El programa conocido como “Monitor for Circular Fashion”, que forma parte del SDA Bocconi Sustainability Lab y ha sido apoyado por Enel X, ha anunciado su primer informe sobre el estado de la economía y la circularidad de la moda italiana como sector.
La moda es uno de los sectores económicos más estratégicos de Italia, pero también de los que mayor impacto negativo tiene en su medio ambiente. Es por lo que debe ser el impulsor clave de la economía circular si queremos un futuro realmente sostenible para esta industria.
Para este estudio se han involucrado 14 negocios entre los que se encuentran empresas de materiales e ingredientes, marcas y retailers o proveedores de servicios, junto a un comité de KPIs experto en circularidad.
La investigación ha tomado dos metodologías diferentes que se retroalimentan entre sí:
Por un lado SDA Bocconi ha desarrollado una metodología específica de KPIs o Key Performance Indicators como el tiempo medio de realización de una tarea, la eficiencia de un proceso o el consumo de recursos o de material para el sector de la moda, mientras que Enel X ha puesto a disposición una metodología innovadora que apunta a convertirse en un estándar del mercado para medir el grado de madurez de la circularidad tras analizar la cadena de valor.
Hay que tener en cuenta las circunstancias en las que se han medido estos resultados ya que, aún siendo positivos, las empresas han tenido que sobrevolar una pandemia que ha puesto las cosas realmente difíciles al sector y, especialmente, a la circularidad de la moda italiana.
Por tanto, 13 de las 14 empresas analizadas han mantenido o aumentado las inversiones en sostenibilidad, principalmente en la creación de productos con alto potencial de circularidad, usando materiales reciclados, bio o producidos con tecnologías que reducen la necesidad de implicar más recursos.
En este sentido, ha aumentado el interés en las co-creaciones y en la producción bajo demanda.
Sin embargo, en la fase post-venta los desarrollos están más atrasados en lo que a servicios de reparación se refiere, o los programas de segunda mano.
En cuanto a la electricidad, pocas empresas se aprovisionan a partir de fuentes renovables, y no hay proyecto a la vista para la transición a la movilidad eléctrica.
Este hecho sorprende especialmente porque se trata de tecnologías inmediatamente disponibles que deberían de priorizarse ya que podrían reducir sus emisiones de CO2 en un 30%.
El Monitor for Circular Fashion Report 2021 concluye con una serie de acciones concretas que deben tomar las empresas para mejorar su rendimiento circular e incluir a los “utilizadores finales” en iniciativas circulares.
El concepto “utilizadores finales” no es muy cotidiano pero desde luego interesante, hace referencia al consumidor elevándolo a una nueva categoría de participación, pero también de responsabilidad.
Las acciones principales que pide el programa están relacionadas con la trazabilidad y transparencia en la cadena de valor como herramienta casi obligatoria para combatir el greenwashing, y con el desarrollo de proyectos piloto de circularidad de la moda italiana.
También se considera fundamental la participación política, sobre todo en asuntos como la recogida de residuos y la armonización de criterios sobre cuándo un residuo deja de serlo.
Las 14 empresas que han participado en el estudio han sido: Candiani Denim, Dedagroup Stealth, ICA Yarns, Intesa (IBM Group), Manteco, Oscalito, OVS, PLM Impianti, RadiciGroup, Save the Duck, Temera, Vibram, Vitale Barberis Canonico y Vivienne Westwood.