La Asociación Española para la Salud, el Confort y la Calidad del ambiente interior tiene a más de 100 profesionales que difunden la importancia del aire en los espacios cerrados.
La calidad del aire es una de las grandes preocupaciones medioambientales. Sin embargo, el aire interior siempre ha estado en un segundo plano frente a los elementos contaminantes que ensucian nuestros pulmones al respirar en el exterior.
¿A qué nos referimos con aire interior? Pues a espacios no industriales, como viviendas u oficinas. Esos lugares cerrados donde se pasa más de la mitad del día. Y es que largas horas respirando un aire insalubre en una habitación puede afectarnos de la misma forma que el humo de los tubos de escape.
Si hablamos de los principales contaminantes del aire interior, podemos hacer una lista con químicos, dióxido y monóxido de carbono o partículas biológicas, es decir, hongos y bacterias.
Lograr una buena calidad del aire interior pasa por una ventilación sobresaliente, pues permite minimizar la concentración de contaminantes. De hecho, según el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), también conocido como Real Decreto 1027/2007, es necesaria la presencia de un sistema de ventilación en los locales donde se lleve a cabo actividad humana.
Y en casa, ¿cómo puede controlarse?
Pues con purificadores de aire, es decir, dispositivos que filtran las partículas dañinas para la salud de los espacios interiores.
Para dar la importancia que merece al aire que respiramos en los lugares cerrados, nace la Asociación Española para la Salud, el Confort y la Calidad del ambiente interior (AESCAI), una organización privada sin ánimo de lucro que busca darle un lugar en el imaginario social al aire interior y exterior, a la sostenibilidad y a la salud ambiental.
Biólogos, médicos, arquitectos, ingenieros o químicos forman su equipo de profesionales involucrados en proyectos de ámbito nacional e internacional que velan por la calidad del aire.
Su ámbito de actuación es amplio debido a las colaboraciones con otras asociaciones, colegios profesionales y organismos oficiales que promocionan la actividad de la asociación mediante cursos informativos, campañas de sensibilización, pasatiempos lúdicos y educación medioambiental.
Frente a esta vertiente educativa, el Comité Técnico de AESCAI también busca llevarlo a la práctica. Ha creado la primera certificación española de calidad del ambiente interior: el certificado AESCAI.
¿Qué se necesita para obtenerlo? Cumplir con parámetros y mediciones objetivas que van variando en función de la finalidad, es decir, si el certificado es para una casa, un edificio, un producto o una iniciativa.
Los materiales, la hermeticidad, la ventilación o la filtración son algunos de los condicionantes que tiene en cuenta el examen de calidad ambiental interior.
Que el resultado sea positivo o no, viene determinado por un técnico superior de calidad ambiental en interiores. No cualquiera puede coordinar y supervisar la ejecución de las inspecciones, por ello, se busca a titulados universitarios con formación acreditada y experiencia de más de tres años en el ámbito del aire interior.
Aunque también es cierto que no se necesita tener un título universitario. Y es que a un Técnico medio de calidad ambiental en interiores se le pide la Formación Profesional para poder realizar inspecciones visuales. La función no es la misma, pero el hilo conductor nunca cambia: el aire interior.
Precisa de acciones formativas e impulsores que generen interés en el sector, para salvaguardar la salubridad de los espacios cerrados en los que las personas se refugian tras haberse enfrentado a los contaminantes que llenan el aire interior.