Raquel Soler Ceramic Atelier, la marca de piezas únicas de cerámica que lo resisten todo

¿Sabes por qué la cerámica es uno de los materiales más convenientes en sostenibilidad? Porque la cerámica lo resiste todo, incluso el paso del tiempo. 

No se deforma, soporta los cambios de temperatura bruscos e incluso el uso de productos químicos agresivos. No arde, es reciclable, resistente, y algo verdaderamente importante, es muy duradero.

De hecho, se emplea para fachadas en algunos edificios porque garantiza el aislamiento térmico.

Es un material totalmente natural y seguro, y puedes colocarlo en cualquier espacio de casa con toda garantía porque no emite sustancias nocivas. 

ceramica resiste todo

Los procesos de creación de este material son algo diferentes y, Raquel Soler Ceramic Atelier ha hecho de su transformación una filosofía de negocio, y de vida.

“Me gusta la vida lenta y el olor a sencillez. La grandeza de lo pequeño y la belleza en lo cotidiano. Soy una enamorada de la naturaleza, a la que procuro escuchar siempre.”

Así presenta Raquel su marca de artículos para el hogar que entiende la imperfección como una forma de libertad.

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La cerámica lo resiste todo por el proceso de transformación que tiene como material. Cuenta con sus propios tiempos y pautas, y trabajarla permite ver los errores como las mejores lecciones para crear piezas futuras. 

Normalmente, el enfriamiento de las piezas de cerámica dentro del horno se hace protegiéndolas con plásticos para evitar que se deformen o se agrieten, pero Raquel en su taller enfría las piezas recién horneadas al descubierto

La cerámica requiere tiempo para atemperarse, nadie sabe cuánto exactamente, ya que cada pieza es única y no todas mantienen las mismas dimensiones al pasar por este proceso, incluso algunas no llegan a buen término, pero aun así, es un momento muy importante que evita gran parte de las roturas.

Este ritmo hace que se pueda apreciar la artesanía de una manera diferente y añade un plus de emoción al momento en el que se abre el horno después de día y medio de cocción.

En su taller, Raquel diseña colecciones artesanales de edición limitada, entre las que encontramos artículos de decoración, joyas, papelería natural, o vajillas, todas ellas libres de productos tóxicos y aptas para el uso alimentario.

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Son productos que ofrecen una sostenibilidad tangible, como es el caso de la Campana Vela Formentera, una composición de plato y vaso cerámicos con una vela hecha con cera de soja y flores secas, y una campana de cristal. 

Una vez consumida la vela, se puede reutilizar todo el conjunto como un pequeño invernadero si añades tierra al vaso, pones un poco de agua y entierras el tallo tierno de una planta. Verás cómo la humedad hace que eche raíces.

“Creo que hay que empezar a frenar y cambiar la manera de consumir, un cambio donde menos es más y donde la espera te aporta una dosis extra de ilusión. Respetar más a nuestro planeta es algo que empieza a ser más que necesario.”

Raquel también colabora con otros artesanos que tienen grandes historias detrás.

Es el caso del estudio de la artista holandesa Wiep Vermeulen, que da una segunda vida a telas delicadas como linos antiguos o telas japonesas que tiñe y cose a mano para crear cojines como piezas con gran personalidad, en las que la artista deja siempre plasmado su sello en los acabados.

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