Las olas de calor se han instalado este verano en nuestro país. Unas temperaturas extremadamente altas que se pueden combatir con baños refrescantes en la piscina o en la playa, abanicos o aire acondicionado. Para la alimentación en verano: alimentos ligeros, fríos y ricos en agua. Todo sea por alejar la deshidratación.
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Una necesidad de permanecer hidratados que puede suplirse con alimentos de temporada, es decir, productos que se encuentran en su mejor momento de desarrollo durante la época estival y, por ello, gozan de unas propiedades que les otorgan una calidad sobresaliente.
¿Cuáles son entonces la típica alimentación en verano? Pues, para empezar, podemos hablar de la berenjena, una verdura con un alto contenido en agua. Hay mil formas de cocinarla y su aporte de grasas es mínimo. No se puede pedir más.
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También encontramos al calabacín, un vegetal que basa el 90% de su composición en agua, a la remolacha, que puede presumir de su contenido en fibras, antioxidantes y agua, o a la zanahoria, una hortaliza diurética y digestiva que es extremadamente versátil, pues puede funcionar como snack o como plato principal.
Si nos centramos en el pescado, la sardina es la reina de los mares cada verano. Este pez cuenta con un nivel alto de proteínas y ejerce una influencia positiva en aquellas personas que padecen colesterol ¿Por qué? Por su aporte en Omega 3.
También el bonito abunda en la época estival, aunque es popular durante todo el año ¿Quién no lo utiliza para aderezar una ensalada, acompañar un plato de pasta o hacer unas tostadas? Es un buen comodín para cualquier receta, ya que es rico en grasas saludables.
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No podemos olvidarnos de la sandía y el melón, las dos frutas por excelencia del verano. ¡Son pura agua! Aunque es cierto que el melocotón y la nectarina también llenan las fruterías en esta época.
Eso sí, todos estos alimentos deben guardarse en un lugar fresco y seco para que el calor no haga que se pongan en mal estado.
Viendo el amplio abanico de alimentación en verano, ahora, queda pensar en recetas veraniegas. Cuando los termómetros rozan los 40 grados, los platos de cuchara quedan descartados y las ensaladas llaman a la puerta. Una opción rápida, fresca y variada.
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Al hablar de ensaladas, muchos piensan en la combinación más típica: lechuga, tomate y cebolla. Sin embargo, esa es solo una de las infinitas opciones posibles. ¿Conoces la ensalada murciana? El tomate, la pera en conserva, la cebolleta, el huevo duro y las aceitunas negras son sus protagonistas.
Para los amantes de las patatas, estas pueden ser el ingrediente principal de una ensalada con pepinillos, cebollino, sal, pimienta y mayonesa. Lo mismo ocurre con el arroz, pues la mezcla de este cereal con maíz, tomate, aceitunas verdes, zanahoria y jamón cocido es todo un acierto.
Luego, la pasta es otra opción recurrente en las ensaladas. Y es que se le puede añadir de todo, carne, pescado e, incluso, fruta.
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Las legumbres también pueden componer una buena ensalada. Los garbanzos cocidos o las lentejas, acompañadas por cebolla, atún, aceitunas, tomate, pepino o calabaza, pueden hacer apetecibles estos alimentos ricos en fibra, proteínas y vitaminas también en verano.
Aunque las ensaladas no son la única forma de introducir legumbres en la dieta veraniega, ¿alguna vez las has comido en hamburguesa? Además de esta opción más carnívora, también se pueden preparar patés y cremas con ellas. El hummus es uno de los más conocidos.
Para los amantes de los batidos también hay opciones. La soja es una legumbre que cuenta con multitud de propiedades y, si se mezcla con leche, arándanos, piña o frambuesas, se obtiene una bebida sana y apetecible.
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Luego, si nos vamos al postre, los helados son un indispensable. ¿Sabes que hay mil formas de hacerlos en casa? Por ejemplo, con leche evaporada, chocolate y azúcar puedes encandilar y refrescar a los más golosos. Otro ingrediente que suele estar muy presente en la preparación de un polo veraniego es la vainilla.
Los más atrevidos pueden hacer, incluso, helado de vino tinto, que se cocina con canela para que el alcohol se evapore y solo se mantenga el sabor.
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Cada vez son más las opciones que permiten seguir en verano una dieta refrescante y, a la vez, equilibrada.