5 estresores que afectan a tu gato durante la convivencia

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Los gatos son animales sensibles y territoriales, lo que significa que ciertos aspectos de la convivencia con humanos pueden generarles estrés. Si eres parte de una familia con un gato, es importante estar atento a esos estresores, ya que el estrés prolongado puede afectar la salud física y emocional de tu minino. Aquí te comparto los cinco estresores más comunes en la vida de los gatos y cómo puedes ayudar a minimizarlos para que tu amigo peludo se sienta cómodo y feliz en casa.

  1. Cambios en el entorno o mudanzas

A los gatos les encanta la rutina y que su territorio sea controlable, por lo que cualquier cambio significativo en su entorno, como una mudanza o redecoración, puede ser una fuente de estrés importante. Cuando un gato se ve obligado a adaptarse a un espacio nuevo o alterado, puede sentirse inseguro y desorientado. Los síntomas de este estrés incluyen esconderse, maullar de manera excesiva y comportamientos de marcado inusuales (pipi y caca fuera de la litera, rasguños en objetos)

Para minimizar este impacto, es clave hacer la transición de manera gradual. Coloca objetos familiares en el nuevo entorno, como su cama o juguetes favoritos, para que el gato reconozca su olor y se sienta más seguro. Además, dale tiempo para explorar y aclimatarse a su propio ritmo​.

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  1. Ruidos fuertes y visitas inesperadas

Los gatos tienen un oído extremadamente sensible, por lo que los ruidos fuertes, como fuegos artificiales, tormentas o electrodomésticos ruidosos, pueden ser una gran fuente de estrés. Además, las visitas a casa también pueden alterar su tranquilidad, especialmente si se trata de personas desconocidas o niños que interactúan con ellos de manera brusca.

Durante estos momentos de ruido o visitas, lo ideal es ofrecerle al gato un espacio seguro y tranquilo donde pueda retirarse si lo necesita. Un cuarto apartado, con su cama y algunos juguetes, puede ser su refugio hasta que la situación vuelva a la normalidad. También puedes probar difusores de feromonas que ayudan a calmar a los gatos en situaciones estresantes.

  1. La llegada de un nuevo miembro a la familia (bebé o mascota)

El territorio es fundamental para los gatos, por lo que la llegada de un nuevo miembro a la familia, ya sea un bebé o una mascota, puede alterar gravemente su sensación de seguridad. Aunque los gatos no sienten celos como los humanos, la presencia de nuevos olores y sonidos, así como la atención que reciben los nuevos integrantes, puede hacer que el gato se sienta desplazado o incómodo.

Para hacer esta transición más llevadera, es importante introducir los cambios de manera gradual. Por ejemplo, en el caso de un bebé, puedes exponer al gato de manera paulatina a los nuevos sonidos y olores. Mantener las rutinas del gato también es crucial para evitar que sienta que su mundo ha sido alterado de manera drástica.

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  1. Falta de estimulación o aburrimiento

Aunque los gatos pueden parecer independientes, también necesitan estímulos físicos y mentales para mantenerse felices. La falta de actividad o un entorno aburrido puede derivar en comportamientos destructivos, como arañar muebles, comer en exceso o volverse letárgico. Los gatos que no tienen suficiente estimulación también pueden desarrollar sobrepeso y problemas de salud relacionados.

Para evitar el aburrimiento, es importante ofrecer a tu gato un entorno enriquecido. Esto incluye rascadores, juguetes interactivos y espacios verticales donde pueda trepar y explorar. Dedica tiempo cada día para jugar con tu gato y mantenerlo activo. También puedes rotar los juguetes o introducir nuevos objetos, como cajas o túneles, para mantener su interés.

  1. Transportín y visitas al veterinario

Muchos gatos asocian el transportín con experiencias estresantes, como las visitas al veterinario. El simple hecho de meter al gato en el transportín puede ser una tarea complicada. Esto se debe a  que muchos felinos lo relacionan con situaciones de miedo y estrés. Además, el transporte en coche y el entorno desconocido de la clínica pueden hacer que el gato se sienta extremadamente nervioso.

Para reducir este estrés, es recomendable familiarizar al gato con el transportín de manera gradual. Déjalo abierto en casa para que el gato pueda entrar y salir libremente, coloca dentro una manta que tenga su olor, y ofrece golosinas o juguetes en su interior para que lo asocie con una experiencia positiva. En cuanto a las visitas al veterinario, algunas clínicas ofrecen horarios y espacios de espera y atención específicos para gatos, lo que puede hacer la experiencia menos traumática.

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Conclusión

Entender los principales estresores en la vida de tu gato es fundamental para garantizar su bienestar y una convivencia armoniosa en casa. Cada gato es único y puede reaccionar de manera diferente a las situaciones. Sin embargo, al estar alerta a los síntomas de estrés, puedes ayudar a tu gato a sentirse seguro y tranquilo en el hogar. Desde asegurar un espacio enriquecido hasta manejar las transiciones con cuidado, hay muchas maneras de apoyar a tu felino y asegurar que su vida sea lo más libre de estrés posible. ¡Tu gato te lo agradecerá con muchos ronroneos!