Muchas ciudades cuentan con perros, gatos o, incluso, palomas que han dejado huella en sus vecinos, han despuntado a nivel internacional y se han convertido en animales famosos.
Los habitantes de una ciudad van conformando su historia, pero ¿qué ocurre si te digo que los animales también? Sus hazañas, su intuición, sus peripecias y su devoción por el ser humano les convierten en piezas clave para dibujar la línea de la vida de una civilización. En definitiva, los animales que han despuntado a nivel mundial.
La importancia de un papel
Si nos remontamos tiempo atrás, a los años de la Primera Guerra Mundial, Cher Ami, una paloma mensajera, se convirtió en un miembro de excepción para el ejército de los Estados Unidos. Era uno de nuestros animales famosos.
Un ave pequeña, que echa a volar cada vez que un ser humano se le acerca demasiado, logró, con algo de entrenamiento, entregar 12 cartas de suma importancia para la contienda. Cada encargo era un éxito. Llegó, incluso, a salvar la vida de 194 soldados, haciendo gala de su nombre, que en español significa “querido amigo”.
¿Cómo lo hizo? Consiguió transportar un mensaje que informaba de la existencia de un batallón que se había perdido y estaba siendo asediado por el enemigo. Una misión que le dio la gloria, pero, también, la llevó a la muerte, ya que no pudo evitar salir herida.
Una más del pelotón que, por sus destacados servicios en combate, recibió varias condecoraciones. Su historia fue llevada a la gran pantalla, en 2009, de la mano de Disney.
El perro del pueblo
No es necesario comprar una entrada de cine o viajar a Estados Unidos para conocer animales que hayan dejado huella. Es suficiente con acercarse a Oviedo, para descubrir la historia de Rufo.
¿Puede un perro enamorar a una ciudad entera? La respuesta es un sí rotundo. Rufo no tenía dueño porque Oviedo lo había adoptado.
Este cruce de mastín y pastor alemán nació en los años 80 y se asentó en las inmediaciones del parque de San Francisco, un pulmón verde en el centro de la ciudad, donde recibía los mimos y cuidados de una ciudad entera. Tal era la implicación con el animal que el Ayuntamiento de Oviedo costeaba sus necesidades veterinarias.
La libertad de la que gozaba le permitía ser un auténtico torbellino. No había manifestación, partido, reunión o evento por el que no se pasease, buscando recibir su mejor premio: una caricia.
Un auténtico movilizador de masas, sino que se lo digan a la perrera municipal, que lo llevó por error a sus instalaciones y tuvo que soltarlo a los pocos días por la manifestación que recorrió la ciudad pidiendo su liberación.
Con libros, películas y una estatua en su honor podría decirse que fue el animal más famoso de Oviedo. Su figura ayuda a empatizar con los perros callejeros.
Ajax, el valiente
Una historia entrañable que ataca a las emociones de los más sensibles. Aunque, si hablamos de sentimientos, la heroicidad suele ser también una gran baza. Ejemplo de ello es Ajax, el perro policía que evitó un ataque bomba en Palma Nova, una localidad de Mallorca.
Nos situamos en el año 2009 en una localidad turística del municipio mallorquín de Calviá, un día normal que, de pronto, se vio envuelto en el caos tras el sonido de una fuerte explosión. Era la bomba de un atentado perpetrado por ETA que mató a dos guardias civiles.
El temor a un nuevo ataque inundaba las calles. Solo Ajax fue capaz de evitar un mal mucho mayor. Este pastor alemán detectó otro artefacto bajo un vehículo, evitando así una nueva explosión. ¡Un auténtico héroe!
Los reconocimientos no tardaron en llegar, tanto a nivel nacional como internacional, por su trabajo en primera línea, su valentía y su devoción al deber. La medalla de Oro otorgada por el People’s Dispensary for Sick Animals y equivalente a la Cruz de San Jorge, que condecora a ciudadanos por actos realmente heroicos, fue una de las más importantes.
Ajax, que perteneció al Grupo de Explosivos al Servicio del Rey, tiene un busto en Antequera que será siempre un guiño a su legado. Toda una estrella del mundo animal.
La victoria en sus patas
Entre tanta sensibilidad y heroicidad, ¿qué nos queda? Pues el oráculo animal, los Albert Einstein de este mundo, es decir, esos animales que consiguen predecir el futuro. No hay competición que no tenga uno.
En la última Eurocopa, Aquiles, un gato ruso sordo, predijo la victoria de España contra Suiza en cuartos de final. La bandera de nuestro país fue su elección y sus deseos fueron órdenes.
Aunque, si tenemos que hablar del animal oráculo por excelencia, tenemos que trasladarnos al Mundial de Fútbol de Sudáfrica. Seguro que te suena el pulpo Paul, un cefalópodo que degustaba carne de mejillón mientras vaticinaba los resultados de algunos encuentros. Confió en la victoria de España frente a Holanda en la final y no se equivocó.
Ni Piqué ni Ramos ni Casillas, la gran estrella era el pulpo Paul. Más de 600 canales de televisión llegaron a retransmitir sus predicciones. De hecho, su muerte ocupó numerosos titulares. Eso sí que es crear historia.