Según un estudio publicado por la revista de la Sociedad Española de Pneumología y Cirugía Torácica (SEPAR), el 11,4% de los menores de 14 años en España padece alguna alergia. No es de extrañar pues que, en plena época de primavera, muchos padres noten la aparición o incremento de patologías como la rinitis en sus hijos.
Contrariamente a lo que se pueda pensar, durante la temporada estival el foco de las alergias sigue estando en el interior de la casa. Y es que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pasamos un 90% de nuestro tiempo dentro de nuestros hogares. “La exposición ambiental a alérgenos en el interior de las viviendas en niños que ya padecen sensibilizaciones a alérgenos puede cronificar los síntomas que el niño ya padece, haciendo que la enfermedad alérgica siga progresando; por ejemplo, un niño que solo padece rinitis puede evolucionar hacia el desarrollo de asma”, afirma el Dr. Pedro Ojeda, alergólogo y director de la Clinica Ojeda de asma y alergia.
Lo bueno de los espacios interiores es que son entornos cerrados cuya calidad del aire se puede controlar y mejorar. Entender cómo purificar estos espacios es esencial para reducir la sintomatología alérgica de los más pequeños y, conscientes de ello, los profesionales de Dyson junto al Dr. Ojeda han querido compartir algunas claves para mantener una calidad del aire interior óptima.
Estos son los principales alérgenos y así se pueden controlar
Conocer los causantes de las alergias presentes dentro del hogar es esencial para entender cuándo aparecen y combatirlos efectivamente. El Dr. Ojeda define cuatro tipos principales de alérgenos que podemos encontrar en casa: los ácaros, los hongos ambientales, los epitelios de animales (pelos y caspa) y el polen:
ÁCAROS: son artrópodos microscópicos que se alimentan de residuos en el polvo de casa, como pelos, escamas de piel y hongos. Se encuentran en zonas con mayor presencia humana, como colchones, almohadas, sofás y alfombras. Mantener la habitación del niño alérgico limpia y usar fundas de colchón y almohadas especiales para ácaros ayuda a controlar su presencia. En climas secos, ventilar la habitación al menos una hora reduce la humedad.
HONGOS: proliferan en ambientes húmedos, comúnmente en cuartos de baño o habitaciones con filtraciones. Para controlarlos, es fundamental reparar las filtraciones de agua y sanear las paredes afectadas. Mantener una buena ventilación en los cuartos de baño evita la acumulación de humedad.
EPITELIOS DE ANIMALES: generan proteínas alergénicas que pueden permanecer en el aire y adherirse a la ropa. Los purificadores de aire con filtros HEPA eliminan eficazmente estos alérgenos. Se recomienda evitar que las mascotas entren en la habitación del niño alérgico, colocar un purificador de aire en la habitación y lavar frecuentemente a la mascota con productos especiales.
POLEN: aunque no son habituales en interiores, los pólenes pueden entrar de manera circunstancial si se ventila la casa si se ventila durante largo rato, especialmente en días ventosos. También pueden ser transportados desde el exterior por humanos y mascotas. Para controlarlos, es mejor ventilar la casa brevemente en las horas centrales del día y limpiar el polvo con una bayeta húmeda o aspirar, en lugar de usar un plumero.
Partículas de polen adheridas a hebras de cabello, vistas bajo el microscopio
Por qué usar un purificador de aire y cómo sacarle el máximo partido
Para el Dr. Ojeda, el purificador de aire es un complemento útil a otras medidas para reducir la carga de alérgenos en interiores: “su empleo ayuda a mantener un ambiente desprovisto de alérgenos ambientales, especialmente en el caso de alergia a los epitelios de animales. Esto reduce la exposición de las mucosas respiratorias a los alérgenos a los que el niño está sensibilizado y, por tanto, la generación de inflamación alérgica, con el consiguiente mejor control de los síntomas y de la evolución de la enfermedad”.
¿Y cuándo es más eficaz su uso?. El Dr. Ojeda recomienda lo siguiente: “en el caso de los ácaros y de los pólenes, el purificador debería estar funcionando al menos durante las 2-3 horas siguientes a haber realizado la limpieza de la casa, ya que es el tiempo en que los alérgenos más pesados permanecerán en suspensión. En el caso de una estancia con presencia de hongos o epitelios, el purificador debería estar funcionando el mayor tiempo posible, sobre todo cuando el niño alérgico esté en la casa”.
Purificador ventilador Dyson Purifier Cool Formaldehyde
La importancia de los filtros HEPA
La mayoría de los purificadores de aire están diseñados con un filtro y un ventilador para absorber la mezcla de aire interior y hacer circular el aire limpio hacia el exterior. “Los purificadores que se empleen en el hogar para reducir la exposición a alérgenos ambientales deben estar provistos de filtros de alta eficiencia (HEPA, High Efficiency Particle Arresting en inglés). Estos filtros tienen un entramado muy fino, con diámetros de poro muy pequeños, con una retención de partículas del 99,9%”, comenta el Dr. Ojeda.
Los purificadores de aire Dyson tienen varios sensores que detectan los contaminantes en el aire antes de filtrarlos en dos o tres etapas. Un sistema de filtración HEPA captura el 99,9% de polvo, polen, partículas ultrafinas y bacterias, mientras que una capa de carbón activo elimina los gases y los malos olores. Además, en algunos de sus purificadores, como el Dyson Purifier Cool Formaldehyde, un filtro de oxidación catalítica selectiva captura y destruye las moléculas de formaldehído.
Los ingenieros de Dyson han rediseñado las vías de flujo de aire de la máquina para conseguir una filtración HEPA 13 totalmente sellada, lo que no sólo garantiza todo el aire recogido pase a través del filtro, sino que bloquea cualquier posible punto de fuga que pueda contaminar el flujo de aire.
Redacción The Reason Behind