España es el segundo fabricante de vehículos de Europa y el noveno del mundo. En materia de vehículos 100% eléctricos, España avanza a buen ritmo, siguiendo la tendencia de Europa y del mundo en general. El mercado de vehículos eléctricos creció un 73% en el último año, superando la barrera de las 50.000 unidades a finales de 2023. El transporte responsable es una tendencia medioambiental muy extendida tanto para los ciudadanos como, sobre todo, para las empresas. Además, optar por un vehículo eléctrico representa una opción cada vez más atractiva para los conductores concienciados con el medio ambiente.
Los vehículos eléctricos tienen un impacto significativo y positivo en el medio ambiente, ya que emiten una cantidad muy inferior de gases de efecto invernadero en comparación con otros vehículos. Además, también pueden funcionar con fuentes de energía renovables. En otras palabras, ofrecen una alternativa cómoda y respetuosa con el planeta y contribuyen significativamente a un futuro más sostenible.
La nueva movilidad exige puntos de recarga
Ahora bien, la adaptación a esta nueva movilidad no se centra únicamente en la electrificación de la flota de vehículos, sino que también la carga de estos vehículos supone un aspecto fundamental para la sostenibilidad y el éxito de la transición hacia una movilidad ecológica. En este sentido, el despliegue de puntos de recarga en la vía pública es importante, pero al mismo tiempo es esencial preparar los edificios y parkings para instalar puntos de recarga.
La buena noticia es que se acaba de anunciar la ampliación hasta el 31 de diciembre del Plan Moves III. Este programa concede ayudas para la compra de coches eléctricos y también para financiar la instalación de puntos de recarga. En cuanto a la cantidad de dinero, dependerá del municipio en el que se instale el punto de recarga y de quién solicite la ayuda. Esta cantidad será de entre el 70% y el 80% para los particulares y del 30% y el 40% para las empresas. De esta forma, los usuarios podrán incorporar la movilidad sostenible de forma más asequible y sostenible dentro de sus gastos, facilitando así su rentabilidad.
Las infraestructuras e instalaciones de recarga privadas ofrecen soluciones prácticas a los propietarios de vehículos eléctricos. Esto se debe a que les permiten recargar sus coches desde su casa. Entre las ventajas se encuentra su fácil funcionamiento o la seguridad en el acceso a la recarga. Además, las tecnologías de carga inteligente permiten programar la recarga durante períodos de baja demanda, lo que puede ayudar a equilibrar la carga en la red eléctrica y reducir la necesidad de generar electricidad adicional en momentos de alta demanda, y, por último, al provenir de fuentes renovables, la huella de carbono del transporte puede reducirse significativamente.
Disponibilidad de servicios de recarga
Y es que, el consumo de energía sigue siendo, según la ONU (Organización de las Naciones Unidas), la principal causa del cambio climático y representa alrededor del 60% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Por ello, disponer de servicios de recarga colectiva, que pretenden reducir los costes de las preinstalaciones en comunidades de vecinos y potenciar las estructuras existentes, contribuyen a luchar frente a esta realidad, ya que tener un punto de recarga eléctrica en los edificios reduce en torno a 3 toneladas de CO2 por coche y año. De este modo, se evita tener que desplazarse hasta los puntos de recarga públicos y, además, se garantiza que la energía proceda siempre de fuentes renovables.
Está claro que la adopción de una movilidad más sostenible está dando pasos importantes pero aún queda trabajo por hacer. Esto tendrá que estar totalmente implantada en el año 2035 ya que en ese momento solo se comercializarán vehículos de cero emisiones en el país.
Si se tiene en cuenta esto, es urgente la adaptación y adecuación de los edificios ya construidos a esta movilidad. Por lo tanto, la inversión en servicios que apoyen la demanda de recarga debe ser una prioridad. De esta forma, los ciudadanos también podrán plantearse que realmente es posible apostar por el eléctrico.