¿Cómo puedo hacer mi propio compost casero?

Si te estás preguntando qué es el compost, te avanzamos que se trata de una mezcla de materiales orgánicos, como restos vegetales de la cocina y poda, que se han descompuesto para crear un abono rico en nutrientes.

El compostaje es el proceso de descomponer la materia orgánica a través de la acción de bacterias, hongos y otros organismos. Y el resultado es un fertilizante natural que se puede agregar al suelo para mejorar su estructura, fertilidad y salud en general.

Utilizar la técnica del compostaje es una forma sostenible de gestionar los residuos orgánicos de casa y así reducir la cantidad de desperdicios enviados a los vertederos. Al mismo tiempo apoya el crecimiento saludable de las plantas de tu huerto o jardín ahorrando dinero en fertilizantes comerciales y enmiendas del suelo.

Aquí te contamos paso a paso como puedes hacer tu propio compost casero:

1. Reúne materiales: para comenzar a hacer tu propio compost, necesitarás una mezcla de materiales «verdes» y «marrones». Los materiales “verdes”, tienen alto contenido en nitrógeno y/o proteínas, incluyen recortes de césped, restos de cocina (como cáscaras de frutas y verduras) y los restos del café. Los materiales “marrones”, con alto contenido en carbono o carbohidratos, incluyen hojas secas, ramitas, paja y papel de periódico triturado. El estiércol animal fresco también contará como «verde», pero no es necesario para crear tu compost casero.

[Ejemplos de materiales “verdes” y “marrones” para utilizar en la creación del compost]

Tip: Evita agregar productos animales, como carne o lácteos, además de aceites u grasas en su pila de compost. Los cítricos en gran cantidad también pueden ralentizar el proceso de compostaje.

  2. Crea un contenedor/ubicación del compost: puedes hacer un contenedor con un recipiente de plástico con agujeros perforados en el fondo para su drenaje y aeración, o comprar un contenedor de compost comercial. Otra opción es crear una simple pila en una esquina de tu jardín o huerto. Esta puede ir rodeada de pallets si quieres tenerla contenida en un solo punto.

  3. Agrega materiales al contenedor: comienza creando una capa base, esta debe de estar compuesta por materiales “marrones”. Esta capa está destinada a absorber cualquier lixiviación, manteniendo todos los nutrientes (como el nitrógeno soluble) en la compostera, esta capa debe tener al menos 5cm de espesor. A continuación, agrega una capa de materiales verdes y luego una capa con materiales marrones, estas capas pueden ser mas finas que la de la base. Repite este proceso, alternando capas de materiales verdes y marrones. Idealmente, los materiales deberían ser 60%-40 % de marrón y verde respectivamente, pero las desviaciones también funcionarán. Los materiales marrones, ayudarán con la aeración del compost y dan comida estable a los descomponedores, los verdes son altos en energía y serán consumidos rápidamente por microorganismos, haciendo que la pila se caliente acelerando el proceso de descomposición.

Tip: si su compost huele mal, esto puede indicar que necesita más materiales marrones.

  4. Humedad: asegúrate de mantener el compost húmedo. La humedad es importante para mantener activos a los microorganismos, pero demasiada humedad también es un problema. Mucha humedad, creará capas anaeróbicas, lo que ralentizará el proceso de descomposición y perderá nutrientes debido a la lixiviación. Puedes ver si hay suficiente agua comprimiendo un puñado de compost, como máximo deben salir una o dos gotas de agua. Si hay que añadir agua o no al compost depende del clima donde se encuentre y de la cantidad de humedad que las partes “verdes” aportan. Hay veces que con la humedad de las partes “verdes” es suficiente. Otra cosa que puede ayudar a mantener la humedad en el compost es poner una tapa a la compostera, resguardando al compost del sol o de la lluvia.

  5. Aeración del compost: para asegurarse de que los materiales se descomponen correctamente, es necesario que el compost este bien oxigenado. Para ello voltea el contenido de la composta todas las semanas con una horquilla. Esto ayudará a airear el compost y acelerar el proceso de descomposición. Trata de dejar intacta la capa marrón base del fondo de la compostera, para que siga actuando como esponja para los lixiviados.

  6. Finalizar la pila: Después de un tiempo (cuando decidas que tu compost está lleno), debes comenzar una nueva pila, y así dejar que la primera pila pueda terminar completamente de descomponerse. Sigue volteando y comprobando la humedad de esta para su correcta finalización. Cuando el compost se ve de un tono marrón oscuro, con textura casi homogénea y huela a tierra mojada, significará que está listo para usar. En condiciones optimas el compost estará listo aproximadamente 3 a 6 meses después de añadir las última capa de material fresco.

[Día de clase sobre compostaje, en el curso Holístico de la Regeneration Academy y Camp Altiplano]

   7. Uso: Úsalo para enriquecer su suelo y fertilizar tu huerta. Puedes dejarlo encima del suelo o mezclarlo con la capa superior

¡Disfruta de tu abono casero y de tu huerto o jardín!

¡Bonus!

Existen otros métodos de compostaje muy interesantes aunque menos extendidos en la práctica casera. Échales un vistazo y plantéate probarlos porque también van de maravilla:

 

  • Vermicompostaje: Este modo de compostaje utiliza lombrices para acelerar el proceso de compostaje, además el producto final es más rico en nutrientes de absorción rápida para las plantas.
  • Bokashi Composting: Es un compost que se crea fermentado los restos orgánicos. Se utilizan unos microorganismos efectivos específicos que se añaden a este compost. Además, se hace de forma anaeróbica en un contenedor cerrado o una pila tapada con plástico. Se diferencia en que es más rápido y se pueden añadir restos animales y de comidas cocinadas, lo que no es recomendable en un compost “normal”.
  • Compostador Tumbling: consiste en un tambor giratorio que facilita el volteo y aeración del compost, por lo que también acelera el proceso de compost.

 

Yanniek Schoonhoven, Fundadora de Regeneration Academy y Clara Bosch, coordinadora de investigación de La Junquera