricas, sencillas y honestas. En el interiorismo, las paredes con acabados de mortero de cal, el ladrillo, la lana o la madera natural serán más visibles.
Colores cálidos
En los colores, este 2023 también marca un antes y un después. La paleta de tonos neutros y fríos dan paso a los cálidos, donde el marrón caramelo, el beige, el crema, el café y sobre todo el terracota, pasan a ser las opciones estrella. Combinan con la madera natural y se integran en las formas curvas, obteniendo un efecto envolvente que marcará el éxito de un año de cambios, de nuevos estilos y de nuevos valores que ponen lo natural y lo sostenible en el centro de nuestro hogar.