No cabe duda de que una de las últimas grandes tendencias del sector alimentario es el aumento de la compra local, es decir, de productos locales o también llamados, productos de km0. El “localismo” ya empezaba a surgir en 2020 como una mega tendencia mundial post-pandemia.
Según un estudio de Kantar, empresa de análisis de datos y consultoría de marca, la pandemia favoreció el “localismo” por todo el mundo, con un 65% de consumidores que prefieren comprar bienes y servicios que provienen de su propio país. Haciendo zoom en España, los españoles destinamos alrededor del 36% de nuestro gasto mensual a comprar en el comercio local, según un estudio realizado por American Express.
[Mercado Central de Valencia, Foto de Juan Gomez en Unsplash]
¿Qué factores nos motivan a comprar y consumir localmente?
Un factor curioso que seguro anima a muchos consumidores a volver a consumir localmente, es el emocional. A muchos de nosotros nos mueve el proteger lo local, lo cercano, lo próximo, lo que conocemos… Es ese conocimiento de que comprando local apoyamos a las comunidades locales una de las razones que nos motivan a priorizar aquellos productos próximos a donde vivimos.
Siguiendo en el terreno emocional, también asociamos la compra de proximidad a nuestra infancia, a los productos que nos daban nuestros padres y abuelos. Formas de comprar que quedaron en nuestra infancia y que ahora, a la hora de recuperarlas, nos devuelven a ella, haciéndonos sentir que recuperamos formas de comprar y consumir más responsables y coherentes que hemos ido perdiendo con los años.
[Foto de Angela Mulligan en Unsplash]
En el campo más racional…o no, la sostenibilidad es otro factor muy considerado por los consumidores. El 45% de los encuestados en el estudio de American Express califica a los comercios locales de más sostenibles que el resto de los establecimientos. Y es que, los factores ambientales juegan un importante papel en el consumo local, con múltiples beneficios para el medio ambiente.
Parece que los beneficios y motivos por los que apoyar la compra de producto local son diversos, veamos entonces los “por qué” más relevantes:
Apoyamos a la economía local
Al pequeño comerciante, a las zonas rurales que tan en peligro están y a la generación de puestos de trabajo en nuestra comunidad.
Obtenemos alimentos más frescos
Pues aquellos que vienen de más lejos van perdiendo frescura a lo largo del trayecto.
[Foto de Harris Vo en Unsplash]
Reducimos el impacto ambiental de nuestras compras
A menor distancia recorrida hasta nuestras casas, menores emisiones de gases de efecto invernadero.
Consumimos más producto de temporada
Que suele ser más saludable y económico.
Consumimos productos más naturales
Que requieren a su vez de menos productos para conservarlos.
Se reducen los costes
Al haber menos intermediación y una compra más directa, y solemos comprar a precios más justos.
[Foto de Lucy May en Unsplash]
Creamos relaciones más cercanas
De mayor compromiso con los productores y los comerciantes y a la vez, creamos un vínculo con la historia del producto que estamos comprando, dándole así más valor.
Se promueve la compra a granel
En muchos casos el establecimiento de venta de producto local promueve una menor utilización de envases plásticos.
[Foto de Jasmin Sessler en Unsplash]
Y aunque quizás podamos pensar que la compra de producto local es algo que queda relegado a cuando vamos de visita al pueblo o de turismo rural, la buena noticia es que el consumo de alimentos locales ya ha llegado a las ciudades, donde estamos viendo como surgen iniciativas para crear huertos urbanos, se organizan mercados de productores, cooperativas y cada vez se promueve más el consumo local, de temporada, artesanal, ecológico y saludable. ¡Solo hay que encontrarlos!
[Foto de Raúl González Escobar en Unsplash]
Y justamente para ayudarnos en esta búsqueda, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de su estrategia #alimentosdespaña, ha creado un buscador de plataformas de venta de alimentos de proximidad para facilitarnos la adquisición de alimentos locales y poner en valor el trabajo de los productores locales, llamado Alimentos de proximidad.
Con un pequeño cambio en nuestros hábitos de compra, como apostar por productos locales generamos un cambio positivo en nuestras comunidades, nuestra salud y el planeta. Go local!